Satisfacción vs falsas expectativas

Publicidad

banner

Comunicación para Dummies…

A ver, dummies ¿Quienes de vosotros queréis tener éxito profesional? ¡Qué levanten la mano! Pues estáis de enhorabuena porque hoy os voy a contar algo que os ayudará a lograrlo.

La clave para tener éxito en esta vida es… (redoble de tambores)… ser capaces de vender lo que queremos ofrecer, ya sea un servicio, un producto o a nosotros mismo como profesionales. Fácil, ¿no? 😉 . Pues lo vamos a poner un poco más díficil todavia, porque no solo se trata solo de ser capaces de venderlo, sino también de obtener la satisfacción de quien “nos lo compra”. Y a veces, eso es más difícil que vender (si no, que se lo digan a los Rolling Stones).

La satisfacción

El problema de la satisfacción – y de otras cuestiones intangibles (confianza, buena imagen, reputación…) – es que son difíciles de cuantificar y medir. Comprobar si vendes más o menos que el año pasado o si tus beneficios han aumentado es fácil: solo hay que echar números… pero ¿cómo compruebas “cuanto” de satisfechos están tus clientes? La satisfacción de nuestros clientes no es algo que se deba ignorar porque es una de las variables que afectan a la hora de fidelizarles… y dicha fidelización es fundamental si se quiere tener éxito.

Hay muchas formas de valorar la satisfacción de nuestros clientes: encuestas, estadísticas y teorías varias. No obstante, hoy no voy a hablar de estas cuestiones (tan interesantes y aburridas a partes iguales) sino sobre cómo saber si existe o no satisfacción respecto a un trabajo, servicio o producto. Es tan sencillo y complicado (paradojas de la vida) como que: Scanned Document

Porque claro… ¿Cuándo está satisfecho un cliente? Cuando el resultado que obtiene al adquirir algo es mayor o igual que las expectativas que tenía de ello. Me explico: si yo veo el anuncio de un dulce que tiene una pinta estupenda y cuando lo compro resulta que no lo está tanto, mi expectativa era mucho mayor que el resultado obtenido y, por la tanto, mi satisfacción será pequeña o, incluso, negativa. Si compro algo que no parece muy bueno (expectativa baja) pero resulta ser excepcional (resultado alto), la satisfacción será positiva.

En resumen, si al restar las ”expectativas” al “resultado”, obtengo 0 o un valor en positivo (hablando en términos matemáticos), habremos logrado éxito. Si el resultado fuese negativo, no existiría satisfacción ni éxito alguno… y tocaría o mejorar nuestro producto/servicio o disminuir las expectativas de mi audiencia.

Habrá quien diga ¿¿¿Cómo que disminuir las expectativas??? ¡Pues sí! Está claro que si el producto que se ofrece es malo, poco se podrá hacer para lograr éxito pero muchas veces el problema no está en el producto o servicio (que de hecho, puede ser muy bueno) si no en que se le ha hecho un publicidad tan exagerada que es casi imposible no defraudar: si tu vendes unos prismáticos normalitos como si fuesen “tecnología punta”, seguro que decepcionan a quienes los compren; si lo vendes como un producto para uso amateur, no fallarán las expectativas ni la satisfacción del cliente.

FALSAS EXPECT

Las expectativas y el resultado también dependen de otras cuestiones como son el precio que apliquemos a nuestro producto (relación calidad / precio) y el enfoque de la venta, es decir, en dirigir correctamente nuestra acción comercial al segmento de público que lo necesita o puede necesitar (target objetivo). Pero estos son dos temas muy complejos que dejaremos para otro día.

El éxito de un producto reside pues, entre otras cosas, en crear una publicidad a su altura: ni por debajo, ni por encima. Si la publicidad queda por debajo, no estaremos explotando todas las fortalezas que hay y perderemos posibilidades de negocio. Si la hacemos por encima, puede que captemos mucha atención inicial y generemos alta intención de compra pero al  final decepcionemos al consumidor por crearle falsas expectativas.

Las falsas expectativas

Cuando generamos en un cliente unas expectativas que no van a verse satisfecha se produce lo que llamamos falsas expectativas. Dichas falsas expectativas pueden ser conscientes o inconscientes, es decir, puede ser que la empresa que vende sepa que su producto es “menos” de lo que promete ser o puede que no lo haya valorado correctamente. Lo que diferencia ambos casos es la buena voluntad de la empresa (el que quiera o no engañar) pero la responsabilidad es la misma.

Generar en nuestros cliente unas expectativas realistas es fundamente para alcanzar la satisfacción que nos ayudará a vender más y a lograr una reputación positiva. Tengamos en cuenta que cada uno de nuestros clientes, a nivel individual, es un foco de publicidad. El tipo de publicidad que se produce por el boca-a-boca, ya sea directa o a través de las redes sociales, es lo que llamamos buzz marketing.

Como curiosidad (un kit-kat) os contaré que esta forma de marketing se llama así porque “buzz” es la onomatopeya en inglés del ruido que hacen las abejas, quienes usan esta forma de comunicación con sus congéneres (fin del kit kat).

El buzz marketing puede ser planificado y dirigido por la empresa o no… pero existir, existe siempre. Se trata de una herramienta de venta muy efectiva debida a su alta viralidad, es decir, por su alta capacidad para expandirse entre el público, tanto si es para hablar bien como para hablar mal: lamentablemente, la buena publicidad corre… pero la mala ¡vuela! Por ello es tan importante que los cliente sean siempre una foco de publicidad POSITIVA.

altavoz

Esto de las “falsas expectativas” se puede aplicar a nosotros como profesionales, a los productos o servicios que queremos vender y a todos las acciones que emprendemos. Obviamente también podríamos hablar mucho sobre las falsas expectativas a nivel personal pero eso ya es harina de otro costal en la que no entraré.

Falsas expectativas a nivel particular

Si hablamos de nosotros como profesionales, crear falsas expectativas es seguramente una de las formas más rápidas de obtener mala reputación. En general podemos afirmar que las mentiras “tienen las patas muy cortas” y que quien miente respecto a si mismo y su circunstancia, tarde o temprano es pillado.

