Claves de la comunicación femenina.

Madre mía, desde que llegué de vacaciones ha sido un no parar de trabajar y no es que me queje pero voy con la lengua fuera a todos sitios, sin tiempo casi para nada… ni para el blog. La verdad es que tanto trabajo me tenía bloqueada y no sabía ni de qué hablaros, pero lo bueno de moverme mucho y cruzarme con mucha gente es el tener la posibilidad de descubrir pequeñas cosas que me sorprenden o llaman mi atención y que son, potencialmente, algo de lo que hablaros.

La semana pasada tuve una reunión. Acompañaba a una colega a defender la venta de un libro de estilo para una empresa bastante grandecita. Mejor no vamos a dar nombres… El caso es que tuvimos la mala suerte de tener que presentar nuestro proyecto ante un grupo de tres “ejecutivos agresivos” que desde el momento que llegamos nos miraron por encima del hombre, de arriba abajo ¡Me sentí igual que si me estuviesen pasando por un escáner de rayos X! Desde el principio fue bastante “desconsiderada” la actitud de los tres “fulanos” pero tengo la suerte que me crezco ante los “maleducados” ¡así que sin mayor problema!… o eso creía! Porque resultó que mi colega era justo al contrario y claro, imaginaros cómo se defiende un proyecto cuando te sientes intimidado, pequeñito… un desastre, vamos!! Yo intenté echar algún “capote” pero no deseaba ponerme en un lugar que no me correspondía, tomando la dirección del discurso, pues ella la “cabeza directora” del proyecto.

Cuando salimos de la reunión le eché una “pequeña” bronca a mi colega… desde el cariño, porque ella sabe que la adoro, pero es que me puso “atómica”, que decía la película de Menkes. ¿Cómo puede hacerse tan pequeña una mujer tan grande, profesionalmente hablando? Y ahí es dónde me vino la idea para el post de hoy.

Hoy quiero hablaros de la comunicación femenina. Sí, sí, ya sé que puede sonar a “topicazo”, pero la realidad es que hombre y mujeres no nos comunicamos igual; de hecho, no somos iguales. Fue con el libro “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus” cuando me di cuenta que las cosas que nos diferencian están ahí ¡nos gusten o no! y son en gran medida una cuestión biológica, resultado de nuestra evolución como animales (animales sociales, sí, pero animales al fin y al cabo). Y lo que somos innatamente en mayor o menor medida afecta a nuestra vida social.

Querer dar verdades universales siempre es complicado porque cada individuo es diferente y se podrían hacer mil matizaciones.. pero me voy a arriesgar a hablar en términos general.

¿Cómo hablan las mujeres?

Las mujeres tendemos a sentirnos un poquito intimidadas cuando tenemos que defender argumentos que pueden llevarnos a una confrontación, hablando más bajito, como si no quisiéremos molestar. Porque la mujer, en general, somos un individuo cortés que desea “encajar” y por ello intentamos no hacer aquello que creemos que puede ofender. Si deseamos imponernos, rara vez lo hacemos de forma directa, agresiva o invasiva.

Si os dais cuenta, no es extraño que en una conversación entre hombre y mujeres (me refiero al ámbito profesional), salvo que la mujer este jerárquicamente muy por encima, ellos suelen hablar más alto, más tiempo y tienden a interrumpir, incluso ignorando nuestra aportación a la conversación. No es que lo hagan aposta (casi nunca), es que su forma de comunicarse es más directa e invasiva. Rara vez la “voz cantante” de un dialogo grupal, lo lleva una mujer.

No obstante, no veamos nuestras diferencias como algo que nos hace mejores o peores. Es el eterno símil de la pera y la manzana: no somos unos mejores que otros, sino diferentes – cada cual tenemos nuestros puntos débiles y nuestras fortalezas. Así que es importante conocer lo que nos caracteriza a cada uno para dar relieve a esas cosas que nos hacen fuertes e intentar controlar o corregir, aquellos puntos que nos hacen más vulnerables. Solo hace falta un poquito de auto-analisis.

En positivo

Las mujeres solemos creer que lo importante no es tanto imponerse como involucrar al resto de personas en nuestras conversaciones o decisiones. Como dice Mercedes Bengoechea en su obra “Uso del lenguaje en el mundo laboral”, «buscamos activamente escuchar a fin de implicarnos en la conversación, buscando cierta intimidad de forma que la conversación se desarrolle en un clima de cooperación». Esto nos convierte en profesionales más empáticas y colaboradoras.

Somos más receptivas a la hora de interpretar los gestos, palabras e intenciones ajenas, lo que nos lleva a ser mejores comunicadoras, pues para que haya una comunicación efectiva hemos que ser capaces de identificar el “feed back” que transmiten nuestra audiencia e incluirlo a nuestro discurso.

