La web perfecta

Yo sigo dale-que-te-pego con Internet. Y es que nos guste o no, estamos condenados a entendernos con él ¡pero nada de negatividad! que si lo gestionamos un poco bien, en realidad se trata de una “dulce condena”, como dirían Los Rodriguez. La cuestión es que la tecnología ha llegado a nuestra vida tan deprisa y nos ha creado tantas necesidades en tan poco tiempo que muchas veces no lo estamos haciendo bien. Las prisas no son buenas para nada.

Es verdad que estar en la red es importante (incluso, imprescindible), tanto como tener una tarjeta profesional, pero no a cualquier precio. No vale cualquier web. Si nuestra web va a perjudicarnos, mejor que valoremos no tener web… de momento. Una web tiene que ser buena – y por buena no me refiero a bonita, sino a útil y beneficiosa para nuestros intereses.

¿Qué tiene que tener una web para que sea buena? La verdad es que querer exponer verdades absolutas sobre lo que se debe hacer, o no, siempre es complicado pero, desde mi experiencia, hay algunas cuestiones que hemos de tener en cuenta:

1 .- Internet es el reino de la inmediatez. El que usa Internet quiere hacerlo de forma rápida. Por ello es importante que nuestra web se cargue en menos de 5 segundos ¿Os parece una exageración? Hagamos la prueba: pinchad en una web (mentalmente) e imaginad que tarda en abrirse 9 segundos (cronometradlos de verdad  ¡No hagáis trampa!) ¿De verdad os ha parecido poca espera? ¡Seguro que ya no! Lo que en la vida real es un instante, en Internet parece una eternidad. Una web debe ser accesible casi al segundo… porque si tarda demasiado en cargarse, nos arriesgamos a que nuestro visitante, eche marcha atrás y se vaya sin haber visto ni la página de inicio.

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Hay webs que por su contenido son muy pesadas para cargarse con rapidez (por ejemplo, webs con mucho diseño, con catálogo o álbumes, etc). Como “parche” se suele crear un Intro, generalmente en flash, que entretiene mientras se carga la información de la web (pero ¡ojo! que esto solo entretiene la primera vez que se ve, luego cansa) o se diseña una página de inicio, distinta a la home de la propia web, donde un icono indican cuánto queda para que se cargue el sitio (un reloj de arena, una barra que se va completando, etc). La verdad es que a mi no me gusta demasiado ninguna de estas opciones, pero a veces no hay más remedio.

Obviamente hay soluciones técnicas para reducir al máximo los tiempos de carga pero para ello necesitaríamos un profesional que se ocupe de la creación y desarrollo de nuestra web… y la realidad es que no todo el mundo considera oportuno hacer la inversión. Cuestión aparte es si es acertado o no dicho “recorte”.

En cualquier caso, lo que nunca debemos permitir es que, durante el tiempo que la web se carga, la pantalla se quede en blanco -como si se hubiese bloqueado- porque propiciará que muchas visitas reboten.

2.- Precisamente por la necesidad de rapidez, también es importante que nuestra web sea funcional y sencilla para navegar por ella. Si nuestro visitantes se pierden al navegar por las distintas secciones (como yo me pierdo  al intentar orientarte en muchos hospitales públicos), potenciaremos que abandonen nuestra web abruptamente.

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Es importante que se incluya un “mapa web“ donde el visitante pueda ver, a golpe de vista, la estructura de nuestro sitio. El “mapa web” nos permite ubicarnos e ir directamente a la sección que nos interesa. No obstante, esto no da licencia para crear web complejas: las webs tienen que ser sencillas e intuitivas.

3.- La información tiene que ser accesible. Nuestros visitantes no deben tener que hacer más de tres “clicks” para llegar a la información que busca o les interesa. Si para acceder a la información de contacto, tiene que pinchar en “La empresa”, luego en “Nuestras delegaciones”, luego en “Donde Estamos” y luego en “contacto” ¡va a llegar a esta última sección sin fuerza para contactar con nosotros (incluso, lo mismo, un poquito “mosqueados”) ¿A vosotros que os parece?

La información más importante (quienes somos, qué hacemos, cómo contactar con nosotros y como navegar por nuestro sitio (mapa web) debería encontarse en un acceso directo. También es interesante que este accesible continuamente un botón o link para volver a la página de inicio.

4.- No hay una segunda oportunidad para dar una primera buena impresión; es mi mantra y no dejo de repetírmelo mil veces. La web tiene que ser atractiva. Puesto que la web será una de nuestras herramientas de marketing más importantes, hay que hacerla “con gusto”.

Está claro que si contamos con un diseñador para desarrollar nuestra web será fácil lograrlo pero, si vamos a desarrollarla nosotros mismo, no hemos de descuidar su presentación. Bajo ningún concepto vale una página en HTML, que se acerca más al teletexto de la tv (ochentero total) que al siglo XXI. En la actualidad hay múltiples plataformas de diseño web donde por un precio muy atractivo podemos comprar una templates (o plantillas): desde la muy publicitada 1 and 1 hasta wix, que es una de las que más me gustan en cuanto al diseño y la relación calidad/precio.

5.- El diseño de la web debe invitar a su lectura. Entrar en detalle sobre las cuestiones de diseño que afectan a la web es un tema muy complejo; no obstante, podemos resaltas algunas cuestiones:

Elegid con cuidado el tamaño y formato de la letra que se van a usar. Mejor letras por encima de 10pt y de tipo sans sheriff (redondas). También es importante usar un interlineado que no sea demasiado pequeño. Podéis ver más información sobre tipos de letras y sus usos en mi post «De tipos va la cosa».

Debemos buscar equilibrio entre el color de la letra y el fondo: es importante que hagan contraste entre ellos –mejor letra más oscura que el fondo-. Si por necesidades de diseño tiene que ser de otro modo, optad por textos muy breves, en tamaños de letra más grande.

Los colores de nuestra web no deben cansar en exceso la vista -como ocurre con el amarillo, el rojo y, en general, con los colores muy saturados-. Es importante usar el color corporativo de nuestra empresa –por ejemplo, el azul para telefónica- para afianzar la imagen de nuestra marca pero si es un color vibrante es mejor usarlos con mesura –para detalles puntuales, banners o cabeceras -.