Con la incorporación de Internet a la vida laboral, no pocos profesionales se amparan en el falsa sensación de seguridad que da la red, para venderse como mucho más de lo que son en realidad: solo hay que ver cuando “listo” se publicita como el nuevo “gurú” de lo que sea. Ojo, que “haberlos, haylos”, pero mi consejo es que desconfiéis de cualquier que se autodenomine (a bombo y platillo)  como un “experto” o “gurú”; generalmente la gente grande (G-R-A-N-D-E) de verdad es mucho más humilde y demuestran lo que saben con hechos y no con speechs comercialmente atractivos.

FALSAS EXPECT2

Si eres un buen profesional que se vende como un buen profesional, tendrás la mitad del camino recorrido cuando te encuentres con “esa” persona a quien te interesa conocer (la persona que te va a contratar, el colaborador con quien quieres trabajar, el cliente que está interesado en tus servicios…) pero si eres una buen profesional que se vende como uno excepcional, terminarás auto-descubriéndote a ti mismo: en las distancias cortas es muy difícil mantener una mentira. Y lo peor es que, del mismo modo que una gota de tinta enturbia un vaso de agua, una mentira que manche tu curriculum seguramente “tire por tierra” tu reputación profesional. No merece la pena mentir, por mucho que Internet invite a hacerlo. Como si fuesemos un producto más, hemos de aprender a “vendernos” resaltando nuestras fortaleza y matizando (u omitiendo) nuestras debilidades ¡jamás inventando o mintiendo!

Podéis leer más a este respecto en mis posts “No me engañes, que te veo” y “Mejorar nuestra identidad virtual”.

Falsas expectativas respecto a productos o servicios

Cuando hablamos de productos o servicios también es importante no generar falsas expectativas por todo lo antes explicado. Es verdad que las exageraciones, dosificadas, tienen su cabida en publicidad: “el turrón más caro del mundo”, “tenemos los precios más baratos del universo”, “comprar nunca ha sido tan fácil”… pero hemos de asegurarnos que el cliente entiende “sin lugar a duda” que nuestras afirmaciones son parte de nuestra campaña publicitaria y no deben ser tomadas al “pie de la letra”. A ver… que esto es un poco lioso de explicar…

Puede ser admisible (ejem, ejem) exagerar si el cliente conoce de sobra que se trata de una exageración ¿Alguien espera que en el restaurante de hamburguesas de turno (comida rápida) te sirvan un sándwich tan jugoso y “relleno” como los de su publicidad? o ¿Qué “tal” máscara de pestaña convierta las tuyas en una abanico tupido como las de la modelo anuncio? No estoy diciendo que eso esté bien, solo que no suele afectar a la satisfacción del cliente pues bien saben que “esa” publicidad está exagerada y sus expectativas son bastante más realistas.

El concepto de “falsa expectativa” puede relacionarse con el término “publicidad engañosa”, lo cual es mucho más grave. Se llama publicidad engañosa a la que además de generar falsas expectativas de forma voluntaria, busca adrede engañar al consumidor para obtener algún beneficio; este tipo de publicidad constituye un fraude.

No hemos de olvidar que la publicidad tiene carácter contractual, es decir, que las empresas están obligadas a que su publicidad sea cierta: si en un folleto pone que tal jersey cuesta 10€, no pueden querer luego vendértelo a 100€ porque eso se puede denunciar ante las autoridades competentes y la OCU.  Las empresas suelen “curarse de espanto” poniendo en algún sitio de su folleto o catálogo, el letra muy-muy pequeña, que la información contenida es cierta “salvo error de impresión”, por ejemplo. Quien hace la ley, hace la trampa.

Falsas expectativas en las acciones comerciales

Esta es una cuestión muy parecido a lo ya comentado pero creo que se merece una mención aparte, porque tiene que ver con la comunicación pura y dura, algo que sabéis me apasiona.

Una de las cosas que se buscan las acciones publicitarias y de comunicación es centrar la atención sobre tal empresa, producto o evento y para ello es muy útil crear expectación. Sirve de ejemplo esas campañas donde primero se lanza un gancho (“El 1 de marzo va a pasar algo grande”) y luego se publicita el producto en sí (por ejemplo, el lanzamiento de un nuevo monovolumen). Este tipo de acciones se llaman “teaser” o campaña intriga y se basa en generar expectación en nuestro público a fin de lograr que se recuerde con más intensidad lo que queremos vender. Dicha intriga o curiosidad necesita una llamada de atención potente y por ello a veces se suele pecar de ser un poco exagerado; es importante usar la exageración con mesura si no queremos que el cliente, en vez de sorprenderse, se decepcione.

Igual pasa el merchandising o la organización de eventos, por poner otros ejemplos distintos. Me vienen a la cabeza dos casos muy aclaratorios a este respecto…

Una vez fui de invitada a una evento organizado por una denominación de origen de vinos y el regalo era un cortacapsulas (es una pieza que encaja en el cuello de la botella y lleva una pequeña cuchilla para cortar la capsula que recubre a veces el corcho de la botella). El regalo estaba bien, el problema es que venía dentro de una caja de madera con el nombre de una bodega y su tamaño invitaba a pensar que lo que iba dentro era una botella de vino de tamaño benjamin (botella de 200 ml también llamada piccolo o split). ¿Qué ocurre? Que abrir la caja pensando encontrar una botellita de vino y hallar en su lugar un cortacapsulas decepciona un poco y la gente no dejaba de comentarlo. Hubiese resultado mucho más exitoso colocar el cortacápsaulas en otro tipo de envoltorio o de otro tamaño para no crear una falsas expectativas.

Tan importante como elegir bien el tipo de regalo, es acertar con el envoltorio. No se da un marcapáginas, por bonito que sea, en un caja en la que coje una joya si el evento lo organiza una empresa de joyería o bisutería; no sé si me explico. El envoltorio es siempre una forma de crear expectación  pero es importante que dicha expectación (por el envoltorio en sí o la circunstancia) esté a la altura del regalo.

Otro ejemplo que recuerdo es el de una invitación a una entrega de premios musicales donde se incluía el logo de los Rolling Stones (la famosa lengua). Obviamente, la intención del responsable del diseño de la invitación era transmitir la idea de música rock pero en mi opinión «se le fue de las manos»; en la invitación se prometían “muchas sorpresas” y no se habían incluído otros logotipos grupales, lo que podía interpretarse como que iba a pasar algo relacionado con los Rolling (¿qué el grupo iba a estar presente?). Yo no estuve en el evento y no sé qué sensación causó no encontrar nada de los Rolling allí  (pues me consta que no lo hubo, salvo que se sortearon unas camisetas de varios grupos y lo mismo alguna era de ellos) o si alguien lo esperaba (lo mismo todo está en mi deformación profesional)… pero a mi, a simple vista, me pareció una forma de crear una expectación demasiado alta para el evento ¿No os parece?

acdc guns kiss  rolling

Bueno… pues me voy con la música a otra parte… ¡Hasta la próxima semana!

