Soy emprendedor ¡No me vengas con McGivers de «pacotilla»!

De un tiempo para acá ser emprendedor está moda… pero, vamos, que no es algo que hayamos inventado el “año pasado”… que el emprendedor existe desde siempre. Un emprendedor es el monta una peluquería con dos compañeras, quien pone en marcha un catering con 8 empleados y quien se hace con una licencia de taxi para ser taxista. Un emprendedor es el valiente que decide salirse de las faldas de mama-empresa, donde tiene asegurada una nómina a final de mes.

Mi propia experiencia

Yo no me convertí en emprendedora por decisión propia: fue una imposición del destino. Me despidieron de la agencia de comunicación donde trabajaba cuando me quedé embaraza y… una vez con hijos, ¡no hubo narices de encontrar agencia que me diese una oportunidad! Ni mi curriculum ni mi portfolio me sirvieron ni “un carajo”; tener un bebé resulta mayor revulsivo para trabajar en agencia que la kriptonita para Superman… así que tuve que ponerme a trabajar en una empresa que no tenía nada que ver, en un puesto en relación con el área de comunicación.

Como no dejaba de soñar en volver a trabajar de lo “mio”, hace cuatro años decidí materializar mi sueño y retomar mi actividad por cuenta propia, aunque sin abandonar mi trabajo fijo.

Los emprendedores son “lo más”.

No voy a contaros todas esas cosas que habréis oído mil veces sobre lo duro que es trabajar por cuenta propia, las leches que te pegas y lo maravillo que es ver crecer a tu sueño… Y precisamente por ello, por saber lo duro y maravilloso que es ser emprendedor, desde el comienzo de www.pymecom.net (agencia que fundé hace casi dos años) tuve claro que los emprendedores serían mi prioridad.

¡No os imagináis lo enriquecedor que es trabajar con emprendedores! Los emprendedores son “lo más”. No  me haré rica pero, en compensación, no hay colaborador más luchador, entusiasta y optimista… y trabajar con gente así, es lo mejor que te puede pasar en la vida. El dinero no lo es todo.

Consejos para vivir (y comer y pagar la hipoteca) de tu sueño.

No hay un decálogo que te asegure el éxito de un emprendedor pero si hay algunos consejos que seguro que servirán para quien esté pensando en poner en marcha su empresa.

Ama tu proyecto. Muy difícil será poner en marcha tu idea si no te apasiona lo que vas a hacer. Si cuando piensas en ella no se te pone una sonrisa tonta en la cara, valora no estar suficientemente enamorado de él y sin ese amor te faltará “fuelle” cuando lleguen los momentos difíciles.

AMOR IDEA

No tengas miedo a equivocarte. De niños nos enseñan que equivocarnos esta mal. Cuando nuestros retoños aciertan, todo son palmas y enhorabuenas; cuando se equivoca (se hacen pis encima, se tiran la comida, se cortan en flequillo en vez del papel…), nos enfadamos ¡y les castigamos!… de este modo es como todos hemos llegado a convertirnos en “adultos con miedo a equivocarse” – como si nuestra equivocación fuese la prueba irrefutable de que no somos buenos. Error. EQUIVOCARSE EN INEVITABLE y necesario ¡a ver si no como íbamos a aprender!

Analiza, prueba y si te equivocas, corriges. Punto. No te tortures. No te avergüences. No te detengas. Levántate y sigue andando. Quedarte anclado en algún punto de tu planteamiento por miedo a equivocarte, es el único error que no te puedes permitir.

VIDEO ZONA CONFORT

Define tu idea. Muchos emprendedores, cuando les preguntas cuál es el negocio en el que van a invertir su tiempo, se embarcan en un discurso infinito que ni un cura oficiando misa. ¿Por qué? Porque han dedicado tanto tiempo a desarrollar su negocio (con todas sus ideas y sub-ideas) que han olvidado exprimir la esencia de su proyecto y que, al final y al cabo, es lo que de verdad importa.

Debes analizar la idea principal, el objetivo final de tu negocio y su filosofía de empresa ¡y suéltalo como una “bomba” cuando te pregunten por tu proyecto! Es fundamental resaltar aquello que te caracteriza y diferencia del resto.  Para hacer más de lo mismo, ya están las “imitaciones chinas”.

Lo que tienes que tener clarísimo es que si tú no eres capaz de definirte en menos de un minuto, nadie te comprará. Es lo que se llama el “elevator pitch” o “discurso del ascensor”: si te encontrases en un ascensor con la persona que tiene comprar tu idea ¿qué le contarías durante los pocos minutos que dura el trayecto para vendersela?

Estudia la viabilidad de convertir tu idea en negocio. Según Elena Gómez Pozuelo, miembro de Mujeres Consejeras y presidenta de A Digital, si quieres vivir de tu sueño,  has de plantearte tres preguntas:

¿Soluciona un problema importante? ¿Mucha gente tiene ese problema? ¿Esta esa genta dispuesta a pagar?

