Ya he comentado en alguna que otra ocasión que me gusta cocinar y tengo la suerte de contar con un marido y unos amigos que me dejan experimentar con ellos como si de cobaya se tratasen ¡Y así da gusto! Al fin y al cabo, cocinar es cuestión de práctica….
La verdad es que me gusta más organizar una comida o cena en casa que a un tonto un lápiz… pero eso sí, igual que me gusta hacer de “cocinera” antes de que lleguen los invitados, también me gusta hacer de “señora de la casa” cuando cruzan la puerta!! Para mi es importante que la comida no requiera de mi presencia durante el aperitivo porque creo que tan importante como dar de comer “bien” es atender a los invitados como ellos se merecen… y no dejarles solos en el salón la mitad del tiempo!!
A veces sueño con esas cocinas americanas, con una isleta para más señas, que están comunicadas con el salón… de este modo podría estar cocinando y atendiendo a los invitados. Pero no es el caso. La verdad es que es curioso que algo que el EEUU es un valor añadido (salón y cocina comunicados en un único espacio abierto) en España es un contra.
Pero bueno, a lo que íbamos… que como creo que la cocina es una cosa que se me da bien y como no pocas veces me han pedido recetas, me he animado a compartir con vosotros seis recetas muy fáciles que seguro os harán quedar muy bien sin demasiado esfuerzo.
He elaborado un pequeño menú que bien podría servir como cena tipo coctel, con varios platos de degustación. Son seis platos que se pueden preparar de forma anticipada pues, como he comentado, lo importante no es solo hacer una cena rica, sino poder disfrutar de nuestros invitados cuando llegan. Los menús con “cosas de picar” pueden dan algo más de trabajo que un menú tradicional pero también es mayor el porcentaje de éxito por la variedad de platos.
QUESO FRITO CON MERMELADA DE PIMIENTOS ROJOS
Mermelada de pimientos rojos:
Se pone a cocer a fuego medio durante media hora pimiento rojo con agua. El agua debe ser la justa para cubrir y si vemos que se nos seca, añadimos más.
Cuando los pimientos estén blandos, se añade el azúcar que con el calor se disolverá en un momento; es mejor no echar el azúcar antes pues aumentamos las posibilidades de que la mezcla se agarre al fondo de la cazuela. Cuidado que no se pegue porque daría un sabor amargo a nuestra mermelada.
Luego se trituran los pimientos y se cuela con ayuda de una cuchara o almirez para eliminar la piel. La textura, debe quedar un poco más espesa que un “potito”, por eso es importante que no nos pasemos con el agua.
Se conserva en la nevera varios días.
Queso frito:
Se parten porciones de queso (si no viene ya en porciones), se reboza en huevo y pan rallado (y se repite la operación en caso de queso sin corteza, como el queso de cabra) y se fríe en aceite de girasol caliente.
Los quesos que tienen corteza (tipo brie o camember en pociones o barra) son menos arriesgados a la hora de freir pues es más difícil que se rompa la costra que forma del huevo y el pan rallado y se salga el queso durante la fritura. Mi favorito para esta receta es le brie en barra.
Se conserva en la nevera.
HOJALDRE DE SALMÓN Y HUEVO HILADO
Esta receta es tan fácil como colocar una lamina de hojaldre, extender encima una capa ligera queso filadelphia (ojo! Hacerlo cuando el hojaldre este recién sacado de la nevera pues enseguida pierde consistencia y podemos romperlo), el pescado ahumado y, encima, una capa generosa de huevo hilado. Se cubre con otra lámina de hojaldre y se cierra como un tenedor (como se cierran las empanadillas) o haciendo un pliegue a la masa (como se cierran las empanadas).
Se mete al horno, que previamente hemos precalentado a 180ºC, sobre papel de cocina y se deja unos 15-20 minutos. Cuando empieza a tomar color la masa (a mitad de horneado), se pinta con huevo crudo batido para que le hojaldre brille; si el huevo se unta al principio corremos el riesgo de que se queme . Lo único que hay que conseguir es que la masa se cocine (pues lo de dentro ya está cocinado) y quede crujiente.