Bye- bye!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

Podéis seguirme en facebook y twitter

Empresas que no tienen cabida en Internet: haberlas, «haylas»

Publicidadbanner

Comunicación para Dummies

Hace tres semanas os comentaba que no todas las empresas tienen cabida en Internet. Sé que es una afirmación arriesgada porque ya hay quien me lo ha dicho… pero la mantengo! Yo entiendo que “achuchados” por la necesidad de no quedarse obsoleto, todo hijo de vecino quiere estar en la red (puedes ponerte en antecedentes pinchando aquí). Da igual quien seas, qué vendas o qué busques: parece que si no estás en Internet, no existes. Bueno… pues, tampoco es eso!

Es verdad que Internet es un canal muy potente para que los profesionales y las empresas se vendan. Las acciones de marketing, bien planificadas, dirigidas e implementadas, son un éxito asegurado… siempre que tu empresa necesite Internet. Por ahí, algún “purista” se estará rasgando las vestiduras al leerme “¿¿¿Cómo que “si tu empresa necesita Internet”??? ¡¡¡Todas las empresas necesitan Internet!!!”. No estoy de acuerdo. La realidad es que algunas empresa (un pequeño grupo) no necesitan Internet, bien por el tipo de negocio, de público o por los recursos de los que dispone. Y cuando digo que no necesitan Internet me refiero a que no necesitan emprender acciones de marketing on line, no que no cuelgen un pequeño site o reseña a modo de publicidad como quien incluye sus datos en Página Amarillas.

¿Qué empresas no necesitan Internet?

Todos hemos oído eso de “qué hablen bien o mal de mi, pero que hablen”. En Internet eso no vale. Es decir, que o lo que haces en Internet lo haces mínimamente bien y te causa beneficio… o, lo mismo, lo único que consigues es perjudicarte (perdiendo tiempo y dinero, para empezar) y “estarías más guapo quietecito”, que diría mi madre.

Le he estado dando vueltas a ver si podía hacer una especia de listado o esquema dónde detallase qué empresas NO tienen cabida en Internet pero la realidad es que no he podido crear enunciados categóricos al respecto porque, realmente, el que compense o no estar en Internet depende de un conjunto de múltiples-pequeños-detalles que definen de forma individual a cada negocio por lo que generalizar es imposible (o, al menos, yo no me atrevo).

Sí puedo arriesgarme a dar alguna ”pinceladas”, que luego habría que matizar de mil formas, a modo de orientación. Así que ¡venga! ¡vamos! ¡Qué no me llamen cobarde!

Van a encontrar poco (o ningún) beneficio en Internet aquellos pequeños negocios que se nutren del boca a boca y tienen un radio de influencia muy pequeño, por ejemplo, los que funcionan a nivel barrio. Si tienes una mercería de barrio donde compran la vecinas de toda la vida, no necesitas venta on line. Si tu publico objetivo y potencial ya te conoce o te conocerá por el “boca a boca” ¿Por qué invertir en Internet? Tengamos en cuenta que si una inversión no tiene un retorno de inversión (ROI) favorable estaríamos convirtiendo esa inversión en un mero gasto. Mala idea para tiempos de crisis. Seguramente si esa pequeña empresa quiere vender más debe buscar soluciones en canales de marketing y publicidad tradicionales (buzz marketing, publicidad local, etc) antes que en Internet.

Otro caso sería si ese mismo negocio, con un radio de influencia pequeño, tiene un público muy activo en Internet. Obviamente, el “boca a boca” será un foco de publicidad para el negocio pero Internet puede ser un canal para fidelizar a los clientes: puedes enviar información sobre promociones, lanzamientos de productos nuevos, etc. Cerca de mi casa hay una tienda de ropa infantil (una como tantas otras) que informa puntualmente de las rebajas, si hay tal o cual oferta, si ha llegado la línea nueva de temporada, si llevan a cabo alguna actividad… todo el mundo en el barrio la conoce y las abuelas van a menudo a comprar algo a sus nietos porque ven las ofertas en el escaparate; las mamás, habituadas a la tecnología y con poco tiempo para visitar escaparates, recibimos la información on line ya sea por las redes sociales, mails o mensajes de texto al móvil. Estoy segura que el ROI en su caso es muy beneficioso.

Algunas agencias de comunicación (y he pasado por unas cuantas…) con tal de vender son capaz de convencer a una pequeña tienda de barrio sobre las necesidades de una web con su SEO, su SEM, un comunity manager y el “gromenawer”  de turno… cuando la realidad es que su volumen de negocio (tal y como está diseñado en ese momento) no va a aumentar como para que le compense la inversión. Una carnicería normal (sin dotar a este adjetivo de ningún significado peyorativo) que está en un barrio de Sevilla no necesita que la conozca alguien que Bilbao (no hablemos de Londres) porque no es su target (=público objetivo) pues seguramente ese cliente bilbaíno no va a comprar nada a la tienda de Sevilla pues tiene un montón de carnicerías similares a la vuelta de su esquina.

Y cuando hablamos de inversión (y el famoso ROI) no debemos quedarnos en el  “dinero” si no en la inversión de tiempo: una cuestión que, equivocadamente, solemos ignorar. Salvo que contratemos la gestión on line a una empresa externa (cosa que no todas la pymes se pueden permitir), debemos valorar de qué recursos humanos y de tiempo contamos para ello. Las empresas que no cuentan con recursos humanos y tiempo para atender su negocio on line, no debe estar en Internet. De nada vale tener Instagram, Facebook, Twitter y una web si no se actualiza, no se explota o no se atiende. A mi pocas cosas me molestan más que trasladar una consulta a una negocio a través de su página de FB y que nadie “se digne” a contestar. Lo dicho, si lo hacemos, lo hacemos bien… si no, lo mismo se te vuelve en contra y en vez de mejorar tu reputación, la empeoras.