Si la respuesta a las tres preguntas es su SI ¡Adelante! ¡El mundo es de los valientes!

Si la respuesta de la segunda pregunta es NO, no desanimes ¡Solo tendrás que enfocar muy bien tu negocio para “captar” al grupo de personas al que puedes interesar!

Si la respuesta de la tercera pregunta es NO, valora desarrollar tu sueño como un proyecto paralelo o complementario a otro del que poder vivir pues seguramente tu «idea» no llenará tu nevera.

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Pon tu idea en papel. La primera “montaña” que tienes que superar es poner en papel lo que hasta ahora solo estaba en tu cabeza. Cuando te pones a escribir, te ves obligado a estructurar tu proyecto y a detallar muchas cuestiones que hasta ese momento habías pasado por alto porque para volar, nadie se carga de cadenas. No obstante, como esas cadenas son precisamente las que necesitas para poner en marcha tu proyecto, tendrás que dedicar a ellas mucho tiempo. Mientras tu idea no esté en papel, no está en ningún sitio.

Planifica tu negocio con los pies “bien plantados” en la tierra. Soñar es gratis ¡y nos hace muuuuuy felices! pero una vez tengas clara tu idea, toca “plegar las alas”. Si no, corres el mismo riesgo que Icaro que tanto se acercó al sol, cegado por sus ansias de libertad, que se le deshicieron las alas de cera que (su padre) había fabricado para volar y cayó al mar ¡Chof!

>>Analiza tu situación, la situación de tus clientes potenciales y la situación del mercado en general. Dibujar el escenario real dónde te moverás es fundamente para hacer un planteamiento de empresa realista y coherente.

Según Sara Werner, de www.nosotras.com,es importante «ponerte en la peor de las situaciones» para planificar de antemano como dar solución a dicha vicisitud (asume que puede ser que te veas en ella). La mayoría de “imprevistos” a los que se enfrentan las start-ups en realidad son “previstos” no analizados.

>>Identifica tu meta y planifica los pasos que has de seguir hasta alcanzarla: márcate hitos que cumplir y diseña plan B (y C) para alcanzar tu objetivo. Ah! Y no te fustigues si no eres capaz de cumplir con tu planificación ¡Nadie lo hace! pero te permitirá saber “dónde estas” y “hacia dónde vas”.

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Rodéate de gente válida. Esta muy bien eso de “Juan Palomo” sobre todo porque cuanto más polivalente seas, más ahorrarás en gastos extras pero tienes que asumir desde “ya” que hay cosas que no podrás hacer solo y, sí o sí, tendrás que pedir ayuda si quieres llegar “a algún sitio”.

Si necesitas un logotipo y no sabes dibujar, encárgaselo a una diseñador free lance que te guste –pymecom, por ejemplo 😉 -, si no tienes idea de temas legales y lo necesitas, busca asesoramiento profesional, si tu negocio tiene una parte técnica que se te escapa, busca un colaborador con dicha capacidad…

Nadie puede hacer absolutamente todo. Quizá en las primeras fases de tu negocio, sea viable, pero poco a poco tendrás que aprender a confiar y delegar en otros. Así que ya sabes, rodéate desde el principio de gente válida y con la que te entiendas, tanto a nivel personal como profesional.

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“Uno, sin compañía, viaja más rápido; en grupo, llega más lejos” ¿Tú quieres llegar rápido o lejos?

Te aseguro que cuando consigas poner en marcha tu negocio y vivir de él (más o menos), te darás cuenta que McGiver era un aficionado a tu lado.

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Dora La exploradora, inspiración para los emprendedores.

El otro día me ocurrió que fui con una super-emprendedora (que espero presentaros pronto) al local que va a abrir en breve. La cuestión es que necesitábamos tomar algunas medidas para hacer unos vinilos para el local y no encontraba mi metro por ningún sitio (ups!)… pero cogió ella, abrió su bolso y ¡saco uno!… bueno, ¿qué digo uno? Me ofreció ¡un metro de ferretería, uno de costurera y una regla!Me resultó tan gracioso que llevase dichos artilugios en su bolso que solo se me ocurrió decirle “¡No sabía que tenías el bolso de Mary Poppins!” (ese del que salen miles de cosas increíbles) a lo que ella me contesto “… más bien llevo el de Dora Exploradora”. JAJAJAJAJA. Es lo que tiene estar metida de lleno en la reforma del local…

Para los que no tengáis niños, lo mismo Dora os es una desconocida pero para los que tenemos hijos menores de 9 años nos es tan familiar como podría serlo mi tía Maruja. ¿Qué tiene de especial Dora (además de ser pelín ñoña)? que como es exploradora, lleva una mochila con todo lo que una exploradora puede necesitar… desde un mapa hasta múltiples herramientas para arreglar un puente, trepar a un árbol o atrapar una estrella. ¡Niña precavida esta Dora!