Ojo no pasarnos con el tiempo de horneado pues nos arriesgamos a que la masa se queme y/o que el salmón se seque (cosa que ocurre cuando pasa de color naranja vivo por otro más apagado) y pierda jugosidad, que es un punto muy importante en el caso de esta empanada.
Se conserva un día a temperatura ambiente aunque si hace calor, yo aconsejo dejarlo en la nevera.
PIRULETAS DE HOJALDRE
Se rehoga cebolla en trocito muy pequeños y se añade el bacón. Cuando está cocinado, se añade la nata, la sal, la pimienta blanca y la nuez moscada. Se apaga el fuego y se añade la mozarella y se mueve hasta que quede fundida e incorporada a lo anterior. Debe quedar una crema espesa.
Se extiende la lamina de hojaldre y se coloca encima el relleno. Luego se enrolla.
Lo ideal es volver a meterlo en la nevera un rato para que la masa, que con el calor ambiente se ha ablandado, se endurezcan de nuevo lo que facilitará su manipulado.
Despues, se cortan las rodajas poniendo un palillo, haciendo de cierre. Si la masa está muy blanda, las piruletas se achatarán.
Se colocar papel de cocinar en la bandeja del horno y se pinta ligeramente con aceite para que los rollos no se peguen. Se colocan encima los hojaldres tumbados y se pintan también con aceite por encima.
Se mete la bandeja con los rollitos de hojaldre en el horno, precalentado a 180 ºC, durante unos 15 minutos o hasta que el hojaldre se vea tostado ligeramente. Nunca meter el hojaldre cuando el horno esta sin calentar pues la masa no sube igual. Es importante dejar suficiente espacio entre ellos pues el hojaldre aumenta de tamaño. Cuando estén tostados por un lado, voltearlos para que se tuesten por el otro lado.
Enfriar fuera del horno a temperatura ambiente.
SALMOREJO CON BERENJENAS Y PARMESANO
(imagen sacada de delokos.org)
Salmorejo:
Se ponen el ajo y el tomate y se tritura. Se añade el vinagre, la sal y el pan y se vuelve a triturar. A más pan, más espeso queda. Con un robot de cocina, la crema queda más ligera pero si no lo tenéis, se hace con una batidora de toda la vida, trabaja más tiempo para que quede uniforme y sin grumos. El aceite se puede añadir al final (y batir unos segundos) o cuando el vinagre. En el primer caso, el salmorejo quedará rojo; en el segundo caso, el aceite emulsiona y el salmorejo quedará anaranjado. A mi me gusta más la opción naranja.
Berenjenas a la andaluza:
Se cortan las berenjenas en láminas finas (también se pueden cortar tipo patata paja), se salan ligeramente y se meten en el micro durante un minuto. Se que no parece muy ortodoxo pero es una forma de que suelten el amargor y se ablanden ¡que no hay nada peor que comer una berenjena cruda!. Luego se lavan ligeramente y secan.
Se mete en una bolsa de plástico un poco de harina, se meten las laminas de berenjena secas, se cierra la bolsa y se sacude como si fuese una maraca. De esta forma, cada berenjena se impregna de la cantidad justa de harina. Se sacan los filetes de berenjena y se tira la harina sobrante.
Se bate un huevo y se le añade un pizca de sal y una cucharada generosa de miel que, si es muy espesa, ablandaremos en el micro durante unos segundos. Se pasan las berenjenas en el huevo aliñado y, seguidamente, en el pan rallado.
Se fríe en abundante aceite (sin que las berenjenas toquen el fondo ni entre ellas) y se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Dejar enfriar ¡sin cubrir por film! para que sigan crujientes cuando las metamos en el salmorejo.
Montaje:
Se coloca el salmorejo en un bol pequeño, se espolvorea con lastas que queso tipo parmesano, aunque la opción tradicional del jamón también vale. Se pone dentro un par de láminas de berenjena (como se ponen los barquillos en los batidos) en el momento antes de servir (si no, se quedarán muy blandas y corremos el riesgo de que se vayan al fondo del bol).