Somos menos directoras, pero más orientadoras a la hora de dirigir equipos de trabajo, potenciando un ambiente laboral más relajado.

También somos más corteses y solemos sonreir más, lo que favorece enormemente la predisposición a que nos presten atención.

En negativo

Nuestro deseo de encajar y no ofender nos lleva muchas veces a dejar que nos interrumpan y a justificarnos excesivamente, aunque no sea necesario. Ello nos lleva a parecer psicológicamente más manipulables, lo cual es perjudicial para que nos identifiquen con una figura de autoridad.

Además, tendemos a entender como “ternura” gestos machistas como que se dirijan a nosotras con diminutivos o “piropos” que, en realidad, pierden todo su significado positivo si se usan en el ambiente laboral.

Es habitual que nos repitamos y demos demasiado información, como si nuestro discurso fuese una novela dónde cada detalle cuenta. Dicha “verborrea” en un ambiente distendido, aunque sea profesional, mejora la empatía con el resto… pero cuando se trata de dar ordenes, indicaciones y transmitir mensajes inequívocos, no es la mejor opción: el exceso de información, resta atención sobre el mensaje principal.

Somos más susceptibles lo que no lleva a interpretar los mensajes de los demás según nuestro estado de ánimo lo que puede llegar a ser un obstáculo para lograr una comunicación efectiva. Tendemos a responder de forma desconfiada cuando nos sentimos observadas o cuestionadas, lo que hace que nuestra conversación tome un tono inusualmente agresivo y defensivo.

Pequeñas claves para lograr grandes cambios

No es posible establecer una relación laboral solida si no se construye desde el respecto profesional: no consientas que tus compañeros o superiores (no digamos, subordinados) te llama, “guapa”, “preciosa”, etc… Tienes un nombre, así que pide (exige) que te llamen por él y no atiendas a ningún mote, adjetivo o apodo que consideres que no te hace justicia profesional. Ignorar es una buena solución muchas veces.

Y precisamente, ignorar también es lo que tienes que hacer si intentan interrumpir. Si estás contando algo y te interrumpe inoportunamente, continua hablando sin dejarte intimidar, en el mismo volumen o algo más alto. Si no te ves capaz o el «interresado» no se da por enterado, interrúmpele tú y dile “Perdona, déjame acabar un momento…” y sigue con el hilo de tu conversación.

A la hora de dar directrices, es bueno ser una persona que cuenta con la opinión del resto y busca la colaboración de su equipo de trabajo, pero también hay que saber cuándo una decisión no es cuestionable. En dicho caso, hay que comunicarse de forma sintética y contundente, sin dar pie a negociaciones.

Dar justificaciones innecesarias nos restan autoridad y el exceso de aclaraciones puede llevarnos a “liarnos” en nuestro propio argumento. Es importante dar un uso correcto a los silencios como veíamos en mi anterior post “La importancia de decir que no”.

Comunicarnos de forma asertiva, sin mostrarnos a la defensiva, da contundencia y seguridad a nuestro mensaje lo que nos lleva a ser escuchadas con consideración y respeto

La verdad es que aunque hombres y mujeres seamos diferentes, hay múltiples puntos en común y por ello, muchas de estas cuestiones son de aplicación a ambos sexos. No obstante, otro día hablaremos de las debilidades y fortalezas de la comunicación masculina.

Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

La importancia de decir «no».

Hay dos miedos que la mayoría de las personas llevamos grabado a fuego en el pecho: el miedo al fracaso y el miedo al rechazo. El primero, del que ya he hablado en alguna ocasión, nos impide hacer realidad nuestros sueños; el segundo merma nuestra capacidad de trabajo (debido a las interferencia en la que nos vemos involucrados) y nuestra autoestima- Hoy es un día tan bueno como cualquier otro para hablar de ello.

Todos nosotros vivimos en sociedad y, por ello, una de nuestras necesidades más básicas es la integración. Ser parte de “un grupo” es necesario para nuestra supervivencia; puede que en pleno siglo XXI ya no sea una necesidad tanto física como mental pero la realidad es que el hecho de sentirnos excluidos es una de nuestras pesadillas más recurrentes. Muchas veces se trata de un miedo inconsciente o incluso negado (si no nos sentimos en riesgo) pero la realidad es que “ahí está” para condicionar significativamente nuestra vida. Algunos de esos condicionantes son positivos y necesarios… pero otros son muy negativos.