Está claro que aquellos negocios que no tienen cabida en Internet, casi siempre lo que ocurre es que son modelos de negocio obsoletos (den o no de comer) o están en vías de ello. Pero todo tiene solución y, obviamente, si el negocio se adaptase al mercado, podrían incorporarse Internet. Pero eso es otra historia y la mayoría de empresas que contactan conmigo para comenzar su andanza en la red están interesados en el medio pero en ningún caso tienen intención de llevar a cabo un cambio de mayores dimensiones (cosa que a veces sería necesario para que Internet se convirtiese en una herramienta realmente beneficiosa).

En fin… que no todo es blanco o negro: hay una amplia gama de grises. La afirmación de que “si no estás Internet, estas condenado al fracaso” no es cierta… por suerte!!!

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

Podéis seguirme en facebook y twitter

 

La gran inversión del 2015: ¡Invierte en felicidad!

Bueno, pues hoy me toca «vuelta al cole». Después de un par de semanas de vacaciones, hoy me incorporo al trabajo. Es duro, eh?? Yo no soy de sufrir eso que llaman «sindrome postvacacional» pero si es verdad que enfrentarte al despertador la primera mañana de curro, más cuando sabes la jornada «de correr» que te espera, es una odisea. ¡Ya me gustaría a mi ver a Ulises vistiendo niñas que no quieren levantarse, arrastrandolas hasta la acogida escolar (cuando ni es de día) y llegar al trabajo ya cansada…y sonreir a pesar de ello! Prefiero mil veces enfrentarme a cíclopes y sirenas antropófagas.

Pero no quiero transmitir un mensaje negativo, todo lo contrario. Yo intento comenzar cada semana (y día) con optimismo.

De hecho, precisamente, una de las cosas que le pedí al 2015 fue toneladas de optimismo. Por supuesto también pedí salud, dinero (es decir, trabajo) y amor… porque, aunque suenen a tópico, son tres pilares fundamentales en la vida… pero a veces, tres «patas» no son suficientes para sustentar una mesa. El optimismo es el cuarto pilar que nos asegura una vida más feliz.

Nuestro amigos de Dos Abrazos lo explican muy bien en este vídeo:

El optimismo es lo que nos permite avanzar en la vida. ¿Quién no necesita en algún momento pasar página, comenzar un capítulo nuevo y avanzar? Pues lo único que necesitamos es…

… poner en modo «ON» nuestro optimismo,

«cargar las pilas», con nuevos proyecto y/o  sueños,

«enfrentarnos a la incertidumbre», confiando en nosotros,

y  ¡¡¡sonreir a la vida!!!

Debemos aprender a observar la vida desde la certeza de que la posibilidad de mejorar está dentro de cada uno de nosotros.¡¡Jamás, jamás, jamás!! hemos de dejar de investigar, arriesgar y poner en marcha todos nuestro sueños y proyecto (por pequeños o grandes que sean). Yo lo hago y aunque obviamente no todas mis ideas desembocan en un éxito -la inmensa mayoría (95%) fallan – nunca me doy por vencida (a lo sumo voy a ver si contrato un seguro contra las ideas que explotan en la cara) … pero no pasa nada!

Una veces se gana. Otras veces se pierde aprende»

Hace ya tiempo compartí con vosotros un video llamado «Motivación. Salir de la zona de confort». Creo que este es un buen momento para volver a compartirlo. Cualquier momento es perfecto para aprender a volar ¿Por qué no hacerlo en el 2015?

¡Os mando toda mi energía para que también vosotros comencéis el año con optimismo y motivación!

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

Podéis seguirme en Facebook y Twitter

Vuelve, a casa vuelve… por Navidad

Reconócelo, has leído el título cantando… y es que «El almendro» consiguió a fuerza de machacar que todos entonasemos la «dichosa cancioncita» con el pañuelo de papel en mano. Ahora más que nunca, en estos momentos en los que hay tantos familiares buscándose la vida fuera de su ciudad o país, la posibilidad de reencontrarnos con ellos por Navidad se aún más emotivo (y real) ¿Como no emocionarse? Y precisamente de eso se vale la publicidad navideña… principalmente, de «revolver» sentimientos.

No obstante, si se trata de echar la vista atrás, a mi el anuncio que más me gusta es el de las muñecas de Famosa. No sé si mis seguidores de latinoamérica lo verían (no conozco el alcance de esta marca fuera de nuestas fronteras) pero aquí en España, era el anuncio más esperado por muchos niños.

1970

1999

Pero bueno, no me quiero poner nostálgica que me hacer sentir «viejuna», jejeje. Qué todos los años tenemos nuestro anuncio navideño fetiche  y, generalmente, quienes se llevan la «palma» son Freixent y La Loteria del Estado, no solo por ser fijos de estas fechas, sino por el dineral que invierten en él.

La Loteria ha dejado de lado al famoso»calvo» que tan buenos ratos nos hizo pasar (al menos a mi, que me encanta la publicidad) por un anuncio más ñoño pero más propio de la época de crisis que vivimos.

2012

2014

Freixenet, como cada año, ha optado por el tirón mediatico de un famoso y rodearlo del exquisito lujo dorado del cava y las famosas burbujas. Este año ha tocado disfrutar de David Bisbal y María Valverde. Seguramente sea a causa de la novedad pero creo que es de los mejores que he visto últimamente, junto al que hicieron las chicas de la natación sincronizada.

2008

2014

Pero si hay un anuncio que este año me ha tocado «la fibra sensible» es el de Ikea. Puede que sea porque soy madre y me vea totalmente representada. Este año yo voy a pedir a los Reyes Magos, no días de 28 horas, sino capacidad para priorizar más en favor de mi familia.

¿A vosotros os gusta más los anuncios publicitarios de antes o de ahora? ¡Yo no sabría decidirme!

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

Puedes seguirme en facebook y twitter

Una imagen vale más que mil palabras

Nuestro cerebro está más capacitado para retener ideas e imagenes que palabras. Por ello el diseño tiene tanto valor en la comunicación y publicidad. Al final, de lo que se trata es de trasladar un mensaje «X» de forma efectiva y que perdure lo más posible en la memoria.

Y eso hicieron los chicos y chicas de Roast Brief. El Congreso Roast Brief celebró este año su cuarta edición y es uno de los evento publicitarios con más proyección en latinoamérica. En él se puede conocer de primera mano las teorías y experiencias de reputados profesionales a nivel internacional del sector de la comunicación, la publicidad y el marketing. Yo no fuí ¡ya me hubiese gustado! pero por Internet he encontrado retales de lo más interesantes.