CRUJIENTE DE MORCILLA Y COMPOTA DE MANZANA
(Imagen sacada de www.ilovetapas.com)
Compota de manzana:
Se corta la manzana en trocitos pequeños y se rehoga con una gota de aceite hasta que ablande y se le añada un poco de miel y agua (lo justo para que no se queme). También sirve hacer las manzanas al horno con azúcar. En ambos casos, luego triturar la pulpa con un tenedor (para que quede con tropiezos)
Rollo de morcilla:
Se saca la morcilla de la tripa y se calienta en una sartén para que sea más manejable. No hace falta echar aceite ni que el fuego este alto… basta con dejar que la grasa de la morcilla se funda y haga su trabajo en la sartén. Se añade la compota en un proporción de 1 cantidad de morcilla 1/3 de compota y se mezcla y reserva en un bol para que enfríe
Se extiende la masa filo y se cortan rectángulos generosos. Es importante conservar en la nevera las lamitas de filo con las que no estemos trabajando pues se secan en seguida con el contacto del aire y luego se rompen al trabajar con ellas.
Se pone en un lado del rectángulo una cucharada de morcilla con manzana fría o templada (¡nunca caliente!) y se cierra como si fuese un rollito de primavera, una samosa o un barquillo. En internet podréis ver muchos tutoriales.
Se fríen los rollos en aceite muy caliente y se colocan sobre papel absorvente.
Se presentan los rollos con un poco de miel por encima y/o se espolvorea un poco canela opcionalmente. Se sirve compota de manzana por separado.
ALCACHOFAS RELLENAS DE FOI
(imagen sacada de es.paperblog.com)
Se pueden usar alcachofas frescas o congeladas pero nunca en conserva. Si son frescas, hay que limpiarlas bien para lo cual se corta la mitad superior y se eliminan las hojas más duras para quedarnos solo con el corazón. Los rabos de la alcachofas no los vamos a usar pero ¡no los tiréis! Que los podéis cocer y comer por otro lado.
Se hace un sofrito con ajo, cebolla y se rehogan un par de minutos los corazones de la alcachofas. Se cubre de agua y un chorro generoso de vino, se añade sal y se pone a cocer. El tiempo de cocción son unos 20 minutos es una olla normal o unos 6 en una olla rápida. Lo importante es que queden tiernas pero no se deshagan.
Una vez cocidas se sacan y cuando estén frías, con una cucharilla se saca el centro de la alcachofa que tienen unos “pelillos” muy desagradables de comer. Algunas congeladas no los traen.
A continuación se rellenan. Si lo hacemos con foi, hay que marcar el taco de foi a la plancha y luego cortar en trozos más pequeños que será los que coloquemos dentro de la verdura. Si usamos paté, bastará con que cortemos trozos del boque que previamente estará en la nevera (o incluso en el congelador) para facilitar el corte. Se reservan.
La salsa donde hemos cocido las alcachofas, se le retira el laurel y se tritura. Si hay demasiado agua, se pone a reducir antes. Dicha salsa se pone de base en un recipiente que pueda meterse al horno (a mí me gustan los típicos de barro para asado), sobre ella se ponen las alcachofas y se meten al horno a gratinar a 180ºC-200ºC durante 5-10 minutos para el que paté haga una pequeña corteza. También se puede usar un soplete de cocina.
Se sirven calientes o tibias porque lo que si lo hemos hecho antes, dejaremos el tiempo de gratinado para el último momento o, simplemente, se calientan en el mismo horno (a unos 150ºC o el microondas).
Se pueden servir con una línea de crema de vinagre de modena y de Pedro Ximenez aunque mi opción preferida es poner encima un poco de cebolla confitada.
¿Qué os parece la propuesta? ¡Ya me contaréis!
Hasta la próxima semana que os traeré un artículo muy interesante sobre promoción on line ¡Imprescindible para quien quiera triunfar en el mercado laboral!
Esther Morillas
Colaboradora de pymecom
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