La importancia de decir que no

Uno de estos condicionantes negativos es el no saber hacernos respetar. Es increíble cuántos de nosotros nos “ninguneamos”, de forma constante o puntual, para evitar conflictos o sentirnos aceptados. Hablar sobre esta cuestión de forma detallada no es algo que pueda hacerse en un solo post y, desde luego, yo no sería la persona más adecuada para ello pero sí me voy a arriesgar a hablar de uno de los signos de falta de auto-respeto que más me encuentro: la incapacidad para decir “no”.

¿Alguna vez habéis dicho que “sí” a algo cuando en realidad queríais decir “no”? Yo sí. Supongo que todos en algún momento de nuestra vida. La verdad es que hay ocasiones en que hacer sacrificios o ceder es necesario, incluso sano para nuestra convivencia, pero no ser capaces de negarnos jamás a hacer lo que nos piden es un problema que termina creando baja autoestima y un gran resentimientos hacia nosotros mismos y los demás.

Establecer nuestro propios límites y saber hacerlos valer es fundamental para tomar el control de nuestras decisiones. No obsante, se trata de un hábito muy complicado de adquirir de adultos si de niños nos han educado a decir siempre que “si” y ser obedientes “sin rechistar”.

Los niños y el “no”

Generalmente, al niño que cuestiona o intenta sobrepasar los límites preestablecidos se le considera un “niño malo”: automáticamente es recriminado y/o castigado por padres o educadores. Claramente hay que educar a los niños dentro de unas normas ya que estas son fundamentales para su desarrollo emocional y social pero también hay que enseñarles a que sean críticos y luchen por lo que crean correcto y/o justo. Enseñar ambos valores a la vez es una tarea muy complicada porque existen múltiples puntos de “fricción”. Lo sé porque soy madre ¡pero nadie dijo que educar a un hijo fuese sencillo!

Y no solo les educamos para que obedezcan a los mayores, sino que les inculcamos que si quieren ser aceptados por los amigos, deben ceder ante el resto niños en muchas ocasiones que no deberían: “Si te pide la pelota y le dices que no, no va querer ser amigo tuyo”, “Si no le acompañas, no va llamarte más”…  La mayoría de padres que conozco solemos usar la “ley del embudo” con nuestros hijos: si un niño pide un juguete a nuestro hijo le decimos “déjaselo, hay que compartir” o “ve! si no juegas con él, no va a querer ser tu amigo” pero cuando media hora después es el otro niño quien no deja el juguete al nuestro y este viene llorando no le decimos que “el otro niño se está portando mal” sino que le justificamos: “El juguete es suyo, así que si no te lo deja, no puedes hacer nada”o “si no quieres jugar, no te enfades, no puedes obligarle”. En resumen, les enseñamos que para ser “bueno” cuando le piden, él debe dar, pero si cuando pide él, no se lo dan, debe aceptarlo ¿De verdad es esto lo que queremos que hagan de adultos?

mafalda

A mí me costó aprender la lección. Quería que mi hija fuese “buena” y, ya de paso, evitar un enfrentamiento con otras mamás. Pero hace tiempo que se acabó. Un día, las amigas de mi hija la pedían que jugase a un juego; hacía falta un mínimo de jugadoras para jugar. Mi hija se negó y yo la dije “Anda! Juega! Si no vas a jugar, no a querer ser amigas tuyas” y ella me dijo “Mama, no quiero jugar a ese juego. Ellas no mandan. Prefiero no ser su amiga” La verdad es que me dejó “a cuadros” y la dije que, por supuesto, no tenía que jugar si no quería. Estuve pensando toda la tarde en el incidente y por la noche, al ir a acostarla, la dije que sentía haberla presionado; que los amigos son aquellos que te quieren aunque a veces no hagas lo que ellos quieren y que me sentía muy orgullosa de ella.

Los niños deben aprender a establecer relaciones respetuosas con los demás ¡y con ellos mismos! si queremos que de mayores actúen del mismo modo.

Nuestra relación con los demás: roles y actitud

Al margen de cómo hayamos sido educados de niños, no hay nada que con esfuerzo no podamos aprender de adultos. Lo primero que debemos hacer es eliminar de nuestra mente ideas como que «decir siempre que sí nos hace más amables» o que «negarnos a una petición es de mala educación”. Cuando pensamos en otros, la lógica nos dicta que nunca se debe aceptar un compromiso que no deseas (o puedes) cumplir solo por un convencionalismo social pero cuando se trata de nosotros mismos, nos entran los miedos -malditos miedos-.

En la vida hay lobos, ovejas y pastores. Los primeros son especialistas en “aprovecharse” de los demás, los segundos en dejarse “avasallar” por todos y los terceros en “controlar” su vida. Se que resulta un símil exagerado y muy plano (pues habría mil matizaciones que hacer) pero sirve de ejemplo gráfico.