Y uno de los que más me han gustado son una serie de infografías que los propios profresionales de la agencia Roast Brief diseñaron a modo de resumen de las ponencias y que se corresponden con aquellas afirmaciones más relevantes.

¿Os gustan tanto como a mi?

2

3

5

1

6

7

8

10

Solo un «pero» a mis «compis» mexicanos… la próxima vez, incluid más frases memorables de alguna de las magníficas mujeres que participaron en el congreso… que aquí falta un poquito de «progesterona y estrógenos» 😉 – Por lo demás, ¡chapeau!.

¡Hasta Pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

Podéis seguirme en facebook y twitter.

La inspiración divina no sé si existe; la humana, sí.

Soy una buscadora de tesoros en todos los aspectos de mi vida. Suena un poco ñoño, lo sé… pero me gusta pensar en mí como una «Indiana Jones» metropolitana y un poco friki. Soy de las personas a las que le gusta viajar de «mochilera» y deambular por las calles «a mi aire», me gusta probar en mi propia mesa todas recetas que descubro (aunque luego,algunas me «rompan» el estomago), me gusta leer mucho de todo, escuchar embobada y navegar por Internet todo lo que me deja mi día a día… como diría mi padre, soy un poco «aprendiz de todo, y maestra de nada poco» . Creo que investigar, caminar, perderse, equivocarse, sorprenderse (incluso, decepcionarse),… es fundamenta para avanzar!!

Y navegando sin rumbo por Internet (que es como suelo navegar muy a menudo)  me encontré con esto que os ofrezco hoy. Es una infografía muy interesante con los 50 mejores blogs de marketing 2.0. que podéis consultar en su totalidad pinchando aquí. Os llevará un «ratito» largo pero si os interesa  el tema, ¡no os defraudará!  No hay nada como leer a los grandes para aprender y andar en su misma dirección.

infografia-los-mejores-blogs-de-marketing-digital-espanol

Hasta pronto!!!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Tarjetas Handmade

En mi post de la semana pasada os comenté por encima que lo handmade se está poniendo de moda, pero no solo a nivel doméstico ¡también a nivel empresarial! No es raro encontarnos con empresas que por su tipo de actividad deciden producir una papelería artesana o hand-made.

Algunas de estas empresas «tantean» la producción hand-made en busca de abaratar costes, cosa no demasiado lógica porque por definición algo artesano, y por lo tanto personalizado, requiere más trabajo y manipulación que una producción mécanica y automatizada. Quien busque ahorrar dinero en lo hand-made es porque esté dispuesto a hacer él o ella mismo el trabajo… si lo va a encargar, ha de asumir que la mano de obra hay que pagarla.

Precismente son las pymes muy pequeñas y los autonómos los que cada vez optan por papelería artesana hecha por ellos mismos. Desde pymecom se asesora a muchas empresas a este respecto como forma de abaratar costes y, sobre todo, de dar a nuestras tarjetas esa imagen personalizada, única y de mimo que tan bien trasmite este tipo de papelería.

Una de las formas más habituales de papelería hand-made es el sellar con tinta. Obvimente tendremos que diseñar y comprar un sello de caucho con el que luego podamos sellar todas las hojas, tarjetas o sobres que necesitemos. No implica una gran inversión ni en dinero ni en tiempo, la producción es muy sencilla y el acabado es bastante uniforme.

KRAFT + SELLADO tarejtas con sello

En la línea de los sellos de tinta, están los sellos en seco y los lacres. Los sellos en seco es el marcado del papel, entre dos planchas rígidas, de forma que se imprime relieve. Lo recomendable es que los sellos en seco, si son manuales, incluyan diseños muy sencillos ya que la definición de los trazos es mucho menos clara (tienden a perderse) que los hendidos mecánicos (hechos por una máquina).

carton sello seco sello seco

Los sellos en lacre también se pueden personalizar (y crear el diseño que se ajuste a nuestra empresa o actividad). Lo más crítico a la hora de trabajar con estos sellos es el pulso (que debe ser firme para obtener un grabado claro) y dejar secar correctamente el lacre. Además, es más caro pues la cera que se necesita para lacrar se gasta mucho más (y es más cara) que la tinta.

tarjeta con lacre

Otra opción muy sencilla para hacer papelería hand-made es dar color a los cantos de las tarjetas; para ello solo hay que hacer un taco de tarjetas, sujetarlas bien con cualquier tipo de fleje y pintar con pincel o spray los cantos.

resaltado

También es otra buena elección, aunque implica algo más de inversión, añadir a la tarjetas detalles con wasitape o cinta adhesiva decorada, que aporta un toque de color y diseño a una tarjeta sencilla. El texto puede ir sellado, impreso o, si tenemos buen pulso y caligrafía, ir manuscrito por nosotros mismos.

tarjeta con wasitape + troquel

Obviamente, podemos complicar la tarjeta todo lo que queramos siempre siendo conscientes del trabajo que ello supondrá cuando tengamos que trasladar el diseño, no a una única tarjeta, sino a doscientas cincuenta. Se puede troquelar (o perforar) la tarjeta o añadir otros detalles que ayuden a transmitir cuál es la fisolofía de nuestra empresa o a qué nos dedicamos. Por ejemplo, se pueden incluir flores secas si nos dedicamos al paisajismo o la decoración vegetal o cosidos si nos dedicamos al arreglo de ropa.

tarjeta con faja tarjeta cosida

tarjetas-de-visita-handmade-cosida

Al final de lo que se trata es que nos ayudemos de lo hand-made para acercarnos aún más a nuestros clientes, creando tarjetas únicas que además, si fuese posible, den fe de nuestro trabajo. Si somos una empresa de telas ¿Por qué no hacer tarjetas con retales?

tela

… o si somos ilustradores, ¿porqué no dibujar nosotros mismos nuestras tarjetas?

ilustracion

ilustracion2

ilustracion5

Si vamos a dedicar tanto tiempo a hacer nuestra propias tarjetas, merece la pena emplear un tiempo extra a meditar qué es lo que mejor transmite la filosofia de nuestra empresa y nuestra marca. Y si os sentís un poco perdidos, no dudéis en pedir ayuda. Asesorarnos es la única forma de lograr el mejor resultado que esté a nuestro alcance. ¡Sobra decir, que para eso, quedo a vuestro total disponibilidad ;)!