Incluid imágenes que den valor añadido a nuestro proyecto y colocadlas de forma que equilibren el texto.  Y muy importantes recordar a todos los “locos” de las “filigranas”, videos, flash y apps varios… el diseño tiene que estar al servicio del contenido ¡no al revés!

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6.- La web debe satisfacer las necesidades de la empresa. ¿Esto qué quiere decir? Qué antes de ponernos “como locos” a elegir una plantilla o decidir la estructura de la web tenemos que ponernos a pensar qué necesitamos y cómo lo solucionamos o encauzamos.

¿Queremos obtener una base de datos de clientes potenciales? Podemos crear una newsletter u otro tipo de subscripción ¿Queremos descongestionar nuestra centralita y dpto. comercial? Tendremos que incluir en la web una sección de FAQ (o preguntas más habituales) ¿Necesitamos potenciar las ventas? Creamos un “carro de la compra” ¿ Necesitamos dar relevancia a nuestro producto? Hacemos accesible catálogos, muestras, álbumes, etc

Lo importante es tener claro – y en papel (las ideas siempre tienen que estar en papel para ser realistas) – qué necesitamos (requisitos imprescindibles), que nos gustaría tener (requisitos importantes) y que posibilidades futuras serían interesantes (requisitos valorables). Si vuestra web no satisface la primera cuestión y parte de la segunda, descartadla y volved a la fase de estudio.

7.- Es igualmente importante, antes de ponernos a desarrollar nuestra web, valorar los recursos económicos, técnicos y humanos de los que disponemos. Soñar está muy bien para marcarnos un horizonte hacia el que caminar… pero ahora toca poner los pies en el suelo y valorar qué, de todo lo que nos gustaría, podemos asumir. Puede que un boletín informativo sea la mejor solución para captar nuevos clientes pero ¿tenemos capacidad real para crear y mantener uno? Si no es así, hemos de valorar dejarlo en la lista de asuntos pendientes, antes que hacer un “chapuza” que hará más en nuestra contra que en nuestro favor.

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8.- No escatimemos en servicios profesionales. Si queremos (o necesitamos) una web compleja, hemos de asumir que necesitaremos a un programador y un diseñador. Las plantillas no resuelven todas las necesidades. ¿Pondríamos como nutricionista en una clínica de adelgazamiento a una persona obesa? ¿no? ¡Claro! Porque la imagen de nuestro personal habla de nuestra empresa y la representa. Con la web, pasa lo mismo. Si no podemos asumir la inversión de desarrollar la web que tenemos en mente, habrá que considerar crear una web más sencilla que cubra tan solo las necesidades principales pero ¡nada de chapuzas!

9.- Es fundamental cumplir las cuestiones legales que afectan a la web, sobre todo lo que tiene que ver con derechos de imagen (royalties) de las ilustraciones , videos y fotografías que se van a usar -¡ojo a “robarlas” de google!-, contenidos fraudulentos o falsos y la ley de protección de datos que afecta a todas las personas de interactúan con tu web. No atender a estas cuestiones nos restará profesionalidad y nos puede traer no pocos problemas (y bastante caros, por cierto).

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10.- La web tiene que estar continuamente actualizada. No vale con hacer una web y sentarnos a darnos palmaditas en la espalda. Debemos realizar  revisiones regulares: estudiar nuestro ranking de visitas y conocer los hábitos de los visitantes (rebotes, tiempo de permanencia, páginas más visitadas, etc ) para proponer mejoras y mantener actualizado el contenido. google ofrece un servicio de analisis de nuestro web que le llama google Analytics, que es gratuito para webs con menos de 10 millones de visitas.

Me «chirrían» un montón las webs que tiene información obsoleta o cuya última noticia publicada es de hace ¡tres años! Una vez más, debemos conocer los recursos con los que contamos para la web y no crear secciones que no vayamos a ser capaces de dar uso de forma regular.

Además, es fundamental auditar regularmente las necesidades de nuestro negocio (dicha periodicidad dependerá del momento en el que esté la empresa) ya que estas irán cambiando con el paso del tiempo. Si las circunstancias cambias, las herramientas de comunicación y venta también deberán hacerlo… ¡y ello incluirá nuestra web! Si esta ya no es resolutiva, tendremos que ponernos de nuevo “manos a la obra”

¡Hasta la próxima semana!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

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@emorillaslazaro

Porque hoy es un día especial

Confieso que soy una romántica sin posibilidad de cura. Pero, digo yo, que hay cosas peores en la vida.

Para mi hoy es un día especial. Ya sé que muchos dicen que el 14 de febrero es el día del Corte Inglés, de Juteco o del comercio que más rabia le de a uno; y vale que haya que demostrar el amor todos los días del año pero ¿por qué no hacerlo también hoy?

Aquí os dejo una bonita historia de amor… con un toque dramático (tan propio del romanticismo del siglo XIX, que también me gusta). Cantada por Tommy Torres, no os la podéis perder si, como yo, creéis que además de sentir, hay que demostrar. No deja de ser otra forma de comunicación, quizá la más difícil de todas: la interpersonal.

¡Feliz San Valentín!

Esther Morillas
Colaboradora de http://www.pymecom.net
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DIY! El pequeño artísta que hay en tí.

Ya he comentado otras veces lo mucho que me gustan las manualidades. Y no creáis que soy muy “manitas” pero a base de práctica van saliendo cosas “apañadas”. Mis hijas son mis principales conejillos de indias: a ellas, tan agradecidas siempre, les parece genial todo lo que mamá les hace ya sean cakepops o estuches para guardar las pinturas.

Como parte de la  “Generación de padres Supernani”, tengo en casa una tabla donde pongo “happies” a mi niñas cuando cumplen con sus tareas; la suma de X “caritas sonrientes” dan derecho a un premio que a menudo suele ser hacer manualidad: es un premio barato, se puede hacer en casa y ¡nos lo pasamos de miedo!

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Creo que las manualidades son muy beneficiosos para los niños: les permite mejorar lo que llaman “manipulación fina”, que es la capacidad para trabajar con las manos de forma precisa y al detalle, les ayuda a ser ordenados (y trabajar según una planificación) y les enseña que el esfuerzo tiene recompensa. Además, da “alas” a su creatividad que es una característica muy importante tanto para su desarrollo emocional como para su capacidad cognitiva ¿Se puede dar más por menos?