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Así que, pensando en Dora, la verdad es que así son mis pequeños “emprendedores”: Doritas (y Doritos) a la aventura – cada cual a la suya-  obligados a llevar una mochila llena de todo lo que podrían necesitar (y que no se puede permitir dejar olvidado por si de ello depeniese su sueño).

Dora y su mapa

¿¡Ay! Qué sería Dora sin su mapa? Es tan importante el mapa que es un protagonista en sí mismo ¡con canción y todo! El mapa es quien dice a Dora por dónde tiene que ir y le previene sobre las pruebas que tendrá que superar hasta llegar a su destino.

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Dicho mapa es a Dora lo que el plan de negocio a los emprendedores. Es un mapa (o mapamundi, según el caso) donde cada soñador ha dibujado el camino que debe seguir para llegar, desde donde está ahora, hasta su meta particular, incluyendo todos los obstáculos que tiene que superar para prever como no dejarse vencer.

Dora siempre llega a su destino triunfante porque su mapa es un calco de la realidad… ojala fuese tan fácil para un emprendedor hacerse con un mapa tan veraz y fidedigno… en la realidad es casi imposible aun así, es importante que cada emprendedor, antes de comenzar su propia aventura, dibuje su «mapa» lo más detallado posible.

La mochila de Dora

Es la otra gran secundaria de la historia. La mochila que, por cierto, también tiene canción, es quien porta todas las herramientas que Dora necesita para alcanzar su objetivo. Es curioso que nunca dicen de donde sale cada cachivache pero a mí me gusta pensar que como Dora es una mini Indiana Jones como mucha experiencia, es ella misma quien se prepara la mochila. Sin mochila, Dora se tendría que dar la vuelta a los diez minutos de capítulo.

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Todo emprendedor tiene que llevar consigo una mochila… o mejor dicho dos porque la mochila del soñador tiene dos facetas. La primera refiere a la experiencia y formación que ha ido acumulando durante los años previos. Cuanto más llena está esta mochila, ¡menos pesa llevarla! Curioso, ¿no?  El caso es que cuando se trata de emprendedores cuya “mochila de experiencia” no está muy llena, el mejor consejo que les puedo daros es que os dispongais a llenarla poco a poco, pero sin pausa… así vuestro camino cada vez será más ágil.

Luego está la mochila física. Esta pesa, sí o sí, proporcionalmente a lo que lleves en ella. ¡No hay símil que valga! por que esta mochilla lleva aquellos utiles que cada uno, por nuestra profesión, siempre debes llevar para no desaprovechar ni una sola oportunidad que surja.

Yo siempre llevo conmigo (ya que uno no sabe dónde le va a llegar la inspiración) el móvil, la tableta, una regla, bolígrafos y lápices de colores, libreta, metro de ferretería (bueno, menos el otro día, jejeje), mis tarjetas… yo que sé… eso sin contar que cuando voy a trabajar además lleve el portátil, una pantonera (muestrario) de colores, mi portfolio y unos cuantos trastos más…

MOCHILA DEL EMPRENDEDOR

Bueno, ya os dejo “dummies” mios…. Ah! Y no os podéis perder mi próximo post donde hago un repaso de los consejos que de verdad necesita conocer quien esté pensando en convertir su sueño en negocio – totalmente dedicado a los McGivers reales, a los de “verdad verdadera”: ¡los emprendedores!

Hasta pronto

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Tu idea mola ¡No lo dudes!

¡Segunda semana de promoción! No es vaguería para ponerme a escribir (no,no,no,no…) es colapso en mi agenda de trabajo… pero no pongo ni una pega, eh??? Qué bien feliz estoy yo con mis logotipos y mis (dis)cursos… aunque todo sea para “antes de ayer” (ya esta una acostumbrada, jejeje).

Pero hoy lo que quiero es hablaros del libro “Tu idea Mola” que ha escrito y puesto a la venta Mr Wonderful.

Tu idea mola

¿Qué puedo decir que Mr Wonderful que no haya podido decir antes? ¡Que son siempre una fuente de inspiración para poner las pilas en ON! El libro salió a la venta el 25 de marzo y lo podéis comprar a través de su web. Yo ya tengo el mío y lo único que puedo decir es que lo recomendaría una y mil veces para todos aquellos que tengáis una idea en la cabeza y no encontréis las fuerzas para hacerla realidad!!!

Podéis ver más información sobre el libro pinchando aquí. Yo, por mi parte, os dejo con este aperitivo para que vayáis “haciendo boca”.

LAMINA MR W

¡Ya podéis correr a comprarlo porque “vuelan”!

Hasta pronto!
Esther Morillas
Colaboradora de pymecom
Os recuerdo que podéis seguirme en Facebook y Twitter @emorillaslazaro