Ah! Si os interesan el tema de las tarjetas originales, no os olvidéis de releer mi post «Tarjeta de visita ¿en papel o electrónica?»

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Coser y cantar, todo es empezar

Voy a empezar el post de hoy contándoos que tengo las yemas de los deditos rotos de coser. No, no es que me haya puesto a hilvanar sábanas o remendar calcetines, no. He estado cosiendo unos folletos. ¿Coser folletos? Sí, se trata de un trabajo de imagen corporativa al que queríamos dar un aspecto hand-made (o artesano, que es más castizo)  y claro ¡me he inflado a coser lomos de folletos con la presentación de la empresa! Es lo que tiene trabajar sola, que no compartes ni lo bueno ni lo malo (especialmente lo malo, porque para eso nunca hay voluntario). Pero bueno, la verdad es que termina resultando muy gratificante cuando logras el resultado que buscabas… y la parte mala se olvida. Ya lo dice mi padre, lo bueno-bueno, siempre cuesta, y si no cuesta nada, es que no es tan bueno. Ahí queda eso!

La verdad es que últimamente está en auge todo lo artesano o hand-made. No sé si es por haberse popularizado el scrapbooking o porque la crisis obliga en algunos casos. Las técnicas craft (que es la forma «fina» de llamar a la artesanía y que equivale a su traducción al inglés) puede abaratar algunas fases de la producción de artículos en general, y papelería en particular, aunque también es cierto que en otros casos, lo que se ahorra en materias primas se lo gasta uno en mano de obra; no es lo mismo encender una maquina y que te corte e imprima 500 tarjetas que hacer todo a mano. El acabado no es mejor ni peor, todo depende de la imagen que quiera transmitir la empresa. Lo que está claro es que la papelería de empresa hand-made aporta un toque cuidado, personalizado, incluso ecológico que puede ser muy beneficioso para algunas empresa… pero también es verdad que los acabados son menos perfectos o elegantes entre otras cosas porque precisamente de eso se trata: que cada tarjeta, caja, etiqueta o folleto sea un poco distinto a todos los demás.

scrapbook

El tema de la papelería DIY para uso profesional es muy interesante y amplio y prometo que hablaré en profundidad el próximo día pero hoy voy a hablar de la encuadernación. Como os decía, he estado cosiendo lomos de libritos (bueno, en realidad folletos de 12 hojas) porque para este trabajo elegimos usar una encuadernación japonesa. Este tipo de encuadernación no es la única que existe, de hecho las más habituales son:

Encuadernación a caballete. Es el tipo de encuadernación que suelen llevar los periódicos. Las hojas en realidad son pliegos más grandes que se doblan sobre sí mismos y se juntan para formar librillos. Puede ser que no lleven ningún tipo de grapado (por ejemplo, el ABC), que lleven grapas (la mayoría de los periódicos), que estén cosidos (generalmente con puntos pequeños), que lleven fastener o tornillos, o que lleven gomas o cuerdas. Esta forma de encuadernas solo en viable para un número de hojas no muy elevado.

caballete cosido fastener

Encuadernación en rústica. Es la que llevan los libros. Cuando el número de hojas es elevado, no es viable grapar o coser las hojas porque no se sujetan o tienden a abrirse aunque pusiéramos tapas duras debido a que no existe un lomo suficientemente sólido. La encuadernación rústica puede ser a la americana o fresada que es cuando los pequeños grupos de hojas se unen sin más y pegan con cola o rústica cosida cuando se usa un cosido para unir las hojas, con la posibilidad de además añadir cola para dar más solidez al encuadernado.

rustica cosida y fresada

cosido

Encuadernación con wiro o canutillo. Es el tipo de encuadernación que solemos hacer para presentar trabajos de clase o documentos internos en las empresas. No obstante, si la cuadernación está bien diseñada puede tener su aplicación totalmente profesional. Se hace con un canutillo o espiral que aúna las hojas que previamente se han perforado. Cuando este canutillo es plástico se llama tal cual pero cuando es metálico se le llama wiro (que se puede pronunciar /guairo/ como en inglés o /güiro/ que es su pronunciación castellanizada). El wiro puede estar a su vez cubierto con una tapa y, en este caso, se le llama wiro canadiense.

wiro canadiense

encuadernacion_canutillo  wiros

Encuadernación japonesa. Es la menos habitual porque el manipulado es más complejo y por lo tanto, suele ser más costoso… y es la culpable de haberme borrado parcialmente las huellas digitales. Se trata de una encuadernación cosida con hilo continuo creando un diseño más o menos complejo. El acabado es bastante artesanal como merece algo que se denomine japonés (tan cuidadosos ellos con los detalles). En este tipo de encuadernación la portada (generalmente, más dura que el resto de hojas) está hendida (tiene marcado un pliegue) para facilitar abrir el libro.

japones japones4 japonesa2 japonesa3

Es importante que cada empresa defina qué quiere lograr y que haga un buena inversión (que no implica necesariamente mucho dinero) en su papelería corporativa porque “solo hay una primera oportunidad para causar una buen impacto”. La papelería corporativa hablará de la empresa cuando el comercial no esté delante. ¿Qué queréis que vuestra papelería cuente de vosotros? Pues imprimid dicho mensaje en vuestro logotipos, vuestros folletos, vuestras tarjetas de empresa… Igual de importante que es no escatimar en la papelería, también es muy importante que la empresa asuma su capacidad económica y se ajuste a su presupuesto… pero, eso sí, nunca haciendo chapuzas (que es lo que suele lograrse en un 95% de las veces que se eligen ofertas en la que ofrecen lo mismo que el resto de profesionales pero a un 20% de su precio medio de mercado) ni regateando hasta la extenuación a los profesionales que hacen el trabajo.