Pero «SuperNanny» no es el único programa de la tele que sigo (y cuando digo «sigo» no me refiero tanto a que esté esperando a que lo emitan como a que si lo pillo, mientras hago zapping, me lo trago hasta que acaban los créditos finales). Si hay algo que de  verdad me engancha en la tv son los programas de trabajos manuales, ya sea Art Attack donde siempre explican manualidades para hacer con niños, Cupcake Maniac, con mi adorada Alma Obregon, o Decogarden -reconozco que soy más de Yolanda Alzola que del «fácil y sencillo» de Kristian Pielhoff. Todos estos programas me resultan relajantes y, además, me transmiten mucha energia positiva gracias al «buen rollo» que se respira en ellos y la satisfacción que me general del DIY («Do it yourself» o, lo que es lo mismo, «hazlo tú mismo»).

No obstante, de donde más ideas saco no es de la televisión, si no de Internet ¿Qué habría sido de mí de vivir cuando no había Internet? En la actualidad, hay multitur de webs donde poder encontrar ideas chulísimas para hacer uno mismo, casi siempre sin excesiva dificultad. Yo os animo de verdad a que os aficioneis a las manualidades y para ponéroslo fácil, a continuación os presento algunos de los sitios webs que más me gustan. ¡Espero también os gusten a vosotros!

OH NAIF

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De esta web me gusta no solo todos y cada uno de los artículos que venden, si no el aspeto general de la web. Suelo pasearme por ella de vez en cuado y casi siempre termino comprando algo ¡Prohibido visitarla a final de mes ;)!

DARE TO DIY

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Esta web está un poco más orientada a la moda, pero tienen ideas originales para customizar la ropa y lo que no es ropa… ¡Mirad la decoración que han hecho en la cocina de esta oficina ¿No es genial?

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KIREEI

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Como su nombre indica (Kireei significa “conjunto de cosas bellas” en japonés), la web reúne un montón de cosas muy bonitas y curiosas – por supuesto, también manualidades. Una de las cosas que más me gustan es su revista a la que podéis suscribiros para recibirla cada seis meses en casa o, si no, siempre podéis consultarlas en su propia web (o en issuu.com). En mi caso, que soy una fetichista del papel (¡Me encanta el olor a «recien» impreso!), os aconsejo lo primero.

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KRAFT CORCH

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El ganchillo es una de las cosas que no termino de cogerle el punto… pero reconozco que me llama mucho la atención. Webs como está me animan a ponerme “manos a la obra”.

DE CAKE

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Es una web donde encontrarás todo lo que puedas necesitar para hacer tartas, galletas y cupcakes bien bonitas (y riquísimas!).

 OH MANUALIDADES

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OH! MANUALIDADES pertenece a un portal donde hay miles de ideas para poner en práctica. Os aconsejo que lo visitéis cuando tengáis bastante tiempo libre porque es de esos sitios en los que te lías, te lías, te lías… Lo mejor es que en el mismo portal, entre otras, también está OH DULCES CUPCAKES  y OH FIESTA con otro montón de ideas originales.

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ALMA’S CUPCAKES

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¿Qué puedo decir de Alma’s Cupcakes? Que me encanta todo lo que tienen, sobre todo su blog y las ideas tan dulces y maravillosas que en él se explican. Reconozco que estoy enamorada de Alma Obregon -platónicamente hablando, claro! ;)-

GUIA DE MANUALIDADES

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Una web muy bonita, bien presentada y con muchas ideas. Me gusta mucho.

MR. WONDERFUL

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Ay, que puedo decir de mi amado “Mr Wondeful”… visitadla y entenderéis que haya caído rendida a sus pies. Además de material para hacer manualidades, venden artículos acabados que son una pasada. A mí no me dejan de sorprender… y a mis amigos, ni te cuento!!!

Bueno y no puedo olvidarme de mencionar su blog “Muy molón”  al que sigo semanalmente con más fidelidad que a nada en este mundo. I love it!!!

COCOTTÓ

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Esta web la descubrí gracias a “Muy Molón”  y la verdad es que tiene cosas muy bonitas. Además, también tienen un blog con propuestas muy interesantes.

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En fin… yo creo que mejor parar que si no este post va a ser eterno 😉 Pero no quiero despedirme sin recomendaros que visitéis la feria DIY que se celebra en Madrid del 21 al 23 de marzo. Esta es su cuarta edición, si no me equivoco, y os puedo asegurar que es una pasada, no solo por sus stands si no porque tiene unos talleres muy interesantes. Echad un vistazo en su web www.diyshow.es y apuntadlo en vuestra agenda ¡No os lo podéis perder!

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¡Hasta la próxima semana!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

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@emorillaslazaro


No me engañes, que te veo.

Hace no mucho era difícil saber de otro si no le conocías en primera persona. Le podías conocer de oídas, de vista, de hablar con él puntualmente, de salir de cañas o de toda la vida… y ya. Y la información que tenías era equivalente a tu relación con dicho individuo y su entorno. Ahora ya no hace falta – todos nos conocemos o podemos conocernos: solo tenemos que buscarnos en google.

Me hace gracia ver a la gente  “romperse la camisa” pidiendo máximo derecho a su privacidad mientras, por otro lado, se sobreexponen pública y voluntariamente a través de las redes sociales. Todo el mundo sabe si fulanito está de vacaciones en la playa, si al hijo de nuestra excompañera del 6º de EGB se le ha caído su primer diente o si la prima de nuestra vecina (aquella que conocimos en las fiestas del barrio) ha tenido gastroenteritis la semana pasada. Nosotros mismo lo compartimos todo con nuestro grupo de amigos. Bueno, “amigos” es un decir… porque me gustaría saber cuanta gente tiene tantos amigos (de los de  verdad) como contactos tiene en facebook, twitter, Instagram o tuenti. Sí, así somos nosotros. Nos burlamos de los famosos que posan en las portadas de las revistas y relatan sus alegrías y desgracias a golpe de talonarío pero nosotros mismo vendemos más nuestra vida (y gratis) que Ana Obregon en sus mejores veranos.

articulos.softonic.com   como-buscar-personas-en-internet

Lo más peligroso no es la creciente tendencia a no diferenciar entre lo que es público y privado, sino que pocas personas son conscientes de los riesgos y perjuicios que tanta sobreexposición puede suponer. No se trata de un tema de pudor o deseo de vivir en el ostracismo, si no de aprender a cuidar nuestra reputación virtual con el mismo esmero con el que defendemos nuestra reputación real.

