Satisfacción vs falsas expectativas

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Comunicación para Dummies…

A ver, dummies ¿Quienes de vosotros queréis tener éxito profesional? ¡Qué levanten la mano! Pues estáis de enhorabuena porque hoy os voy a contar algo que os ayudará a lograrlo.

La clave para tener éxito en esta vida es… (redoble de tambores)… ser capaces de vender lo que queremos ofrecer, ya sea un servicio, un producto o a nosotros mismo como profesionales. Fácil, ¿no? 😉 . Pues lo vamos a poner un poco más díficil todavia, porque no solo se trata solo de ser capaces de venderlo, sino también de obtener la satisfacción de quien “nos lo compra”. Y a veces, eso es más difícil que vender (si no, que se lo digan a los Rolling Stones).

La satisfacción

El problema de la satisfacción – y de otras cuestiones intangibles (confianza, buena imagen, reputación…) – es que son difíciles de cuantificar y medir. Comprobar si vendes más o menos que el año pasado o si tus beneficios han aumentado es fácil: solo hay que echar números… pero ¿cómo compruebas “cuanto” de satisfechos están tus clientes? La satisfacción de nuestros clientes no es algo que se deba ignorar porque es una de las variables que afectan a la hora de fidelizarles… y dicha fidelización es fundamental si se quiere tener éxito.

Hay muchas formas de valorar la satisfacción de nuestros clientes: encuestas, estadísticas y teorías varias. No obstante, hoy no voy a hablar de estas cuestiones (tan interesantes y aburridas a partes iguales) sino sobre cómo saber si existe o no satisfacción respecto a un trabajo, servicio o producto. Es tan sencillo y complicado (paradojas de la vida) como que: Scanned Document

Porque claro… ¿Cuándo está satisfecho un cliente? Cuando el resultado que obtiene al adquirir algo es mayor o igual que las expectativas que tenía de ello. Me explico: si yo veo el anuncio de un dulce que tiene una pinta estupenda y cuando lo compro resulta que no lo está tanto, mi expectativa era mucho mayor que el resultado obtenido y, por la tanto, mi satisfacción será pequeña o, incluso, negativa. Si compro algo que no parece muy bueno (expectativa baja) pero resulta ser excepcional (resultado alto), la satisfacción será positiva.

En resumen, si al restar las ”expectativas” al “resultado”, obtengo 0 o un valor en positivo (hablando en términos matemáticos), habremos logrado éxito. Si el resultado fuese negativo, no existiría satisfacción ni éxito alguno… y tocaría o mejorar nuestro producto/servicio o disminuir las expectativas de mi audiencia.

Habrá quien diga ¿¿¿Cómo que disminuir las expectativas??? ¡Pues sí! Está claro que si el producto que se ofrece es malo, poco se podrá hacer para lograr éxito pero muchas veces el problema no está en el producto o servicio (que de hecho, puede ser muy bueno) si no en que se le ha hecho un publicidad tan exagerada que es casi imposible no defraudar: si tu vendes unos prismáticos normalitos como si fuesen “tecnología punta”, seguro que decepcionan a quienes los compren; si lo vendes como un producto para uso amateur, no fallarán las expectativas ni la satisfacción del cliente.

FALSAS EXPECT

Las expectativas y el resultado también dependen de otras cuestiones como son el precio que apliquemos a nuestro producto (relación calidad / precio) y el enfoque de la venta, es decir, en dirigir correctamente nuestra acción comercial al segmento de público que lo necesita o puede necesitar (target objetivo). Pero estos son dos temas muy complejos que dejaremos para otro día.

El éxito de un producto reside pues, entre otras cosas, en crear una publicidad a su altura: ni por debajo, ni por encima. Si la publicidad queda por debajo, no estaremos explotando todas las fortalezas que hay y perderemos posibilidades de negocio. Si la hacemos por encima, puede que captemos mucha atención inicial y generemos alta intención de compra pero al  final decepcionemos al consumidor por crearle falsas expectativas.

Las falsas expectativas

Cuando generamos en un cliente unas expectativas que no van a verse satisfecha se produce lo que llamamos falsas expectativas. Dichas falsas expectativas pueden ser conscientes o inconscientes, es decir, puede ser que la empresa que vende sepa que su producto es “menos” de lo que promete ser o puede que no lo haya valorado correctamente. Lo que diferencia ambos casos es la buena voluntad de la empresa (el que quiera o no engañar) pero la responsabilidad es la misma.

Generar en nuestros cliente unas expectativas realistas es fundamente para alcanzar la satisfacción que nos ayudará a vender más y a lograr una reputación positiva. Tengamos en cuenta que cada uno de nuestros clientes, a nivel individual, es un foco de publicidad. El tipo de publicidad que se produce por el boca-a-boca, ya sea directa o a través de las redes sociales, es lo que llamamos buzz marketing.

Como curiosidad (un kit-kat) os contaré que esta forma de marketing se llama así porque “buzz” es la onomatopeya en inglés del ruido que hacen las abejas, quienes usan esta forma de comunicación con sus congéneres (fin del kit kat).

El buzz marketing puede ser planificado y dirigido por la empresa o no… pero existir, existe siempre. Se trata de una herramienta de venta muy efectiva debida a su alta viralidad, es decir, por su alta capacidad para expandirse entre el público, tanto si es para hablar bien como para hablar mal: lamentablemente, la buena publicidad corre… pero la mala ¡vuela! Por ello es tan importante que los cliente sean siempre una foco de publicidad POSITIVA.

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Esto de las “falsas expectativas” se puede aplicar a nosotros como profesionales, a los productos o servicios que queremos vender y a todos las acciones que emprendemos. Obviamente también podríamos hablar mucho sobre las falsas expectativas a nivel personal pero eso ya es harina de otro costal en la que no entraré.

Falsas expectativas a nivel particular

Si hablamos de nosotros como profesionales, crear falsas expectativas es seguramente una de las formas más rápidas de obtener mala reputación. En general podemos afirmar que las mentiras “tienen las patas muy cortas” y que quien miente respecto a si mismo y su circunstancia, tarde o temprano es pillado.

Con la incorporación de Internet a la vida laboral, no pocos profesionales se amparan en el falsa sensación de seguridad que da la red, para venderse como mucho más de lo que son en realidad: solo hay que ver cuando “listo” se publicita como el nuevo “gurú” de lo que sea. Ojo, que “haberlos, haylos”, pero mi consejo es que desconfiéis de cualquier que se autodenomine (a bombo y platillo)  como un “experto” o “gurú”; generalmente la gente grande (G-R-A-N-D-E) de verdad es mucho más humilde y demuestran lo que saben con hechos y no con speechs comercialmente atractivos.

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Si eres un buen profesional que se vende como un buen profesional, tendrás la mitad del camino recorrido cuando te encuentres con “esa” persona a quien te interesa conocer (la persona que te va a contratar, el colaborador con quien quieres trabajar, el cliente que está interesado en tus servicios…) pero si eres una buen profesional que se vende como uno excepcional, terminarás auto-descubriéndote a ti mismo: en las distancias cortas es muy difícil mantener una mentira. Y lo peor es que, del mismo modo que una gota de tinta enturbia un vaso de agua, una mentira que manche tu curriculum seguramente “tire por tierra” tu reputación profesional. No merece la pena mentir, por mucho que Internet invite a hacerlo. Como si fuesemos un producto más, hemos de aprender a “vendernos” resaltando nuestras fortaleza y matizando (u omitiendo) nuestras debilidades ¡jamás inventando o mintiendo!

Podéis leer más a este respecto en mis posts “No me engañes, que te veo” y “Mejorar nuestra identidad virtual”.

Falsas expectativas respecto a productos o servicios

Cuando hablamos de productos o servicios también es importante no generar falsas expectativas por todo lo antes explicado. Es verdad que las exageraciones, dosificadas, tienen su cabida en publicidad: “el turrón más caro del mundo”, “tenemos los precios más baratos del universo”, “comprar nunca ha sido tan fácil”… pero hemos de asegurarnos que el cliente entiende “sin lugar a duda” que nuestras afirmaciones son parte de nuestra campaña publicitaria y no deben ser tomadas al “pie de la letra”. A ver… que esto es un poco lioso de explicar…

Puede ser admisible (ejem, ejem) exagerar si el cliente conoce de sobra que se trata de una exageración ¿Alguien espera que en el restaurante de hamburguesas de turno (comida rápida) te sirvan un sándwich tan jugoso y “relleno” como los de su publicidad? o ¿Qué “tal” máscara de pestaña convierta las tuyas en una abanico tupido como las de la modelo anuncio? No estoy diciendo que eso esté bien, solo que no suele afectar a la satisfacción del cliente pues bien saben que “esa” publicidad está exagerada y sus expectativas son bastante más realistas.

El concepto de “falsa expectativa” puede relacionarse con el término “publicidad engañosa”, lo cual es mucho más grave. Se llama publicidad engañosa a la que además de generar falsas expectativas de forma voluntaria, busca adrede engañar al consumidor para obtener algún beneficio; este tipo de publicidad constituye un fraude.

No hemos de olvidar que la publicidad tiene carácter contractual, es decir, que las empresas están obligadas a que su publicidad sea cierta: si en un folleto pone que tal jersey cuesta 10€, no pueden querer luego vendértelo a 100€ porque eso se puede denunciar ante las autoridades competentes y la OCU.  Las empresas suelen “curarse de espanto” poniendo en algún sitio de su folleto o catálogo, el letra muy-muy pequeña, que la información contenida es cierta “salvo error de impresión”, por ejemplo. Quien hace la ley, hace la trampa.

Falsas expectativas en las acciones comerciales

Esta es una cuestión muy parecido a lo ya comentado pero creo que se merece una mención aparte, porque tiene que ver con la comunicación pura y dura, algo que sabéis me apasiona.

Una de las cosas que se buscan las acciones publicitarias y de comunicación es centrar la atención sobre tal empresa, producto o evento y para ello es muy útil crear expectación. Sirve de ejemplo esas campañas donde primero se lanza un gancho (“El 1 de marzo va a pasar algo grande”) y luego se publicita el producto en sí (por ejemplo, el lanzamiento de un nuevo monovolumen). Este tipo de acciones se llaman “teaser” o campaña intriga y se basa en generar expectación en nuestro público a fin de lograr que se recuerde con más intensidad lo que queremos vender. Dicha intriga o curiosidad necesita una llamada de atención potente y por ello a veces se suele pecar de ser un poco exagerado; es importante usar la exageración con mesura si no queremos que el cliente, en vez de sorprenderse, se decepcione.

Igual pasa el merchandising o la organización de eventos, por poner otros ejemplos distintos. Me vienen a la cabeza dos casos muy aclaratorios a este respecto…

Una vez fui de invitada a una evento organizado por una denominación de origen de vinos y el regalo era un cortacapsulas (es una pieza que encaja en el cuello de la botella y lleva una pequeña cuchilla para cortar la capsula que recubre a veces el corcho de la botella). El regalo estaba bien, el problema es que venía dentro de una caja de madera con el nombre de una bodega y su tamaño invitaba a pensar que lo que iba dentro era una botella de vino de tamaño benjamin (botella de 200 ml también llamada piccolo o split). ¿Qué ocurre? Que abrir la caja pensando encontrar una botellita de vino y hallar en su lugar un cortacapsulas decepciona un poco y la gente no dejaba de comentarlo. Hubiese resultado mucho más exitoso colocar el cortacápsaulas en otro tipo de envoltorio o de otro tamaño para no crear una falsas expectativas.

Tan importante como elegir bien el tipo de regalo, es acertar con el envoltorio. No se da un marcapáginas, por bonito que sea, en un caja en la que coje una joya si el evento lo organiza una empresa de joyería o bisutería; no sé si me explico. El envoltorio es siempre una forma de crear expectación  pero es importante que dicha expectación (por el envoltorio en sí o la circunstancia) esté a la altura del regalo.

Otro ejemplo que recuerdo es el de una invitación a una entrega de premios musicales donde se incluía el logo de los Rolling Stones (la famosa lengua). Obviamente, la intención del responsable del diseño de la invitación era transmitir la idea de música rock pero en mi opinión «se le fue de las manos»; en la invitación se prometían “muchas sorpresas” y no se habían incluído otros logotipos grupales, lo que podía interpretarse como que iba a pasar algo relacionado con los Rolling (¿qué el grupo iba a estar presente?). Yo no estuve en el evento y no sé qué sensación causó no encontrar nada de los Rolling allí  (pues me consta que no lo hubo, salvo que se sortearon unas camisetas de varios grupos y lo mismo alguna era de ellos) o si alguien lo esperaba (lo mismo todo está en mi deformación profesional)… pero a mi, a simple vista, me pareció una forma de crear una expectación demasiado alta para el evento ¿No os parece?

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Bueno… pues me voy con la música a otra parte… ¡Hasta la próxima semana!

Bye- bye!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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En los detalles está en éxito: decoración y attrezzo.

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Comunicación para Dummies…

Hace un par de domingos estuve en un taller de facepainting. Para quienes no lo sepáis, el facepainting o pintacaras es el arte de maquillar el rostro de forma decorativa. Llevaba tiempo queriendo hacerlo pero la agenda no me daba más de sí!! El caso es que al final encontré el hueco y allí que me plante! El taller lo organizó Pintacaras Facepainting Madrid  que es una empresa que conozco desde hace tiempo, entre otras cosas, porque he contado con ella en algún evento pasado.

La persona que dirige y desarrolla estos talleres se llama Esther y ¡una emprendedora en toda regla! Fue un verdadero placer volver a encontrarme con ella porque además de ser una “artistaza”, es de esas personas que transmiten mucha energía ¡Y a mí eso es algo que me motiva muchísimo!

ESTHER

Ya sabéis que me encanta todo lo que tiene que ver con el arte y el DIY (o “hazlo tu mismo”) así que ¿cómo no iba a gustarme el facepainting y el bodypainting (maquillaje corporal)? El bodypainting me parece “demasiado” para mi (que soy más bien tirando a torpe) pero practicar facepainting no me imponía tanto. Vamos a ver… que mi intención a la hora de asistir al taller no era otra que poder maquillar a mis dos hijas con “un poco de gracia” para jugar, en ningún caso iniciarme con un fin profesional… aunque nunca se sabe 😉 jejejejeje

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Imágenes cedidas por Pintacaras Facepainting Madrid

Al margen de su aplicación doméstica o la animación de eventos infantiles, el bodypainting y el facepainting también tienen una aplicación profesional muy interesante ya que son perfectos para tematizar eventos ¡Qué mejor forma de llamar la atención sobre nuestro producto que sorprender a nuestros clientes!

Tematizar eventos

Los eventos son una de las acciones de comunicación que más me gustan desarrollar. Dan mucho trabajo pero, si se tiene experiencia y se conocen bien todas las posibilidades que existen, resultan muy originales y efectivos ¡y se conoce taaaaaanta gente! De un tiempo para acá parece que los eventos están “de capa caída”, cada vez se organizan menos, entre otras cosas por la falta de dinero… pero os puedo asegurar que un evento no tiene porque ser una inversión “desorbitada”, sobro todo si se planifica bien y se optimizan los recursos adecuadamente.

Ser capaces de sorprender es, muchas veces, la única forma de atraer la atención de nuestro público (ya de por sí, saturado de tanta “acción publicitaria”) y de eso se trata cuando organizamos un acto. Si queremos que nuestro público recuerde nuestro mensaje, servicio o producto hemos de ser capaces organizar un evento original y distinto… y para ello, nada mejor que cuidar todos los detalles, como, por ejemplo, la decoración y attrezzo.

El espacio: decoración y attrezzo

Un evento organizado en la típica sala de congresos sin más decoración que unos carteles es la cosa más anodina que hay. Pensemos que el mayor éxito de un evento es llegar a convertirse en una experiencia (y no solo una visita profesional); si además resulta innovador y atractivo, mejor!

Decorar una sala cuesta dinero (pocas cosas son gratis) pero la inversión se verá justificada por el beneficio (ROI) obtenido. Ya he hablado otras veces del término ROI (Return of investment o retorno de la inversión); el ROI o beneficio es lo que convierte un gasto e una inversión. Lo interesante es que dicho ROI sea medible (número de ventas cerradas, aumento de margen comercial, apertura de nuevos clientes,..) porque obtener beneficios menos tangibles (mejorar nuestra imagen corporativa, fidelizar a las cuentas, estrechar lazos con nuestra audiencia, etc) no satisface a todos los empresarios por igual (aquí es cuando me viene a la mente tio Gilito contando moneditas).

Los eventos son cuestiones muy complejas (más de lo que parecen a simple vista) que no se deben dejar en manos de «cualquiera»: solo un buen profesional puede planificar y desarrollar un evento, desde sus cimientos hasta su cierre, con garantías de éxito.

Volviendo al tema de la decoración, podemos distinguir entre decoración en general y el attrezzo. La decoración es aquello que hace atractivo o realza un espacio; el attrezzo, además de decorar, tematiza. En las artes escénicas, el attrezzo es sin más todos aquellos elementos que aparecen en una escena: desde los muebles, los  coches que circulan por la calle o la ropa del actor. Es una cuestión muy importante porque es lo que hace que el público se traslade al interior de la historia ¿Cómo te vas a creer que estas en una película de los años 30 si el protagonista habla por un móvil 4G? Los detalles siempre son superimportantes. Attrezzo también es, por ejemplo, la decoración de navidad: es lo que transmite la sensación de esa época y no otra. Y en los eventos, paso un poco lo mismo: hay que hacerlos creíbles.

No todos los eventos son iguales, ni todos las empresas, ni todos los productos.. y, por lo tanto, no todos los casos necesitan de un montón de decoración y attrezzo, pero es importante distinguir cuando sí para actuar en consecuencia y que nuestro acto sea un gran éxito.

A veces la cuestión decorativa se solventa con más facilidad si empezamos por elegir una sala adecuada a nuestras necesidades. Si somos una agencia de viajes que estamos promocionando nuestros viajes al Polo Norte ¿No será más fácil tematiza nuestro evento si lo organizamos en FAUNIA, en la sala de los pingüinos, que en un recinto ferial? Está claro que no tendremos que invertir mucho en attrezzo porque la sala alquilada ya lo tiene casi todo. O si queremos presentar un nuevo vino, ¿Por qué no organizarlo en unas antiguas bodegas medievales? Alquilar la sala adecuada puede marcar la diferencia y, además, ahorrarnos trabajo y dinero.

Tanto la decoración como el attrezzo debe “envolver” todas las acciones que afecten al evento: si organizamos una cena de gala donde queremos que prime la elegancia y la exclusividad, ello debe trasladarse a la sala, a la decoración, a la ropa de nuestro personal de apoyo, a las invitaciones, los regalos, el catering… Lo que hace que un evento sea coherente y creible es que todas las actividades planificadas se desarrollen e implementen en una misma dirección, buscando un mismo objetivo. Actuar de forma «contradictoria» puede ser contraproducente o, como poco, dejar desconcertado a nuestro público o con la sensación de “sí pero no”…. No sé si me explico 😉

Personal auxiliar

Otra cuestión que ayuda mucho a «dar lustre» a un evento es contratar a un equipo de auxiliares. A veces, estas personas desarrollan alguna tarea específica; otras veces son mero “jarrón decorativo” (aquí, en confianza, os diré que es más habitual lo segundo que lo primero). En el caso de que sean parte de la “decoración” del evento (¡Dios, que mal suena esto!) ¿Por qué ir vestidos con trajes más sosos que un bocadillo de pan con pan?  Hooooombre!!! ¡Que hay vida más allá de los uniformes tradicionales de azafata y azafato! Reconozco que los hay muy bonitos pero en general son un poco ¿aburridos?: falda, chaqueta y pañuelo (en el caso de ellas) y traje (en el caso de ellos). ¡Ojo! que hay eventos en los que un traje discreto no es solo importante, sino que es necesario… pero en aquellos casos en que el personal auxiliar sea un incentivo y herramienta de publicidad ¿Por qué no explotarla como corresponde?

Quizá sean las empresas del sector del motor, la hostelería y de las nuevas tecnologías las que más innovan a este respecto. Bien sé que el motivo principal es logar azafatas sexies que llamen la atención de los clientes varones. Vale… lo sé… no queda bien decirlo pero es así. Es verdad que a las mujeres también nos gusta ver a un azafato “bien plantado” pero realmente nos centramos más en el producto en sí mismo que en el “señor estupendo” que lo acompaña. Los hombres son más influenciables a este respecto, solo hay que ver, como ejemplo, las señoras estupendísimas que lucen al lado de cada coche en la Feria del Automóvil o al lado de cada corredor en las carreras de motor, sujetando una sombrilla y luciendo empastes (y escote).

Pero bueno… a lo que íbamos! Creo que mejor que un uniforme convencional de azafato y azafata, muchas veces sería un traje acorde con la empresa o el sector: colores corporativos y diseños representativos y que llamen la atención!!!!! Elegir un azafato o azafata “de infarto” está bien pero si le vestimos apropiadamente ¡mucho mejor! Y ahí es donde tiene su baza el facepainting y, sobre todo, el bodypainting.

El bodypainting es la técnica de maquillar el cuerpo, creando una segunda capa que oculta la desnudez: puede imitar ropa u otro diseño. Es una opción siempre sorprendente y, a veces, más barata que comprar trajes “originales” nuevos (salvo que estos se puedan reciclar en eventos posteriores). El maquillaje se puede adaptar plenamente a la marca, el evento y el objetivo pues siempre se hace “a medida”. Yo no he organizado o asistido a ni un solo evento donde el bodypainting no haya sido un completo éxito ¡Todo el mundo sale por la puerta acordándose perfectamente de la marca!

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Imágenes cedidas por Pintacaras Facepainting Madrid

El facepainting y el bodypainting no son las únicas prácticas que pueden tematizar un evento. Hay otras opciones, aún menos explotadas pero igual de efectivas, como son el uso apropiado de los colores, los olores (aromaterapia), la música o el catering (gastronomía).

Sobre la utilización de los colores en los eventos ya os hablé en mi post “No hay evento mal organizado, sino color mal escogido”. Si no lo leísteis en su momento, os recomiendo que lo leáis ahora pinchando aquí  pues ¡fue todo un éxito de visitas!

La aromaterapia, la música y la gastronomía también pueden ser herramientas de publicidad muy potentes para sorprender y captar la atención de nuestro clientes. La pena es que, por desconocimiento o miedo a innovar, no suelen utilizarse apenas. Otro día hablaré de ellas en detalle porque, de verdad, son tres posibilidades muy originales y super-efectivas.

Hasta el próximo lunes, dummies!

FACEPAINTING GRUPO

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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Empresas que no tienen cabida en Internet: haberlas, «haylas»

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Comunicación para Dummies

Hace tres semanas os comentaba que no todas las empresas tienen cabida en Internet. Sé que es una afirmación arriesgada porque ya hay quien me lo ha dicho… pero la mantengo! Yo entiendo que “achuchados” por la necesidad de no quedarse obsoleto, todo hijo de vecino quiere estar en la red (puedes ponerte en antecedentes pinchando aquí). Da igual quien seas, qué vendas o qué busques: parece que si no estás en Internet, no existes. Bueno… pues, tampoco es eso!

Es verdad que Internet es un canal muy potente para que los profesionales y las empresas se vendan. Las acciones de marketing, bien planificadas, dirigidas e implementadas, son un éxito asegurado… siempre que tu empresa necesite Internet. Por ahí, algún “purista” se estará rasgando las vestiduras al leerme “¿¿¿Cómo que “si tu empresa necesita Internet”??? ¡¡¡Todas las empresas necesitan Internet!!!”. No estoy de acuerdo. La realidad es que algunas empresa (un pequeño grupo) no necesitan Internet, bien por el tipo de negocio, de público o por los recursos de los que dispone. Y cuando digo que no necesitan Internet me refiero a que no necesitan emprender acciones de marketing on line, no que no cuelgen un pequeño site o reseña a modo de publicidad como quien incluye sus datos en Página Amarillas.

¿Qué empresas no necesitan Internet?

Todos hemos oído eso de “qué hablen bien o mal de mi, pero que hablen”. En Internet eso no vale. Es decir, que o lo que haces en Internet lo haces mínimamente bien y te causa beneficio… o, lo mismo, lo único que consigues es perjudicarte (perdiendo tiempo y dinero, para empezar) y “estarías más guapo quietecito”, que diría mi madre.

Le he estado dando vueltas a ver si podía hacer una especia de listado o esquema dónde detallase qué empresas NO tienen cabida en Internet pero la realidad es que no he podido crear enunciados categóricos al respecto porque, realmente, el que compense o no estar en Internet depende de un conjunto de múltiples-pequeños-detalles que definen de forma individual a cada negocio por lo que generalizar es imposible (o, al menos, yo no me atrevo).

Sí puedo arriesgarme a dar alguna ”pinceladas”, que luego habría que matizar de mil formas, a modo de orientación. Así que ¡venga! ¡vamos! ¡Qué no me llamen cobarde!

Van a encontrar poco (o ningún) beneficio en Internet aquellos pequeños negocios que se nutren del boca a boca y tienen un radio de influencia muy pequeño, por ejemplo, los que funcionan a nivel barrio. Si tienes una mercería de barrio donde compran la vecinas de toda la vida, no necesitas venta on line. Si tu publico objetivo y potencial ya te conoce o te conocerá por el “boca a boca” ¿Por qué invertir en Internet? Tengamos en cuenta que si una inversión no tiene un retorno de inversión (ROI) favorable estaríamos convirtiendo esa inversión en un mero gasto. Mala idea para tiempos de crisis. Seguramente si esa pequeña empresa quiere vender más debe buscar soluciones en canales de marketing y publicidad tradicionales (buzz marketing, publicidad local, etc) antes que en Internet.

Otro caso sería si ese mismo negocio, con un radio de influencia pequeño, tiene un público muy activo en Internet. Obviamente, el “boca a boca” será un foco de publicidad para el negocio pero Internet puede ser un canal para fidelizar a los clientes: puedes enviar información sobre promociones, lanzamientos de productos nuevos, etc. Cerca de mi casa hay una tienda de ropa infantil (una como tantas otras) que informa puntualmente de las rebajas, si hay tal o cual oferta, si ha llegado la línea nueva de temporada, si llevan a cabo alguna actividad… todo el mundo en el barrio la conoce y las abuelas van a menudo a comprar algo a sus nietos porque ven las ofertas en el escaparate; las mamás, habituadas a la tecnología y con poco tiempo para visitar escaparates, recibimos la información on line ya sea por las redes sociales, mails o mensajes de texto al móvil. Estoy segura que el ROI en su caso es muy beneficioso.

Algunas agencias de comunicación (y he pasado por unas cuantas…) con tal de vender son capaz de convencer a una pequeña tienda de barrio sobre las necesidades de una web con su SEO, su SEM, un comunity manager y el “gromenawer”  de turno… cuando la realidad es que su volumen de negocio (tal y como está diseñado en ese momento) no va a aumentar como para que le compense la inversión. Una carnicería normal (sin dotar a este adjetivo de ningún significado peyorativo) que está en un barrio de Sevilla no necesita que la conozca alguien que Bilbao (no hablemos de Londres) porque no es su target (=público objetivo) pues seguramente ese cliente bilbaíno no va a comprar nada a la tienda de Sevilla pues tiene un montón de carnicerías similares a la vuelta de su esquina.

Y cuando hablamos de inversión (y el famoso ROI) no debemos quedarnos en el  “dinero” si no en la inversión de tiempo: una cuestión que, equivocadamente, solemos ignorar. Salvo que contratemos la gestión on line a una empresa externa (cosa que no todas la pymes se pueden permitir), debemos valorar de qué recursos humanos y de tiempo contamos para ello. Las empresas que no cuentan con recursos humanos y tiempo para atender su negocio on line, no debe estar en Internet. De nada vale tener Instagram, Facebook, Twitter y una web si no se actualiza, no se explota o no se atiende. A mi pocas cosas me molestan más que trasladar una consulta a una negocio a través de su página de FB y que nadie “se digne” a contestar. Lo dicho, si lo hacemos, lo hacemos bien… si no, lo mismo se te vuelve en contra y en vez de mejorar tu reputación, la empeoras.

Está claro que aquellos negocios que no tienen cabida en Internet, casi siempre lo que ocurre es que son modelos de negocio obsoletos (den o no de comer) o están en vías de ello. Pero todo tiene solución y, obviamente, si el negocio se adaptase al mercado, podrían incorporarse Internet. Pero eso es otra historia y la mayoría de empresas que contactan conmigo para comenzar su andanza en la red están interesados en el medio pero en ningún caso tienen intención de llevar a cabo un cambio de mayores dimensiones (cosa que a veces sería necesario para que Internet se convirtiese en una herramienta realmente beneficiosa).

En fin… que no todo es blanco o negro: hay una amplia gama de grises. La afirmación de que “si no estás Internet, estas condenado al fracaso” no es cierta… por suerte!!!

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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Éxito en la busqueda de empleo (1) – La carta de presentación

No sé si lo he contado alguna vez, pero durante bastantes meses he sido la mujer de un hombre en paro. Por suerte ya no lo seré más porque mi “media naranja” encontró trabajo hace unas semanas. A la inmensa felicidad de verle a él feliz (porque uno no sabe lo que necesita el trabajo hasta que lo pierde), se une la terrible certeza de que ahora en casa solo estoy yo para organizarme con todo: la compra, la casa, las comidas, las niñas, las extraescolares, el perro… y, obviamente, el trabajo! Pero bueno, saldremos adelante…  que bien se que las montañas siempre parecen más altas de lo que luego resultan ser cuando te pones a escalarlas!!!! Ya os contaré si sobrevivo o me convierto en una “mujer al borde de un ataque de nervios”.

Encontrar trabajo ha costado mucho. Entre otras cosas, porque nos negábamos a aceptar (hablo en plural porque me gusta pensar en nosotros como un “gran equipo”) cualquier trabajo. Es verdad que hemos tenido que rebajar nuestros requisitos, porque el mercado y la actualidad obligaba, pero confiábamos en que quien es constante, logra su objetivo ¡Y finalmente así ha sido! La verdad es que jugamos con ventaja porque yo llevo dando cursos de búsqueda de empleo desde hace ya no sé cuánto y aunque los “trucos” no son infalible ni la panacea universal, allanan mucho el camino.

Precisamente uno de los obstáculos con los que se encuentran las personas que buscan empleo es no saber hacerlo bien. La búsqueda de empleo activa es una labor que requiere de una experiencia, un método y una constancia que a veces no tenemos o no aplicamos. Querer explicar aquí todo lo relativo a este proceso es complicado pero me lo apunto y poco a poco os iré hablando del curriculum, de los procesos de búsqueda de empleo, de la entrevista de trabajo, etc.

La comunicación en los procesos de selección

Hoy de lo que quiero hablaros es de comunicación (como no!)… porque la forma en que nos comunicamos tiene mucha importancia: además de ser profesional, hay que parecerlo. Está claro que lo importante “de verdad” a la hora de solicitar un trabajo es lo que somos y sabemos hacer (por formación o experiencia) pero no olvidemos que un bonito “continente” aporta valor añadido. Y dicho “continente atractivo” es, entre otros, expresarnos de forma convincente y efectiva.

En concreto, vamos a tratar la comunicación escrita en los procesos de selección. ¿Y cuándo vamos a usar esta comunicación escrita? Pues, fundamentalmente, en el curriculum y la carta de presentación.

La carta de presentación

Vamos a empezar por la carta de presentación que es un requisito que NUNCA puede faltar. Da igual que sea una carta, un mail o una caja de texto en formulario on line… ¡siempre tiene que existir en una carta introductoria!  Ella será nuestra carta de ventas y una muestra de nuestra capacidad de expresión. Al fin y al cabo, si no nos vendemos bien a nosotros mismos ¿quién lo hará?

Una de las cosas terribles que ha traído el uso de móviles para comunicarnos son las abreviaturas que, de forma inconsciente, trasladamos sobre todo a los mails. Debemos recordar que los e-mails son la el formato electrónico de una carta, en ningún caso una formula extendida de un mensaje de texto o wassap. ¿Ello que significa? Que es imprescindible:

  • Utilizar un saludo formal al comienzo de la frase (“Estimados señores”, “Estimada Sr. Parra”, etc)
  • Usar una despedida protocolaria al final de la carta (“Un Saludo”, “Un cordial saludo”, “Se despide atentamente”,..)
  • Incluir una firma, ya sea el nombre (en el caso del mail) o la firma manuscrita (en el caso de la carta)
  • El uso del Usted en todo momento
  • No usar abreviaturas ni atajos de frases
  • Respetar las fórmulas gramaticales y sintácticas apropiadas

Es fundamental causar una “buena primera impresión” porque ella será la que nos abra (o cierre) la posibilidad de esa entrevista de trabajo».

La carta debe tener una estructura similar al de una novela: con una introducción, un desarrollo y un desenlace.

  • En la introducción debemos presentarnos personal y profesionalmente e indicar porqué contactamos con ellos. “Mi nombre Esther Morillas Lázaro, soy diseñadora gráfica y me pongo en contacto con ustedes en contestación a su anuncio en segundamano.es en el demandaban un diseñador senior”, “Mi nombre es Esther Morillas Lázaro, soy profesional de la comunicación y me gustaría dejar a su disposición mi currículo a fin de que lo tengan en cuenta en futuros procesos de selección”…
  • En el desarrollo debemos poner en relevancia aquellos puntos que nos convierten en el candidato ideal para el puesto que demandamos. No se trata de repetir lo que luego podrán leer en el curriculum sino de vender nuestros puntos fuertes: se trata, propiamente, de la carta de ventas de nosotros mismos. “Como pueden ver en mi c.v., tengo amplia experiencia en agencia de comunicación y publicidad”, “Soy una persona autónoma, creativa y con capacidad de trabajar en equipo”, “Tengo don de gentes, capacidad negociadora y experiencia de más de diez años en gestión de cuentas Premium”, “Manejo de forma profesional illustratos, phoshop, Indesign”…

 Además, en el desarrollo también es importante remarcar por qué somos el candidato ideal para el puesto que queremos asumir. Si se necesita hablar ingles: “tengo conocimientos altos de inglés y capacidad para trabajar y negociar en dicho idioma” o “he residido durantes más de tres años el Londres”; si requieren movilidad geografía: “Tengo vehículo en propiedad y tengo disponibilidad para viajar por toda la geografía española e islas”; si es un puesto para trabajar en equipo “Soy una persona empática, acostumbrada a trabajar en equipo y lograr objetivos grupales”; si es un puesto como responsable de un grupo de personas, “Tengo experiencia de más de cinco años dirigiendo equipos de trabajo” o “soy una persona emprendedora, conciliadora con gran capacidad de liderazgo”…

  •  El desenlace es el punto final a nuestra carta y debe propiciar que se lleve a cabo la entrevista de trabajo. “Quedo a su disposición para comentar mi curriculum en una futura entrevista personal”, “Quedo a la espera de su contestación para cerrar un entrevista donde poder ampliar información y ofrecerles referencias”, “No dude en ponerse en contacto conmigo si necesita cualquier aclaración o información complementaria”…

Es muy importante que la persona que lea nuestra carta, se sienta tentado a atender nuestro curriculum. ¡Ojo! Digo atender, no leer. Durante el proceso de selección, el seleccionador leerá muchos curriculums pero atenderá solo unos pocos. Aquí van algunas claves para que nuestro carta sea atendida:

1.- KISS. Es la regla memotécnica en inglés de “Keep it simple and short”, es decir, “Hazlo sencillo y breve”. Una carta JAMÁS debe ocupar más de una cara de un folio ni tendrá más de 4-5 parrafos de unas pocas líneas cada uno. La introducción y el desenlace no deberán tener ser más de dos o tres líneas y el desarrollo, un par de párrafos de no más de 5-6 líneas cada uno.

No debemos hacer que el seleccionador se aburra o abrume antes de empezar a leer porque le pondría en nuestra contra.  Es importante que dejemos constancia de aquellas cuestiones que aportan valor a nuestra candidatura y nos hacen válidos para el puesto… pero también debemos aprender a ser concretos y breves: el seleccionar agradecerá que separemos el grano de la paja por él o ella.

Además, debemos evitar las frases demasiado largas, con muchas subordinadas; la brevedad de las frases aporta agilidad a nuestro texto y facilita la lectura.

2.- El tamaño de la letra debe ser lo suficientemente grande para ser leído sin esfuerzo ¡nada de escribir a 8 puntos para que la carta ocupe menos! ni en color que dificulte la lectura (mejor un color del negro al ázul o al marrón sobre fondo blanco o beis).

3- También es importante usar un diseño sencillo que no distraiga la atención de nuestro mensaje o «chirríe». Nada de llenar el texto de negritas, subrayados, cambios de tamaño, etc y absolutamente prohibido el uso de fondos o efectos especiales (si hablamos de formatos on line) salvo que esté justificado justificadísimo!!!

4.- Haremos un uso adecuado del protocolo corporativo, utilizando el mismo vocabulario, jerga y modos que usaríamos con un “jefe”. El seleccionar no es un compañeros o un amigo: no le tratemos como tal. Es importante usar el usted, no ser demasiado familiares ni usar expresiones demasiado informales.

5.- Hay que poner mucho cuidado con no cometer faltas de ortografía, palabras mal deletreadas (error común si tecleas rápido) o errores tipográficos (tipos de letras distintos por equivocación).

6.- Es positivo usar expresiones profesionales y comercialmente optimas: “experiencia en dirigir equipos de trabajo”, “empatía y don de gentes”, “dotes comerciales y de negociación”, “experiencia en atención de clientes”, “capacidad  de análisis y resolución de conflictos”, “empatía y facilidad para trabajar en equipo”, etc en vez de otras expresiones más coloquiales.

De leer muchas ofertas de empleo, se os irán quedando este tipo de fórmulas. Si no “os salen”, tampoco os preocupéis y optad por la sencillez –mejor eso que usar frases que no os resulten cómodas-.

7.- Usar un tono positivo y motivador. Nuestra carta debe ser capaz de transmitir en la medida de lo posible aquellas caracteristicas personales que nos acercan al «candidato ideal».

Es importante usar frases afirmativas mejor que negativas («No hablo inglés a nivel bilingüe pero sí puedo negociar contratos» por «Hablo un nivel alto de inglés que me permite negociar»), usar adjetivos y sustantivos positivos («emprendedor», «entusiasta», «responsable», …), verbos que transmitan predisposición («capacitar», «implementar», «desear», «estar muy interesado») y frases que suenen entusiastas («tengo ganas de aprender», «estoy interesado en afrontar nuevos retos»…) «.

Otras comunicaciones posteriores

Segunda Carta

Si logramos tener esa “ansiada” entrevista de trabajo, debemos enviar una carta a continuación para agradecer la atención prestada, reiterar nuestro deseo de incorporarnos a la empresa y quedar a disposición del entrevistador por si le surgiese alguna duda o deseasen concertar una nueva entrevista personal.

«Muchas gracias por la oportunidad de presentarle mi curriculum en detalle. Espero que mi formación y experiencia sean interesantes para su empresa. Quedo a su disposición por si necesitase aclarar cualquier cuestión a este u otro respecto.»

Esta segunda comunicación debe ser una nota de pocas líneas (no más de cinco o seis) – y debemos enviarla personalizada a la atención de quien nos ha atendido (de ahí la importancia de que nos quedemos con el nombre de la persona que nos atendió). Lo ideal es enviarla en las 24h posteriores a la entrevista de modo que, además de servir de recordatorio de nuestra demanda, haga que el seleccionar centre su atención en nosotros. Como la inmediatez será nuestra mejor baza, es importante que esta nota se envíe vía email.

Tercera carta

Como veremos, cuando hable de la entrevista de trabajo, es importante conocer cómo será el proceso de selección: cuantas personas van a entrevistar, si es la primera vez que se pone en marcha, cómo se va a gestionar y si nos llamarán con independencia de que nos elijan o no. En base a ello, podemos escribir una tercera nota cuando el proceso de selección este llegando a su fin. Si, por ejemplo, nos han dicho que la decisión la tomarán, más o menos, en una semana, enviaremos esta tercera carta los últimos días de dicha semana o al finalizar la misma.

El objetivo de esta nota es conocer el estado del proceso de selección (si están valorando candidatos, si estamos entre los preseleccionados, etc) y volver a hacer hincapié en nuestro interés en el puesto. No se trata de “ser pesado” o parecer “desesperado” si no de recordar al seleccionador nuestra candidatura. Si no conocemos la duración del proceso de selección, lo ideal sería mandar este tercera carta o nota a los diez días.

«Mi nombre es Esther Morillas y tuvimos una entrevista el pasado martes en relación a un puesto de comunity manager que ofertaban. Me gustaría conocer el estado del proceso de selección y aprovechar para reiterar mi interés en incorporarme a su empresa.»

Esta tercera nota se puede sustituir perfectamente por una llamada si con ella contactamos directamente con la persona que nos realizó la entrevista; no tiene tanta fuerza si hablamos con otra persona que no sea nuestro objetivo (una secretaria, recepcionista, compañero, etc)

Cuarta carta

Si nos informasen que hemos sido preseleccionado, puede ser nos citen para otra entrevista o pidan información adicional. Cualquier comunicación nueva se hará a expensas de lo que se nos requiera.

Si nos informan que no hemos sido seleccionados, es interesante enviar una última carta o nota, agradeciendo el tiempo que nos han dedicado y quedando a su disposición si en futuro se abriesen nuevos procesos de selección.

«Lamento que mi candidatura no haya sido elegida en esta ocasión. Ruego tengan en cuenta mi curriculum para futuros procesos de selección dónde oferten un puesto que se ajuste a mi interés profesional; adjunto nuevamente c.v.. Muchas gracias por su tiempo. Reciban un cordial saludo.»

En el proceso de buscar empleo, todos los detalles deben ser meditados, medidos y cuidados. Causar una buena impresión puede ser lo que nos diferencia de otros candidatos muy parecidos a nosotros en formación y experiencia; y si no nos eligen esta vez, puede ser lo que haga que piensen en nosotros cuando surja una nueva oportunidad de empleo.

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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Packaging creativo

Hace unas semanas me invitaron a participar de un taller que organizaba El tarro de ideas para Atelier 108. El taller era sobre packaging creativo que es algo en lo que El tarro de ideas esta especializado. Decir que me lo pasé bien, no haría justicia a la jornada ¡me lo pase fenomenal! porque a mi esto de que dejen a mi disposición una mesa llena de papeles decorativos, hilos, washi tape y un montón de material de manualidades me vuelve loca… fue como un regalo anticipado de Navidad!

El tarro de ideas

En parte, me lo pase tan bien gracias Gema y a todo su equipo que no solo explicaban super bien todo lo que había que hacer, si no transmitían un «buen rollo» de esos que te recargan las pilas durantes días. Como creo que «una imagen vale más que mil palabras», así que os invito a que veais alguna de las fotos que se hicieron durante el taller pinchando aquí.

¡Gracias, gracias, gracias y mil millones de gracias!

La verdad es que el espacio donde se desarrollaba el curso también era una pasada:  Mood. Es una lugar para celebrar eventos o encuentros en pleno centro de Madrid. Un sitio de esos con encanto: a medio camino entre la estética industrial con ladrillo visto y el minimalismo tan de moda ahora. Además, es un local diafano a pie de calle que resulta muy acogedor. Podéis conocerlo pinchando aquí. A raíz del taller me puse a investigar un poco y he descubierto que tienen un blog muy interesante donde habla de eventos y comunicación. ¡¡ No os lo podéis perder!!

Espacio Mood

La verdad es que ahora que lo pienso, no sé como llegué a estar invitada a este taller… ¿me apuntaría en alguna web? ¿Hice una solicitud de esas de «por que sí» a través de alguna red social? ¿Sería un sorteo? ¿Me premiarían por ser una diseñadora guay o una tía que sonrie enseñando las muelas?… pufff… no lo sé… es lo que tiene llevar una vida taaaaaaaan activa en la red ¡que a veces no te acuerdas de dónde has estado? lo bueno es que hasta ahora, solo me ha reportado beneficios. Mira este, por ejemplo.