Respecto a las chapuzas, es importante que los empresarios y autónomos incorporen a su vocabulario  (y lo tengan muy presente) el término baja temeraria. ¿Qué es baja temeraria? Pues lo que decía antes, obtener algo que vale 100€ a 10€. Obviamente, un buen negociante sabrá buscar la mejor oferta pero esa «oferta perfecta» no debe basarse en el precio sin más, sino en el precio respecto a la calidad de los materiales y el trabajo. Preguntaros porque un precio es mucho más barato que el que os dan el resto de colaboradores ¿será que el resto de los profesionales son unos «piratas»? ¿o será que en esta opción se escatima en «algo»? Porque claro, luego somos muy rápidos a la hora de reclamar… pero no es lo mismo lo que le puedes reclamar a un chuletón en Arzak que a un Bic Mac en Mcdonald (sin desmerezer a la hamburguesa) ¿Os imagináis pedir una hamburguesa en un restaurante fast food y reclamar que la carne no está al punto o si la salsa te resulta pesada? Entonces, quien compra 500 tarjetas corporativas a 25€ ¿Por qué cree que va a  tener cabida una reclamación respecto a la calidad del papel o el acabado de la impresión? No es que no tenga derecho, que lo tiene, sino que quien va a comer unos nuggets al Burguer debe asumir que no va a encontrar en su plato (perdón, bandeja), pollo ecológico de corral y quien compra unas tarjetas a un precio irrisorío, no va a recibir un papel de alta calidad ni una impresión elegante. Nadie da duros a pesetas.

Respecto a regatear, ¿que puedo decir? Supongo que como profesionales, todos tenemos clientes que piden descuentos: los hay que los piden rara vez, los hay que los piden a veces y los hay que los piden siempre. Por principio, yo soy poco amiga a hacer descuentos, porque, al final, dar un descuento es reconocer que el margen comercial que aplico a mi producto está inflado (puesto que tengo margen para reducirlo y, aún así, seguir siendo rentable) pero además es que muchas veces implicar perder beneficio (a veces ya mínimo), arriesgar los procesos o trasladar a mis colaboradores o suministradores la presión para que se “aprieten el cinturón” en una época en la que los cinturones ya están más que ajustados. Es verdad que cuando hablamos de grandes cantidades es más fácil lograr algún tipo de descuento porque mayor volumen de material prima suele reducir los costes… pero a mi me han llegado a pedir descuento para hacer 200 tarjetas de lo más sencillas.  Alguna vez hasta me resulta ofensivo porque ya nadie aprecia (y menos quiere pagar) el trabajo profesional  “¡400€! ¡Pero si eso me lo puede hacer mi hijo en casa con su ordenador!”…. “pues nada señor” me gustaría decirle “vaya a que se lo haga su hijo y no me haga perder el tiempo”…. porque el proceso de pensar y presupuestar también me cuesta y nadie me paga por ello.

Además, clientes del mundo, como profesional puedo decir que  pedir constantemente descuentos ocasiona que cada vez que esa persona o empresa pida un presupuesto, lo reciba «inflado» porque se sabe de sobra que, a continuación, va a pedir «su descuento». Nadie en tonto ¡Y el diablo menos!

Bueno chicos y chicas, pues hasta aquí mi post de hoy: 40% formativo / 60% reivindicativo. Es lo que tienen las bitácoras personales…

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Acciones sostenibles: una forma de ayudar al medioambiente y a nuestro bolsillo

Ay, perdonad que hoy llegue un poco tarde… pero es que la técnologia me ha jugado una mala pasada ¡Había programado el post de hoy para el 3/11/2424 ¡Total nada!¡Diez años tarde! Menos mal que me he dado cuenta hoy mismo, jajajajaja… es que es complicado estar en todos los sitios a la vez!!! Pero nada de excusas…

Mea culpa!»

En fin… ¡vamos al post de hoy!

Los que me conocéis sabéis que soy una persona a la que le gusta rodearse de buenas vibraciones, gente positiva y vivir la vida de una forma sana y natural. Y precisamente por esto último, es por lo que estoy tan conciencia con el respeto al medio ambiente. La verdad es que no soy precisamente una “chica de campo” – a pesar de veranear desde hace años en un precioso pueblo en medio de los pinares sorianos- sino que soy más bien “de asfalto” 😉 pero ello no implica que no me preocupe, y mucho, qué bosques y ríos vamos a dejar en herencia a nuestros hijos…. y la calidad de aire que respiramos cada día.

Está claro que nadie tiene en su mano de forma exclusiva como salvar nuestro “ahumado” planeta pero sí es ciento que cada cual deberíamos aportar nuestro “granito de arena”.

El cuidado del medio ambiente es un tema que no solo lo aplico a mi vida personal, sino también al profesional… porque también en nuestro lugar de trabajo, hay que actuar de forma responsable con nuestro entorno. De hecho, no pocas empresas ya toman en cuenta la responsabilidad medioambiental de sus proveedores a la hora de selecionarlos dentro del abanico de posibilidades que tengan. Por ello cada vez más empresas deciden acceder a la  certificación ISO 14001de Gestión Medioambiental.

Hace poco encontré en LinkedIn un post de Rocío de la Torre Gijón dónde daba algunos consejos muy interesantes para organizar eventos respetuosos con el medioambiente y que reproduzco parcialmente a continuación:

1.- Reducción de envases de agua sustituyéndolos por jarras de agua (si el agua local es de calidad).

2.- Recomendar el uso del transporte público en la nota de protocolo.

3.- Proponer descuentos en el precio del billete del transporte público a los asistentes.

4.- Usar decoración reutilizable.

5.- Usar en el catering de productos de temporada y regionales para ahorrar costes y energía del transporte de los mismos.

6.- Elegir una sede con sistema de climatización.

7.- Implementar puntos de recogida de residuos (papel y plasticos) en la sede.

8.- Hacer regalo del evento no materiales, como entradas al teatro o a los museos de la localidad.

9.- Usar de tarjetas de identificación o cartelería standar ( sin fecha o lugar ) para su aprovechamiento.

10.- Crear una memoria de sostenibilidad que contenga las medidas tomadas para mejorarlas en futuras ediciones.

Desarrollar acciones sostenibles en nuestro trabajo no solo supone un respiro a nuestro maltrecho entorno, sino que también puede ser una forma de ahorrar gastos. Si os interesa, podéis encontrar más información a este respecto en la web del GMIC (Green Meetings Industry Council) .

EVENTOS SOSTENIBLES

Infografía de Marta Martines. Evento: Ser verdes… o no ser verdes.

A todas estas ideas, me gustaría añadir algunas inciativas propias:

– No imprimir si no es imprescindible, y si lo es, imprimir a doble hoja para aprovechar mejor los folios.

– Imprimir en modo borrador para ahorrar tinta

– Usar como relleno de cajas (para que no se golpee el contenido dentro del continente) lo papeles destruidos en la destructura de papel y que no contegan información confidencial.