Reputación 2.0

Lo primero de todo ¿Alguna vez has googleado tu nombre? ¿No? Pues ¡Pruébalo! Es interesante descubrir lo que aparece en los buscadores con solo googlear un nombre. Si tienes un perfil creado a partir tu nombre real en alguna red social o llevas a cabo alguna acción on line (blog, microblog, colaboración en publicaciones, etc ) seguro que apareces en alguna de las primeras pantallas del buscador.

¿Qué has encontrado? ¿Te gusta lo que has visto? ¿Te ha sorprendido? ¿Es eso lo que quieres que encuentre cualquier otro que teclee tu nombre en un buscador? Lo que has visto o podrías ver es lo que se llama identidad digital.

blog.educalab.es

La identidad digital de cada persona o empresa se compone de todas aquellas cuestiones que le definen como usuario de Internet. Estas cuestiones no solo dependen de nosotros mismos (información que publicamos, foros en los participamos, publicaciones que seguimos, etc), sino que se ven afectadas por la información que el resto de usuarios aporta sobre nosotros (ya sean imágenes, opiniones, etc). El prestigio de dicha identidad virtual es lo que llamamos reputación 2.0, reputación on line o reputación virtual.

Cuanto más activo se es en Internet, más exposición existe en dicho medio… y por lo tanto más sólida es la reputación virtual que se estará generando (para bien o para mal). Pero no pensemos que no estar en Internet equivale a que no hablen sobre nosotros en la Red ¡para nada! lo único es que no seríamos conscientes y no podríamos actuar en consecuencia… lo cual siempre es un error. Por ello, en el caso de las empresas y los profesionales, mi consejo es siempre que participen de Internet y que si lo hacen de forma activa y/o intensa, que cuenten con los servicios de un Comunity Manager. Pero ese es otro tema.

¿Qué tiene de excepcional la reputación on line? Que se expande de una forma más rápida y amplia que el tradicional “boca-oreja”. Es lo que llamamos la viralidad de Internet.

¿Qué tiene de bueno? Que ciertos errores podemos borrarlos a golpe de click (podemos borrar un comentario en un foro, podemos cerrar una cuenta en una red social…). De hecho, en casos extremos, ya hay empresas que se dedican a borrar historiales en la red… como si nunca se hubiesen estado allí. Algunos ejemplos son Delete your accountSuicidemachine  o Twittwipe -solo para Twiter-. No obstante, hay que recordar que lo que borramos son las pruebas escritas o gráficas, no el recuerdo que queda en las personas que se vean afectadas por nuestras acciones; es decir, que empezar de cero siempre es difícil.

suicidemachine

¿Qué tiene de negativo la reputación 2.0? Que casi nadie se preocupa de su reputación virtual hasta que afecta a su reputación real (casos de ciberacoso, vulneración de la intimidad, perdidas de credibilidad comercial, etc)… es decir, que no vemos las “orejas al lobo”, hasta que nos ha “clavado el colmillo”.

Reputación 2.0 para la promoción personal

Esta reputación puede afectarnos y mucho en nuestro entorno laboral, sobre todo en lo que refiere a la proyección profesional de cada uno. Un buen profesional no puede permitirse tener una pésima reputación on line o se estará tirando piedras sobre su propio tejado.

¿Crees que la información que hay en Internet sobre ti te beneficiaría o perjudicaría en caso de que la viese la persona de quien depende tu trabajo?

Un ejemplo muy claro de cómo afecta la reputación on line a la vida profesional, lo tenemos en los procesos de selección de personal. A día de hoy, cualquier empresa sabe cómo usar Internet para obtener información de sus potenciales colaboradores y/o trabajadores. ¿Curiosidad? Quizás un poco pero, sobre todo, se trata de documentación.

buscartrabajo.es

Tengo un amigo que trabaja como head-hunter de puestos de alta dirección y mandos intermedios. Y para desgracia de muchos de ellos, es un gran conocedor de Internet. ¡Siempre tiene alguna anécdota que contarme! Una vez me comentó que, estando llevando a cabo un proceso de selección, se puso a investigar a cada uno de las siete personas preseleccionadas y ¿qué descubrió? pues que el primero de los candidatos, con un perfil intachable en LinkedIn, resultó ser un “homofobo y racista” declarado a través de su cuenta de Facebook. Otra de las candidatas resultaba tener un blog personal donde en diversas entradas hacía un boicot a la empresa internacional por el daño que hacía a la empresa local ¡y el proceso de selección era para una de ellas!… en fin… dos candidatos descartados “de un plumazo”: su reputación on line (que abarca mucho más que los conocimientos y experiencia)  había “echado por tierra” sus posibilidades laborales.

Con esto ¿qué quiero decir? ¿que es malo tener vida en Internet? No, todo lo contrario, de hecho puede ser muy beneficioso pero  hay que ser coherentes y responsables con nuestra vida virtual: lo importante no es solo qué hacemos sino cómo lo hacemos.

CINCO CONSEJOS BÁSICOS PARA TENER LOGRAR UNA BUENA REPUTACIÓN ON LINE

Primero: Cuidado con el nombre de usuario que eliges en las redes sociales. Los perfiles personales suelen contener información social tuya, muchas veces privada,  así que lo mejor es que utilices un pseudónimo para que si la gente de tu entorno profesional googlea tu nombre, no encuentren tu perfil. Si luego investigan, dependiendo de la pericia de la persona que lo haga, pueden igualmente dar con él, pero en principio no es tan sencillo.

Segundo: Si tu actividad profesional necesita del uso de perfiles sociales, valora seriamente tener dos perfiles diferenciados: uno para tu vida social (con tus amigos, conocidos y familiares) y otro para tu vida profesional (para compañeros de trabajo, colaboradores, contactos de interés profesional, etc). Obviamente, el trabajo será el doble pero los beneficios profesionales se multiplicarán exponencialmente.

Usa tu nombre personal para el perfil profesional y un pseudónimo para el personal. Cuida qué cuelgas en cada uno de los perfiles, teniendo en cuenta qué tipo de persona accede a cada uno de ellos, y potencia en tu perfil profesional tus competencias, capacidades y aquellas aficiones que creen valor añadido a tu rol profesional.

Mr-Potato-Head

Mr Potato es un experto en adaptar su perfil a las circunstancias.

Tercero: Aprende a utilizar correctamente las herramientas de privacidad de las distintas redes sociales que uses. Si no tienes ningún filtro, por pereza o despreocupación, cuida mucho lo que cuelgas o comentas en la red. Aunque lo neguemos, en el fondo todos queremos tener nuestros 5 segundos de notoriedad (y puede que no los usemos con toda la prudencia recomendada) ¡no hagas que esos 5 minutos te arruinen alguna gran oportunidad!

Cuarto: No cuelgues en internet aquello que no querrías que viese la persona que puedan estar interesadas en contratarte o colaborar contigo. Te aseguro que si mañana te enfrentas a un proceso de selección y tienes un perfil público en alguna red social, te van a buscar y hacer un pequeño (o no tan pequeño) testeo.

Me gusta-no me gusta

Si en tu perfil de tuenti o facebook hay más fotos tuyas de fiesta, borracho como “una araña”, que en circunstancias más “sanas”… valora borrar alguna de las primeras y colgar más de las segundas. Ningún empresario quiere contratar a alguien que sale de fiesta todos los miércoles y jueves del año; obviamente prefieren empleados vayan a trabajar al 100% y no de resaca y con falta de sueño la mitad de la semana.

Pide a tus amigos que no te etiqueten en sus fotografías. Si lo hacen, revísalo cuando así sea y desetiqueta, o solicita que lo hagan, cuando creas oportuno. No dejes en Internet más pruebas gráficas de tu vida que aquellas que consideres te hacen justicia.

Si tienes un cargo muy relevante o donde la discreción sea imprescindible, valora no participar en redes sociales generalistas o crea un perfil cerrado al que no pueda acceder cualquiera… y, por supuesto, no uses tu nombre real.

Quinto: Conviértete en tu mejor publicista. Cada uno de nosotros somos el mejor (y único) producto que tenemos en propiedad para vender así que ¡véndete bien! Haz de Internet una plataforma  donde darte a conocer. Aprovecha cualquier oportunidad para potencias sus cualidades y capacidades. Ten un perfil de LinkedIn completo y actualizado. Si te gusta escribir, valora tener un blog donde escribir sobre aquellas cuestión en las que puedas ser resolutivo y orientador. Participa en foros profesionales y ofrece tu experiencia y formación a quien pueda necesitarlo. Colabora con publicaciones y webs profesionales, si te surge la oportunidad, aunque no recibas ninguna remuneración. Ten una web personal donde puedas exponer aquellas cuestiones de tu curriculum que no tomen suficiente relieve a través de un texto escrito (como albúm de dibujos si eres ilustrador, galería de fotografías si eres fotógrafo, catálogo de creaciones, si eres artesano, tus colecciones si eres diseñadora de moda, etc).

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Y para terminar, un último consejo: mucho cuidado con nuestro Pinocho interior. El uso de Internet ha llevado a mucha gente a inventarse y aplicarse una capa (doble y tiple) de barniz para parecer más brillantes, más listos, más cultos, más guapos y más experimentados. Amparados en el falso anonimato que parece otorgar Internet ¿Cómo no caer en la tentación? Pues mi mejor consejo es que seáis prudentes a este respecto.

La clave para vender bien un producto (nosotros) es crear una buena campaña de publicidad a la altura de él, no por encima suya. Crear falsas expectativas siempre termina siendo contraproducente. Si eres un buen profesional que se vende como un buen profesional, tendrás la mitad del camino recorrido cuando te encuentres con aquella persona a la que te interesa conocer. Si eres un buen profesional que se vende como un profesional excepcional (engordando formación, ampliando falsamente experiencia, exagerando conocimientos, etc), al final te terminarás delatando (en las distancias cortas es más difícil mantener una mentira) y quedarás como un profesional mucho peor de lo que eres en realidad. Además, tu  “estupenda reputación on line (la cual terminará decayendo también) te habrá creado una mala reputación en la vida real que, al contrario de la virtual, no podrás borrar con el ratón del PC ni dando a “suprimir”.

goma de borrar

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

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De comidas, cenas y sales de fruta

Por si no lo había dicho antes ¡Me encanta la Navidad! Adoro poner el árbol y el Belén en casa, adoro las calles iluminadas e incluso adoro ese afán consumista que nos arrastra cada año por estas fechas… pero reconozco que hay una cosa a la que tengo mucho miedo y son las comidas y cenas de Navidad. Sí, lo reconozco,  soy de las que come hasta quedar cual pavo relleno y luego ¡claro! a sufrir digestiones pesadas y pantalones que no abrochan. Hay años, que incluso estoy deseando que acaben las fiestas solo para dejar de comer y ponerme dos días a piña y pollo y otros dos, a agua y acelgas.

El caos digestivo que suele acompañar a mis Navidades solo se ve recompensado parcialmente por lo que es la organización de la cena o comida que toque celebrar en mi casa… porque no hay nada que más me guste que ponerme a cocinar y preparar una mesa “bien puesta” como diría mi madre. Este año toca en mi casa la comida del 25… lo cual es genial porque tengo que confesar que yo soy más de Papá Nöel que de Reyes Magos… ¡No os podéis imaginar mi salón ese día! Con un árbol de Navidad con más luces que el de la Puerta del Sol y una mesa repleta de bandejas, platos, copas y decoración Navideña… ¡se me llenan los ojos de lágrimas solo con pensarlo!

Para mí la decoración es lo primero. La panza, lo segundo. No es que el menú no sea importante si no que no me supone ningún quebradero de cabeza. No es por “echarme flores “, pero a mi cocinar se me da bien… en parte gracias mi pobres cobayas (léase, amigos y familiares) que durante todo el año me dejan experimentar recetas culinarias y,  por otra parte, gracias a mi adorada-y-nunca-suficientemente-estimada Thermomix. Además, no puedo olvidarme de dos amigos a los que sigue fielmente a través de sus blogs: Velocidad cuchara, si tenéis mi robot fetiche, y webosfritos para todo lo demás.

En fin… que casi todo mi esfuerzo queda concentrado en aquellas cuestiones que para mucha gente es complementario: las invitaciones, el montaje de la mesa, los letreros con los nombres de los invitados, etc… ¡Manos a la obra!

¿Qué es lo que diferencia la comida de Navidad de otra celebración cualquiera? Para mi, la decoración. Si bien es cierto que “el hábito no hace al monje”, en el caso de las comidas, el cómo se “vista” la mesa es lo que las hace más o menos especiales. En otros tiempos seguro que el menú marcaba por sí mismo la diferencia -me viene a la mente mi madre contándome que cuando era pequeña solo comían pollo el día de Navidad- pero en los tiempos que corren, pocos platos quedan totalmente relegados para Navidad o Fin de año (salvo en los casos en que la crisis obligue). Seguramente el mismo cordero que cenes en año nuevo es igual al que comiste hace dos meses… solo que esta vez, el mantel es rojo con dibujo de renos. Así que, lo dicho, además de ser Navidad, tiene que parecerlo.

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Vamos a empezar por la mesa que será el “altar” de nuestro salón. Con vuestro permiso voy a extenderme un poco en algunos de los pasos porque  me gustaría explicar que cada elemento del protocolo, por vacio que parezca, en realidad tiene un motivo bien justificando (más allá de las estética).

Para mí no hay mesa bien puesta que no lleve un muletón . El muletón para quien no lo conozca, es una pieza de algodón o lana con un lado impermeable (similar al plástico) y con el otro afelpado. Es parecido al “hule”  de toda la vida pero más grueso y de más calidad. La gente suele usar el muletón como si fuese un hule, con la parte afelpada hacía la mesa y la parte plástica hacia el mantel pero su posición es ¡exactamente al contrario! La función del muletón no es tan solo evitar que los líquidos que se viertan manchen la mesa (que es la única finalidad del hule) si no hacer que lo que pueda derramarse manche lo menos posible el mantel: eso solo se consigue si la parte afelpada queda directamente bajo la tela, absorbiendo entre sus fibras el liquido derramado (al llevarlo hacia el interior) e impidiendo que la mancha se extienda. Además, poner la parte plástica contra la mesa impide que el mantel pueda deslizarse, evitando que se caiga lo que haya sobre él.

Sobre el muletón va el mantel. A mí me gustan los manteles de colores lisos y neutros (el color ya lo darán otros elementos) pero para gustos los colores. Lo que sí es interesante es tener un mantel cuyo acabado no parezca sintético y no colocarlo con las arrugas propias de haber estado doblado en el cajón. El tamaño del mantel debe permitir que cuelgue de cada lado unos 20-30 cm. Esta distancia permite para tapar el muletón y evitar que la superficie quede descubierta si el mantel se mueve pero no es tan larga como para molestar a los comensales o correr el riesgo de que el mantel se  líe entre las piernas provocando que alguien lo arrastre al levantarse.

El puesto de cada comensal lo marca un bajo plato, o plato de presentación o de servicio. Su finalidad, además de decorativa, es preservar de manchas el mantel. Actualmente, se venden pequeños manteles individuales o tapetes (de tela, ganchillo, fieltro, etc), que sustituyen al bajo plato; hay quien usa ambos elementos a la vez pero a mí, personalmente, me parece excesivo. También hay pequeños manteles tipo carril, o camino de mesa, que cruzan la mesa a lo ancho sobre mantel, sustituyendo a los bajoplatos de dos puestos enfrentados a cada lado de la mesa. Depende del gusto de cada cual pero para mí no hay nada como el bajo plato de toda la vida… aunque confieso que hace años que no lo pongo porque no coge: en mi mesa navideña cada milímetro está más cotizado que el metro cuadrado en la calle serrano de Madrid.

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El espacio mínimo entre comensales, para que cada invitado pueda comer con comodidad, son 60-65 mínimos. Como nuestra mesa no es la de la familia real británica, se hace a ojo… además, si las sillas que vamos a usar son las típicas de salón, ellas mismas y el espacio libre necesario entre cada una, ya nos obliga a dejar mínimo esos 60-65 cms.

La mesa se monta como si todos los comensales fuesen diestros por lo que cada elemento está situado pensando en esta circunstancia. Hay a quien le puede parecer que el protocolo para montar una mesa es muy complicado pero en realidad, solo hay que tirar de sentido común:

  • Las servilletas se dejan en el lado derecho porque se despliegan con esa mano para colocarla sobre el regazo, si fuesen de  tela. Dejarla en el lado izquierdo también es correcto (de hecho, generalmente se pone ahí para equilibrar el montaje ya que el lado derecho suele tener más elementos colocados). Hay a quien le gusta hacer florituras con la servilleta y/o dejarla sobre el plato; también está bien aunque en mi opinión cuanto menos se manipulen los elementos de la mesa, mucho mejor por razones de higiene.
  • El pan se pone delante del plato, en el lado izquierdo, pues este se coge con la mano izquierda para cortarlo y comerlo con la derecha.
  • El plato de la mantequilla se pone en el lado derecho, pues se usa dicha mano para coger y untar la mantequilla sobre el pan que tendremos en nuestra mano izquierda.
  • Los cubiertos se colocan en el lado de la mano con la que se va a usar: a la izquierda los tenedores (se usan con esa mano en el caso de usar junto al cuchillo) y a la derecha los cuchillos y las  cucharas. El orden, desde fuera hacia el plato, es en el que se van a usar: tendremos más lejos del plato los cubiertos que usaremos al principio y más cerca del plato los que usemos al final. Los cubiertos de postre, delante del plato, pues se usarán cuando el resto de elementos ya se hayan retirado y no molesten.
  • Los vasos y copas se colocan, de derecha a izquierda, el de vino tinto, el de vino blanco, el de agua y el de cava. Delante de estos estos, la copita de coñac y, más a la derecha, la taza de café.

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Superconsejo: ¡Simplificad la mesa lo máximo posible! Demasiados elementos arruinan la decoración: cansan la vista y molestan a la hora de comer. No pongáis elementos que no se vaya a usar solo por adornar. La taza del café, se puede poner cuando vaya a tomarse, una vez recogida la mesa; idem, con la copita de champan o de coñac o el plato del postre. Cada uno tendrá que valorar como es su mesa para hacer el montaje pero, generalmente, el espacio (pensando que aún tiene que quedar zonas libres para sacar la comida), no sobrará.

Si queréis indicar el puesto que ocupará cada invitado, podéis poner un cartelito delante de cada sitio, sobre la mesa o encima del plato. Dejad volar vuestra imaginación y crear un cartel especial acorde al evento. Yo a veces suelo aprovechar y en la misma tarjeta pongo el menú como si de una boda se tratase. Si lo personalizamos y queda bonito, más de un invitado se lo llevará de recuerdo ¡para mi es un gran premio!

La distribución de los comensales en la mesa es una cuestión propiamente de protocolo pero es un tema extenso para tratar ahora, así que lo dejaremos para más adelante. Estas navidades, usad el sentido común que hasta ahora os habrá funcionado tan bien.

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Si queréis añadir decoración complementaria a la mesa, pensad bien qué elegir y dónde colocarla: pueden ser servilleteros, centros de mesas, etc. Yo suelo ser bastante minimalistas porque creo que la decoración debe estar al servicio de la utilidad y no al reves: si algo no aporta nada a la mesa, mejor fuera y que no moleste. En cualquier caso, yo solo dejo la decoración a modo de presentación pero la retiro cuando voy a servir la mesa.

Si vosotros preferís dejarla decorada, tened en cuenta que los elementos ornamentales no deben molestar ni por su ubicación ni por su altura (que no impida a los comensales verse y conversar entre ellos), no debe manchar la comida (como en el caso de hojas secas que tienden a desprenderse), ni contener productos tóxicos (como pinturas, purpurinas, etc) y no deben tener olor (que pueda alterar el propio olor de los alimentos). Además, yo desaconsejo totalmente las velas por muy bonitas que queden o, al menos, recomiendo que durante la comida estén apagadas para evitar accidentes en un sitio donde las telas, papeles y alcoholes están muy presentes.

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En internet hay muchas ideas para montar la mesa pero a mi una de las que más me inspira es El sofá amarillo que se dedica a organizar bodas y eventos. Cada detalle, es una sorpresa y el montaje final, un completo éxito ¡lástima no haberlo conocido cuando organicé mi boda!

… y para terminar, me gustaría tratar brevemente el tema de los regalos que suelen traer los invitados: un anfitrión debe saber ser agradecido. Si nos traen un obsequio, lo abrimos en el momento de recibirlo – delante de quien nos lo trae – y lo agradecemos… pero no estamos obligados a usarlo en esta ocasión. Si nos traen vino, no hace falta que se tome durante esa comida, sobre todo si no «pega» con el menú o no está a la temperatura adecuada, pero se le debe indicar a nuestro invitado previamente; si insiste en abrirlo, yo optaría por seguir su consejo para no ofenderle. Los bombones, postres y dulces sí estamos obligados (protocolariamente, hablando) a ofrecerlos a los invitados durante la comida. Si son flores, las podremos en agua y las colocaremos en un sitio adecuado, pero no hace falta que sea el salón ni la propia mesa, especialmente si tienen un olor intenso o no sabemos si alguien puede ser alérgico.

El tema de los regalos es muy extenso y no tan sencillo como pudiese parecer. Creo que es un tema importante en las fechas que estamos por lo que de ello tratará mi próximo post… pero si alguien no puede esperar hasta la próxima semana, podeis consultar mi e-book «El arte de regalar» que podeis leer y descargar gratuitamente desde issuu.

El Arte de Regalar Ebook Esther Morillas Pymecom

Bueno… y ahora ya solo queda a pasarlo bien, disfrutar de la comida… y no olvidarnos de tener en la despensa sales de fruta… por si me paso como siempre.  Bon appetit!!!

Esther Morillas. Colaboradora de www.pymecom.net

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

PAPA NÖEL LLEGA A LA OFICINA

Cuando llega la navidad, lo hace a todos sitios ¡A la oficina también! Todas las empresa a estas alturas llevan ya varias semanas preparando su propia Navidad… y la que no lo esté haciendo ya ¡mal va! Las cestas de navidad, los christmas, las comidas o cenas de empresa, los eventos con clientes… La Navidad es uno de los mejores momentos para generar negocio y no solo me refiero a las ventas.

¡No seamos inocentes! Ninguna empresa celebra su Navidad por su espíritu navideño. Las empresas son entidades con ánimo de lucro y todas sus acciones están encaminadas hacía dicho “lucro”. Con esto no quiero decir que no disfruten con estas fechas pero toda actividad tiene  por objetivo generar beneficios, económicos o no.

Igualmente tengo que recalcar a las empresas que vean las acciones de Navidad como un gasto ¡que se equivocan! Las acciones de Navidad, bien planificadas y ejecutadas, son unas de las mejores y más económicas inversiones que una empresa puede hacer por su negocio.

Es importante que las empresas descubran el modo de aprovechar la Navidad como una herramienta de ventas.  Sé que suena “frio” unir en la misma frase “Navidad” y “herramienta de ventas” pero esto es lo hay.  Cuando cada uno de nosotros recibe en su casa un christmas de la óptica donde generalmente compra las gafas, una invitación a una cena de un proveedor o, incluso, cuando nuestra propia empresa nos hace partícipes de la cena de Navidad, nunca es un acto totalmente desinteresado. C’est la vie!!

La Navidad como herramienta de ventas: los christmas

1xmast blog.athento.com

2xmast www.charhadas.com

Partamos de la base de que la Navidad es un buen momento para volver a ponernos en contacto con nuestros colaboradores, proveedores y, especialmente, clientes para recordarles quienes somos, dónde estamos y qué podemos hacer por ellos. Mandarles publicidad no solicitada podría molestar o incluso incurrir en una acción se spam; si lo vestimos con espumillón y deseos de feliz año, ya no solo no molesta si no que se suele agradecer.

El Christmas es la primera (aunque no la única)  herramienta de ventas que podemos utilizar en estas fechas: debe servir para estrechar lazos profesionales con nuestro destinatario y como soporte publicitario.

Para lo primero, es imprescindible que nuestro christmas además del texto impreso mecánicamente, se añadan unas líneas (por breves que sean) manuscritas. En el caso de clientes importantes, cuánto más personalizado este dicho texto, mejor.  No es lo mismo que mi proveedor me mande un christmas con un texto estándar (el mismo que reciben otros doscientos contactos)  que recibir una nota a mi nombre agradeciéndome “tal cosa”. Este trabajo implica dedicar algunas horas y, por lo tanto, debe planificarse con tiempo.

Es importante tener una bases de datos óptima que nos facilite este trabajo ya que es tan importante no duplicar (para ajustar costes) como no olvidarnos de nadie por omisión (sobre todo si se manda más de una tarjeta a una empresa, para diferentes personas, y solo se lo mandamos a tres de los cuatro contactos que tenemos).

Hay empresas que envían un christmas por empresa y otras que optan por enviar uno a cada contacto. La primera opción es menos arriesgadas, pues no nos dejamos a nadie en “el tintero” aunque es más fácil de personalizar la segunda opción. Cada empresa debe analizar sus objetivos y sus posibilidades económicas y de recursos y actuar consecuentemente.

Por otro lado, el Christmas es un fabuloso soporte publicitario por ello es muy importante determinar el lugar que ocupa nuestro logotipo dentro del diseño de la tarjeta. El mejor lugar para colocarlo es la portada, para lo cual deberíamos customizarlo con un diseño navideño. El segundo mejor lugar, en la hoja interior derecha junto a nuestra dedicatoria (salvo que nuestro christmas tenga un diseño horizontal ya que al exponerlo las caras interiores queden totalmente ocultas)

LOGOTIPO NAVIDAD

También es fundamental planificar cuándo enviamos los christmas. Lo ideal es enviarlos la primera o segunda semana de diciembre, de modo que nuestra tarjeta navideña quede expuesta al menos tres semanas (casi todas las empresa hacen una exposición de los Christmas recibidos); de esta forma, el R.O.I. (retorno de la inversión) será más favorable.

Los christmas pueden ser diseñados “ad hoc” en base a nuestros intereses o comprar un modelo estandarizado. La primera opción, bien diseñada y ejecutada, tiene un gran impacto publicitario pero también es más caro. La opción de comprar una modelo estándar es más económica aunque menos impactante, ya que se parecerá mucho más a las otras muchas tarjetas que nuestro contacto recibirá. En cualquier caso, siempre podemos generar valor añadido con dedicatorias personalizadas y/o adquiriéndolo a asociaciones con fines altruistas.

Con las llegadas de las nuevas técnologias, no hay empresa que se precie que no envíe sus christmas en formado digital. Normalmente, estos no sustituyen a los christmas tradicionales sino que sirven de refuerzo. Lo ideal, es que sigan una misma línea de diseño ambos christmas. El tipo de  christmas digital depende de las capacidad de inversión de la empresa. Los christmas digitales se envían la misma semana de las fiestas (generalmente, próximo al día 25 de diciembre).

Últimamente se ve a menudo (aunque no tanto como para no sorprender) tarjetas que en la portada tienen la caricatura del equipo profesional que componela empresa: es una buena idea para personalizar el christmas, estrechar lazos (nos permite darnos a conocer físicamente, aunque sea en modo de caricatura) y hacer publicidad de nuestra empresa (por el impacto visual de la tarjeta)… aunque la inversión es elevada. Un ejemplo, es esta nevada tarjeta de Sika.

caricaturas sika

Una buena forma de reforzar nuestra acción publicitaria es llamar a posteriori con la excusa de confirmar la recepción del christmas (sobre todo si este iba personalizado a alguien en particular), así podemos felicitar las fiestas de forma personal…  y ya de paso aprovechar para hablar de un nuevo producto o proponer una visita comercial. Mi consejo es que cualquier otra acción que complemente el envío de christmas también se incluya en dicho prepuesto pues el seguimiento telefónico es una partida que puede encarecen notablemente nuestros deseos de felices fiestas. No olvidemos que el gasto más caro es el que no se contempla pues al no valorarse correctamente difícilmente lo convertiremos en una inversión.

 … pero, bueno, lo que no hay que olvidar, al margen de nuestros objetivos de ventas, es que estamos en Navidad y el espíritu navideño nunca se ha de perder…  y la mejor forma de llamar la atención de nuestro destinatario es ¡emocionarle! y precisamente emocionar es lo que logra Corneto con su campaña “Cupidity”:  una historia preciosa con final feliz, de las que te tocan el corazón.

Y para seguir ayudándoos con las compras de Navidad, os invito a que conozcais la web Charhadas que seguro que os gusta tanto como a mi.

Hasta pronto!!

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro.

Esther Morillas. Colaboradora de www.pymecom.net

Gracias a la crisis

¿Pero quién es esta loca que se embarca en un blog y encima lo hace dando las gracias a la crisis?

Pues, Esther. Esther Morillas, para ser más exactos… pero llamadme solo Esther. Dejad que me presente: soy una profesional del diseño, comunicación y protocolo. Me vuelve loca la decoración, el diseño, la organización de eventos, las tipografias, el atrezzo, el marketing, el protocolo, el arte, las redes sociales, la publicidad,… vamos, todas las formas de expresión y comunicación, tanto digitales como tradicionales.

Llevo años (¡Qué digo años! ¡Lustros!) queriendo comenzar un blog pero siempre me ha sido imposible porque la cantidad de trabajo diario no me dejaba tiempo para ello. Pero ahora, gracias a la crisis, tengo mucho menos trabajo… por desgracia, podría decir alguien, pero ¡yo no! Mi caracter optimista no me permite caer en el victimismo. ¿qué hay menos trabajo? ¡Pues a ocupar el tiempo libe en algo productivo y que siempre he querido hacer: mi blog! Al mal tiempo, buena cara… bueno, y a comer menos «chicha» y más lentejas… que diría mi abuela.

No quiero presentarme como una gurú de nada. Solo soy una apasionada de los temas que voy a tratar… con muchos años de experiencia, sí,  pero también muy consciente de todo lo que me queda por aprender. Mi intención es ayudar a quien pueda pero sobre todo seguir aprendiendo.

Y para que mi primera entrada sea algo más que una simple presentación, os quiero presentar a unos «colegas» a los que sigo desde hace muchos años y que son imprescindible para todo aquel que le interese el tema de las tipografias, redacción y composición: Unos tipos duros. A través de ellos conocí a La familia Plomez, una web muy interesante que también os invito a conocer.

Bueno, pues hasta aquí mi perdida de virginidad (bloguera, I mean). Muchas gracias y ¡Hasta que volvamos a leernos!

Podeis seguirme a través de twitter en  @emorillaslazaro o de facebook Esther.Morillas.5

Esther Morillas

Colaboradora de www.pymecom.net