Es lo que tienen Internet y las redes sociales.: te llevan a casi todos sitio. Eso sí, hay que ser prudente y viajar con conocimiento de causa… no vaya a ser que alguno se encuentre en donde no quisiera! La red también tiene sus riesgos.

Y es que ahora, explotar las redes sociales está de moda. Seas quien seas, hagas lo que hagas, todo el mundo quiera tener facebook, twiter, instagram, flickr, foursquare… el otro una señora que regentaba una mercería contactó conmigo porque quería incorporar su negocios a las redes sociales…. así que me puse mi traje de comercial agresiva y me fui a verla. Y allí me ví…. en una pequeña merceria de barrio, en el extrarradio madrileño, cuya dueña era una sesentañera que se había dejado los ojos tejiendo jerseys, cosiendo botones, haciendo bordados con hilo de algodón… pero que en su vida había usado un ordenar. Su hija – por eso de ayudar a que la crisis fuese más llevadera – , le había dicho «mamá, lo que tienes que hacer es venderte por Intenet»…. y por eso me llamó! Bueno, por eso y porque la sobrina o la vecina o no-se-quien había estado en un curso que había dado sobre comunicación on line y tenían mi contacto.

Como decía, allí estaba yo. Escuche a la señora, quien me explicó no solo lo que hacía si no lo que quería hacer: hablamos de la tienda, del producto, de su historia, de sus planes de negocio, sobre lo qué quería lograr con esta nueva «excursión» y, lo más importante, cuales eran sus recursos humanos, de tiempo y de dinero… y ahí es cuando me dí cuenta de que es un error que todo el mundo quiera subirse al carro de las redes sociales. Su negocio personal y sus recursos no encajaban en el espacio virtual. Ella no lo veía, la verdad, y yo, para ser sinceros… tampoco.

vieja

Entrar en las redes sociales como empresa requiere unos mínimos porque si no se va a hacer algo minimamente bien, lo más probable es que sea mucho más beneficioso no hacer nada.

Lo primero que debe pensar cualquier empresario a la hora de diseñar su plan de marketing es dónde está su público objetivo… porque para que interese entrar en Internet,  el público también tiene que estar en la red. Si tu publico objetivo son las vecinas de tu barrio, las de toda la vida y no saben usar un PC, está claro que no necesitas contactar con ellas a través de Internet. Además, si tu objetivo a la hora de «entrar» en Internet es fidelizar clientes y a tus clientes solo los fidelizas acercando «alientos» sobre el mostrador, tampoco necesitas Internet.

He dedicado muchos post a hablar de la importancia de estar en las redes sociales para las empresas, sobre todo los emprededores y pymes (que son mi especialidad)… pero no he hablado nunca de cuando Internet no es «la solución». Voy a meditarlo (porque ahora mismo mi cabeza es un batiburrillo de ideas) y en breve escribo un post al respecto. 😉

Las redes sociales pueden ser un éxito para muchas empresas y particulares… pero han de dirigirse bien, con conocimiento y planificación… o tener mucha suerte ¡como le pasó a este chaval!

Hasta pronto.

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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La gran inversión del 2015: ¡Invierte en felicidad!

Bueno, pues hoy me toca «vuelta al cole». Después de un par de semanas de vacaciones, hoy me incorporo al trabajo. Es duro, eh?? Yo no soy de sufrir eso que llaman «sindrome postvacacional» pero si es verdad que enfrentarte al despertador la primera mañana de curro, más cuando sabes la jornada «de correr» que te espera, es una odisea. ¡Ya me gustaría a mi ver a Ulises vistiendo niñas que no quieren levantarse, arrastrandolas hasta la acogida escolar (cuando ni es de día) y llegar al trabajo ya cansada…y sonreir a pesar de ello! Prefiero mil veces enfrentarme a cíclopes y sirenas antropófagas.

Pero no quiero transmitir un mensaje negativo, todo lo contrario. Yo intento comenzar cada semana (y día) con optimismo.

De hecho, precisamente, una de las cosas que le pedí al 2015 fue toneladas de optimismo. Por supuesto también pedí salud, dinero (es decir, trabajo) y amor… porque, aunque suenen a tópico, son tres pilares fundamentales en la vida… pero a veces, tres «patas» no son suficientes para sustentar una mesa. El optimismo es el cuarto pilar que nos asegura una vida más feliz.

Nuestro amigos de Dos Abrazos lo explican muy bien en este vídeo:

El optimismo es lo que nos permite avanzar en la vida. ¿Quién no necesita en algún momento pasar página, comenzar un capítulo nuevo y avanzar? Pues lo único que necesitamos es…

… poner en modo «ON» nuestro optimismo,

«cargar las pilas», con nuevos proyecto y/o  sueños,

«enfrentarnos a la incertidumbre», confiando en nosotros,

y  ¡¡¡sonreir a la vida!!!

Debemos aprender a observar la vida desde la certeza de que la posibilidad de mejorar está dentro de cada uno de nosotros.¡¡Jamás, jamás, jamás!! hemos de dejar de investigar, arriesgar y poner en marcha todos nuestro sueños y proyecto (por pequeños o grandes que sean). Yo lo hago y aunque obviamente no todas mis ideas desembocan en un éxito -la inmensa mayoría (95%) fallan – nunca me doy por vencida (a lo sumo voy a ver si contrato un seguro contra las ideas que explotan en la cara) … pero no pasa nada!

Una veces se gana. Otras veces se pierde aprende»

Hace ya tiempo compartí con vosotros un video llamado «Motivación. Salir de la zona de confort». Creo que este es un buen momento para volver a compartirlo. Cualquier momento es perfecto para aprender a volar ¿Por qué no hacerlo en el 2015?

¡Os mando toda mi energía para que también vosotros comencéis el año con optimismo y motivación!

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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Vuelve, a casa vuelve… por Navidad

Reconócelo, has leído el título cantando… y es que «El almendro» consiguió a fuerza de machacar que todos entonasemos la «dichosa cancioncita» con el pañuelo de papel en mano. Ahora más que nunca, en estos momentos en los que hay tantos familiares buscándose la vida fuera de su ciudad o país, la posibilidad de reencontrarnos con ellos por Navidad se aún más emotivo (y real) ¿Como no emocionarse? Y precisamente de eso se vale la publicidad navideña… principalmente, de «revolver» sentimientos.

No obstante, si se trata de echar la vista atrás, a mi el anuncio que más me gusta es el de las muñecas de Famosa. No sé si mis seguidores de latinoamérica lo verían (no conozco el alcance de esta marca fuera de nuestas fronteras) pero aquí en España, era el anuncio más esperado por muchos niños.

1970

1999

Pero bueno, no me quiero poner nostálgica que me hacer sentir «viejuna», jejeje. Qué todos los años tenemos nuestro anuncio navideño fetiche  y, generalmente, quienes se llevan la «palma» son Freixent y La Loteria del Estado, no solo por ser fijos de estas fechas, sino por el dineral que invierten en él.

La Loteria ha dejado de lado al famoso»calvo» que tan buenos ratos nos hizo pasar (al menos a mi, que me encanta la publicidad) por un anuncio más ñoño pero más propio de la época de crisis que vivimos.

2012

2014

Freixenet, como cada año, ha optado por el tirón mediatico de un famoso y rodearlo del exquisito lujo dorado del cava y las famosas burbujas. Este año ha tocado disfrutar de David Bisbal y María Valverde. Seguramente sea a causa de la novedad pero creo que es de los mejores que he visto últimamente, junto al que hicieron las chicas de la natación sincronizada.

2008

2014

Pero si hay un anuncio que este año me ha tocado «la fibra sensible» es el de Ikea. Puede que sea porque soy madre y me vea totalmente representada. Este año yo voy a pedir a los Reyes Magos, no días de 28 horas, sino capacidad para priorizar más en favor de mi familia.

¿A vosotros os gusta más los anuncios publicitarios de antes o de ahora? ¡Yo no sabría decidirme!

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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Una imagen vale más que mil palabras

Nuestro cerebro está más capacitado para retener ideas e imagenes que palabras. Por ello el diseño tiene tanto valor en la comunicación y publicidad. Al final, de lo que se trata es de trasladar un mensaje «X» de forma efectiva y que perdure lo más posible en la memoria.

Y eso hicieron los chicos y chicas de Roast Brief. El Congreso Roast Brief celebró este año su cuarta edición y es uno de los evento publicitarios con más proyección en latinoamérica. En él se puede conocer de primera mano las teorías y experiencias de reputados profesionales a nivel internacional del sector de la comunicación, la publicidad y el marketing. Yo no fuí ¡ya me hubiese gustado! pero por Internet he encontrado retales de lo más interesantes.

Y uno de los que más me han gustado son una serie de infografías que los propios profresionales de la agencia Roast Brief diseñaron a modo de resumen de las ponencias y que se corresponden con aquellas afirmaciones más relevantes.

¿Os gustan tanto como a mi?

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Solo un «pero» a mis «compis» mexicanos… la próxima vez, incluid más frases memorables de alguna de las magníficas mujeres que participaron en el congreso… que aquí falta un poquito de «progesterona y estrógenos» 😉 – Por lo demás, ¡chapeau!.

¡Hasta Pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de Pymecom

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La inspiración divina no sé si existe; la humana, sí.

Soy una buscadora de tesoros en todos los aspectos de mi vida. Suena un poco ñoño, lo sé… pero me gusta pensar en mí como una «Indiana Jones» metropolitana y un poco friki. Soy de las personas a las que le gusta viajar de «mochilera» y deambular por las calles «a mi aire», me gusta probar en mi propia mesa todas recetas que descubro (aunque luego,algunas me «rompan» el estomago), me gusta leer mucho de todo, escuchar embobada y navegar por Internet todo lo que me deja mi día a día… como diría mi padre, soy un poco «aprendiz de todo, y maestra de nada poco» . Creo que investigar, caminar, perderse, equivocarse, sorprenderse (incluso, decepcionarse),… es fundamenta para avanzar!!

Y navegando sin rumbo por Internet (que es como suelo navegar muy a menudo)  me encontré con esto que os ofrezco hoy. Es una infografía muy interesante con los 50 mejores blogs de marketing 2.0. que podéis consultar en su totalidad pinchando aquí. Os llevará un «ratito» largo pero si os interesa  el tema, ¡no os defraudará!  No hay nada como leer a los grandes para aprender y andar en su misma dirección.

infografia-los-mejores-blogs-de-marketing-digital-espanol

Hasta pronto!!!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Tarjetas Handmade

En mi post de la semana pasada os comenté por encima que lo handmade se está poniendo de moda, pero no solo a nivel doméstico ¡también a nivel empresarial! No es raro encontarnos con empresas que por su tipo de actividad deciden producir una papelería artesana o hand-made.

Algunas de estas empresas «tantean» la producción hand-made en busca de abaratar costes, cosa no demasiado lógica porque por definición algo artesano, y por lo tanto personalizado, requiere más trabajo y manipulación que una producción mécanica y automatizada. Quien busque ahorrar dinero en lo hand-made es porque esté dispuesto a hacer él o ella mismo el trabajo… si lo va a encargar, ha de asumir que la mano de obra hay que pagarla.

Precismente son las pymes muy pequeñas y los autonómos los que cada vez optan por papelería artesana hecha por ellos mismos. Desde pymecom se asesora a muchas empresas a este respecto como forma de abaratar costes y, sobre todo, de dar a nuestras tarjetas esa imagen personalizada, única y de mimo que tan bien trasmite este tipo de papelería.

Una de las formas más habituales de papelería hand-made es el sellar con tinta. Obvimente tendremos que diseñar y comprar un sello de caucho con el que luego podamos sellar todas las hojas, tarjetas o sobres que necesitemos. No implica una gran inversión ni en dinero ni en tiempo, la producción es muy sencilla y el acabado es bastante uniforme.

KRAFT + SELLADO tarejtas con sello

En la línea de los sellos de tinta, están los sellos en seco y los lacres. Los sellos en seco es el marcado del papel, entre dos planchas rígidas, de forma que se imprime relieve. Lo recomendable es que los sellos en seco, si son manuales, incluyan diseños muy sencillos ya que la definición de los trazos es mucho menos clara (tienden a perderse) que los hendidos mecánicos (hechos por una máquina).

carton sello seco sello seco

Los sellos en lacre también se pueden personalizar (y crear el diseño que se ajuste a nuestra empresa o actividad). Lo más crítico a la hora de trabajar con estos sellos es el pulso (que debe ser firme para obtener un grabado claro) y dejar secar correctamente el lacre. Además, es más caro pues la cera que se necesita para lacrar se gasta mucho más (y es más cara) que la tinta.

tarjeta con lacre

Otra opción muy sencilla para hacer papelería hand-made es dar color a los cantos de las tarjetas; para ello solo hay que hacer un taco de tarjetas, sujetarlas bien con cualquier tipo de fleje y pintar con pincel o spray los cantos.

resaltado

También es otra buena elección, aunque implica algo más de inversión, añadir a la tarjetas detalles con wasitape o cinta adhesiva decorada, que aporta un toque de color y diseño a una tarjeta sencilla. El texto puede ir sellado, impreso o, si tenemos buen pulso y caligrafía, ir manuscrito por nosotros mismos.

tarjeta con wasitape + troquel

Obviamente, podemos complicar la tarjeta todo lo que queramos siempre siendo conscientes del trabajo que ello supondrá cuando tengamos que trasladar el diseño, no a una única tarjeta, sino a doscientas cincuenta. Se puede troquelar (o perforar) la tarjeta o añadir otros detalles que ayuden a transmitir cuál es la fisolofía de nuestra empresa o a qué nos dedicamos. Por ejemplo, se pueden incluir flores secas si nos dedicamos al paisajismo o la decoración vegetal o cosidos si nos dedicamos al arreglo de ropa.

tarjeta con faja tarjeta cosida

tarjetas-de-visita-handmade-cosida

Al final de lo que se trata es que nos ayudemos de lo hand-made para acercarnos aún más a nuestros clientes, creando tarjetas únicas que además, si fuese posible, den fe de nuestro trabajo. Si somos una empresa de telas ¿Por qué no hacer tarjetas con retales?

tela

… o si somos ilustradores, ¿porqué no dibujar nosotros mismos nuestras tarjetas?

ilustracion

ilustracion2

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Si vamos a dedicar tanto tiempo a hacer nuestra propias tarjetas, merece la pena emplear un tiempo extra a meditar qué es lo que mejor transmite la filosofia de nuestra empresa y nuestra marca. Y si os sentís un poco perdidos, no dudéis en pedir ayuda. Asesorarnos es la única forma de lograr el mejor resultado que esté a nuestro alcance. ¡Sobra decir, que para eso, quedo a vuestro total disponibilidad ;)!

Ah! Si os interesan el tema de las tarjetas originales, no os olvidéis de releer mi post «Tarjeta de visita ¿en papel o electrónica?»

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

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