– Dar prioridad al uso de documentación electrónica en vez de impresa, que además de contaminar apenas, resulta más barato: en vez de ir a las reuniones con una carpeta llena de papeles impresos, voy con mi tablet (y un CD o pendrive con la copia de la información que quiero facilitar al cliente, lo que además me sirve de merchandising).

Como veis, no se tratan de grandes revoluciones sino de cambiar «un poquito» algunos habitos. Si vosotros tenéis alguna idea para cuidar el medioambiente en el trabajo ¡Me encantaría oírlas!

Bueno y volviendo al tema de reciclar (que es una de las soluciones al tema de los residuos) en Internet podéis encontrar un montón de ideas geniales para dar nuevos usos a elementos supuestamente desechables:

Posavasos hechos con CDs

posavasos CD

Salvamanteles realizados con corchos de vino

salvamantel corcho

Jardineras que antes eran latas

como_reciclar_latas_de_conserva_3

Armarios con cajas pintadas

armario con pallets cajas

… o con pallets

puff-de-pallet

¿No os parece una forma estupenda de reciclar y añadir estilo a nuestra casa u oficina?

… Y aprovenchando la “coyuntura” os invito a visita la web Ecocucina que da muchos consejos para disfrutar nuestra casa de forma ecológica, como puede ser cocinar usando el calor del lavavajillas (a la vez que limpias los platos) ¡No os lo perdais que es muy curioso!

vasetto-baccala-lavastoviglie

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Nota: Pinchando en las imagenes iréis a los sitios de dónde son originalmente.

Presentaciones Efectivas (II)

Hace muy poquito, en mi post “Presentaciones Efectivas. Una imagen vale más que mil palabras”, os hablaba de la importancia que tiene el saber desarrollar presentaciones de forma óptima. La verdad es que estamos habituados a trabajar mal porque es oír la palabra “presentación” y nos ponemos cómo locos a encender el PowerPoint (o el KeyNote o el Prezi…) sin antes pararnos un segundo a pensar qué queremos hacer y cómo necesitamos hacerlo. Las prisas nunca son buenas.

La verdad es que siempre que puedo, aprovecho a escribir los post a raíz de alguna necesidad que tenga o una curiosidad que me ha surgido ¡Así mato “dos pájaros de un tiro”! … y en este caso no ha sido diferente. La semana pasada tuve que dar una charla sobre cómo desarrollar presentaciones… pues eso… efectivas. Y me puse manos a la obra con este PowerPoint que os presento en el post de hoy. Creo que me ha quedado una presentación clara, orientadora y muy sencilla de seguir… y por supuesto, la dejo a vuestra disposición!!

Microsoft PowerPoint - Presentaciones efectivas.pptx

Podéis verla en línea desde mi perfil de Slide Share. ¡Espero que os sea útil! Desde luego a los oyentes del otro día les encantó 😉

En el caso de que tengáis que hacer una presentación, también os será de ayuda releer mi post “3 Consejos para desarrollar discursos efectivos” porque, como podréis comprobar en el descargable de hoy, el argumento es la parte fundamental de cualquier presentación.

No debemos desarrollar el argumento a partir del PowerPoint, si no que hemos de hacer el PowerPoint a partir del argumento»

Ya sé que lo habitual es lo contrario y más o menos “salvamos el tipo” pero ¿os imagináis a Pedro Almodóvar dirigiendo una película antes de tener el guión? ¿o a un arquitecto construyendo una casa antes de haber terminado los planos? ¡Pues eso! Es muy importante empezar las cosas por el principio… y en el caso de presentaciones, todo empieza en el argumento (o ponencia) que queremos desarrollar.

Y hablando de ponencias, otra charla que me gustó mucho dar -hace apenas un par de semanas- fue la de “Reputación on line” que se celebró en el Colegio Mayor Mara (www.colegiomayormara.com). En su momento se me pasó dar las gracias pero ¡de hoy no pasa! Muchísimas gracias a la directora, Begoña Perez, por su amabilidad y flexibilidad (a veces mi agenda es un poco caótica) y a las alumnas por su atención e interés a pesar de que fuese tarde ¡Da gusto dar una ponencia cuando eres tan bien recibida! Durante la hora que estuve con ellas traté en profundidad los conceptos de identidad, marca y reputación on line que tanto debemos cuidar. Ya hice un post sobre ello hace tiempo y por supuesto, os invito a leerlo: No me engañes, que te veo.

Y para terminar, quería compartir con todos vosotros el hecho de que el próximo noviembre hago un año como blogger.

1

¡Maaaaaadre miiiiiia! ¡¡¡¡¡¡ Un año!!!!!! Me da un poco de vértigo porque cuando empecé no creí que iba a ser tanta responsabilidad y tiempo invertido, ni mucho menos que le iba a coger taaaaaaaaaanto cariño a “Comunicación para Dummies” ¡Pero así ha sido!  Además, reconozco que está siendo una gran plataforma para promocionarme y hacer nuevos contactos de interés. No es que fuera un objetivo en sí pero ¡oye, tampoco está nada mal! 😉

La verdad es que me gustaría agradecer a todos los que me seguís, vuestra confianza y fidelidad. Es un orgullo ver que las visitas van en aumento, igual que los distintos países desde donde me leéis. Me gustaría premiar el tiempo que me dedicáis cada semana por un par de regalos, humildes pero muy profesionales ¡y de mi propia cosecha!

El primero de es diseñar el curriculum vitae de uno de vosotros. Pero no un curriculum normal sino un curriculum en Prezi. Quizá sea una aplicación que no conocéis pero os aseguro que está en auge y os sorprenderá tanto como a vuestro seleccionadores ¡No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Como un ejemplo es mejor que mil explicaciones, podéis ver mi Prezi-Cv pinchando aquí. El precio del trabajo en mercado es de entre 150€ y 350€.

El segundo regalo será el desarrollo una presentación comercial a una pyme o autónomo. Cualquier venta, incluso la nuestra o de nuestra marca, es más sencilla si la acompañamos de una presentación visual y que nos beneficie. El precio medio en mercado sería de unos 400€. En este caso también tengo que agradecer la colaboración a mis amigos de Pymecom.

Adorable family baking together in the kitchen

Ya os contaré cómo entrar en el sortoe cuando llegue mi «cumple»!!!!!!!!!!!

Bueno… os tengo que dejar que tengo un folleto que hay que mandar a imprenta sin esperar ni un minuto más.

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro