Comunicación para Dummies …
Hace tres semanas os comentaba que no todas las empresas tienen cabida en Internet. Sé que es una afirmación arriesgada porque ya hay quien me lo ha dicho… pero la mantengo! Yo entiendo que “achuchados” por la necesidad de no quedarse obsoleto, todo hijo de vecino quiere estar en la red (puedes ponerte en antecedentes pinchando aquí). Da igual quien seas, qué vendas o qué busques: parece que si no estás en Internet, no existes. Bueno… pues, tampoco es eso!
Es verdad que Internet es un canal muy potente para que los profesionales y las empresas se vendan. Las acciones de marketing, bien planificadas, dirigidas e implementadas, son un éxito asegurado… siempre que tu empresa necesite Internet. Por ahí, algún “purista” se estará rasgando las vestiduras al leerme “¿¿¿Cómo que “si tu empresa necesita Internet”??? ¡¡¡Todas las empresas necesitan Internet!!!”. No estoy de acuerdo. La realidad es que algunas empresa (un pequeño grupo) no necesitan Internet, bien por el tipo de negocio, de público o por los recursos de los que dispone. Y cuando digo que no necesitan Internet me refiero a que no necesitan emprender acciones de marketing on line, no que no cuelgen un pequeño site o reseña a modo de publicidad como quien incluye sus datos en Página Amarillas.
¿Qué empresas no necesitan Internet?
Todos hemos oído eso de “qué hablen bien o mal de mi, pero que hablen”. En Internet eso no vale. Es decir, que o lo que haces en Internet lo haces mínimamente bien y te causa beneficio… o, lo mismo, lo único que consigues es perjudicarte (perdiendo tiempo y dinero, para empezar) y “estarías más guapo quietecito”, que diría mi madre.
Le he estado dando vueltas a ver si podía hacer una especia de listado o esquema dónde detallase qué empresas NO tienen cabida en Internet pero la realidad es que no he podido crear enunciados categóricos al respecto porque, realmente, el que compense o no estar en Internet depende de un conjunto de múltiples-pequeños-detalles que definen de forma individual a cada negocio por lo que generalizar es imposible (o, al menos, yo no me atrevo).
Sí puedo arriesgarme a dar alguna ”pinceladas”, que luego habría que matizar de mil formas, a modo de orientación. Así que ¡venga! ¡vamos! ¡Qué no me llamen cobarde!
Van a encontrar poco (o ningún) beneficio en Internet aquellos pequeños negocios que se nutren del boca a boca y tienen un radio de influencia muy pequeño, por ejemplo, los que funcionan a nivel barrio. Si tienes una mercería de barrio donde compran la vecinas de toda la vida, no necesitas venta on line. Si tu publico objetivo y potencial ya te conoce o te conocerá por el “boca a boca” ¿Por qué invertir en Internet? Tengamos en cuenta que si una inversión no tiene un retorno de inversión (ROI) favorable estaríamos convirtiendo esa inversión en un mero gasto. Mala idea para tiempos de crisis. Seguramente si esa pequeña empresa quiere vender más debe buscar soluciones en canales de marketing y publicidad tradicionales (buzz marketing, publicidad local, etc) antes que en Internet.
Otro caso sería si ese mismo negocio, con un radio de influencia pequeño, tiene un público muy activo en Internet. Obviamente, el “boca a boca” será un foco de publicidad para el negocio pero Internet puede ser un canal para fidelizar a los clientes: puedes enviar información sobre promociones, lanzamientos de productos nuevos, etc. Cerca de mi casa hay una tienda de ropa infantil (una como tantas otras) que informa puntualmente de las rebajas, si hay tal o cual oferta, si ha llegado la línea nueva de temporada, si llevan a cabo alguna actividad… todo el mundo en el barrio la conoce y las abuelas van a menudo a comprar algo a sus nietos porque ven las ofertas en el escaparate; las mamás, habituadas a la tecnología y con poco tiempo para visitar escaparates, recibimos la información on line ya sea por las redes sociales, mails o mensajes de texto al móvil. Estoy segura que el ROI en su caso es muy beneficioso.
Algunas agencias de comunicación (y he pasado por unas cuantas…) con tal de vender son capaz de convencer a una pequeña tienda de barrio sobre las necesidades de una web con su SEO, su SEM, un comunity manager y el “gromenawer” de turno… cuando la realidad es que su volumen de negocio (tal y como está diseñado en ese momento) no va a aumentar como para que le compense la inversión. Una carnicería normal (sin dotar a este adjetivo de ningún significado peyorativo) que está en un barrio de Sevilla no necesita que la conozca alguien que Bilbao (no hablemos de Londres) porque no es su target (=público objetivo) pues seguramente ese cliente bilbaíno no va a comprar nada a la tienda de Sevilla pues tiene un montón de carnicerías similares a la vuelta de su esquina.
Y cuando hablamos de inversión (y el famoso ROI) no debemos quedarnos en el “dinero” si no en la inversión de tiempo: una cuestión que, equivocadamente, solemos ignorar. Salvo que contratemos la gestión on line a una empresa externa (cosa que no todas la pymes se pueden permitir), debemos valorar de qué recursos humanos y de tiempo contamos para ello. Las empresas que no cuentan con recursos humanos y tiempo para atender su negocio on line, no debe estar en Internet. De nada vale tener Instagram, Facebook, Twitter y una web si no se actualiza, no se explota o no se atiende. A mi pocas cosas me molestan más que trasladar una consulta a una negocio a través de su página de FB y que nadie “se digne” a contestar. Lo dicho, si lo hacemos, lo hacemos bien… si no, lo mismo se te vuelve en contra y en vez de mejorar tu reputación, la empeoras.
Está claro que aquellos negocios que no tienen cabida en Internet, casi siempre lo que ocurre es que son modelos de negocio obsoletos (den o no de comer) o están en vías de ello. Pero todo tiene solución y, obviamente, si el negocio se adaptase al mercado, podrían incorporarse Internet. Pero eso es otra historia y la mayoría de empresas que contactan conmigo para comenzar su andanza en la red están interesados en el medio pero en ningún caso tienen intención de llevar a cabo un cambio de mayores dimensiones (cosa que a veces sería necesario para que Internet se convirtiese en una herramienta realmente beneficiosa).
En fin… que no todo es blanco o negro: hay una amplia gama de grises. La afirmación de que “si no estás Internet, estas condenado al fracaso” no es cierta… por suerte!!!
Hasta pronto!
Esther Morillas
Colaboradora de Pymecom
Podéis seguirme en facebook y twitter