La figura del “lobo” representa al típico “jeta” que sabe aprovecharse de la gente. Su principal objetivos son aquellos a quienes saben poder imponerse por miedo a las repercusiones, por miedo ser excluido o por su mal entendido sentido de la educación. El único interés que tienen es el suyo propio y su capacidad de empatía es muy limitada.

La figura del “pastor” se corresponde con alguien que sabe tomar el control de su vida, la cual vive de forma coherente según sus derechos y obligaciones.

Las “ovejas”  son las personas que siempre hacen lo que las ordenan o lo que creen que los demás esperan de ellas. Son excesivamente empáticas e inseguras… y con no demasiada autoestima.

…Y no nos olvidemos de los peores de todos: los “lobos con piel de oveja”. Son personas manipuladoras que nunca demuestran de frente sus intenciones. Parecen personas que actúan de buena fe pero, en el fondo, solo buscan su propio beneficio.

Lobo con piel de oveja

¿Con que animal de identificas tú? Si te sientes un poco “oveja”, no te preocupes… estas a tiempo de convertirte en “pastor”.

Cortesía y asertividad

Aprendamos dos mantras y repitámonoslos hasta la saciedad:

Nuestra vida es nuestra y solo nosotros podemos manejarla.

Nadie que merezca la pena y nos aprecie dejará de estar a nuestro lado por hacer valer nuestros derechos.

Trabajar la autoestima no es algo en lo que pueda orientaros pero quizá si os pueda ayudar en otras cuestiones que pueden facilitar decir que “no” sin sentiros (demasiado) mal.

Para empezar, hay dejar de pensar que decir que “no” es descortés. En realidad, la descortesía no es un “contenido”, por decirlo de alguna manera, si no un “continente”: no se trata tanto de lo qué se dice, sino de cómo se dice. Podemos decir que “no” y ser educados; una cosa no quita la otra.

Hay tres cosas que nos hacen corteses: decir “gracias”, “lo siento” y sonreír. Si te piden un favor y no quieres o puedes hacerlo, úsalas: “Gracias por pensar en mi pero no puedo ocuparme de organizar la fiesta” o “Lo siento mucho pero estoy muy ocupada”. ¿Os parecen frases descorteses? A mi tampoco.

Las explicaciones, las justas. Por una lado, debemos convencernos que dar explicaciones es una opción, no una obligación. Por otro lado, cuando damos demasiadas explicaciones corremos el riesgo de enredarnos con nuestros propios argumentos y terminar aceptando sin darnos cuenta.

Nunca hacen falta demasiadas explicaciones. Los enemigos no las creen, los ignorantes no las entiendes y los amigos no las necesitan”

El silencio también puede ser un gran aliado. Cuando expongamos nuestro razonamiento, nos callamos. Punto. Podemos quedarnos sonriendo o seguir con lo que estábamos haciendo, ignorando de alguna manera a la otra persona, pero ¡prohibido llenar el silencio con “palabrería”! Sé que es complicado, y puede que incluso incómodo, pero recordemos que “en boca cerrada, no entran moscas”.

silencio

Otra cosa importante a la hora de mostrar cortesía es ser asertivo o, lo que es lo mismo, actuar de forma serena y objetiva. Si hay algo que convierte nuestra respuesta en maleducada es hacerlo de forma sarcástica, tensa o atacando a la otra persona: “No puedo hacerlo ¿Qué te piensas? ¿Que yo no estoy ocupada?” o “Claro que puedo ayudarte, me lo llevo a casa y lo hago en vez de dormir”; un sencillo “Lo siendo, no puedo ayudarte. Estoy muy ocupada” transmite el mismo mensaje verbal pero de forma mucho más convincente y educada. En caso contrario, seguramente nos arrepintamos y nos veamos en la oblicación de pedir disculpas e, incluso, para remendarnos, terminar haciendo aquello a lo que nos negábamos inicialmente.

No vernos con fuerzas para decir que “no”, muchas veces es solo falta de practica. Una forma de practicar, para que nos pille de improviso cuando llegue el momento, es practicar frente al espejo frases “comodín”  que nos sirvan en un futuro: «Me gustaría mucho, pero en este momento no me puedo comprometer», » No puedo hacerlo pero si existe otra forma de ayudar házmelo saber”, “Me temo que no puedo ayudarte esta vez. Por favor, ocúpate tú”… La práctica hace todo mucho más fácil.

Comunicación no verbal

Todos tenemos a un actor dentro que puede sacarnos de muchos aprietos. No hablo de actuar de forma engañosa sino de apoyar nuestras palabras con aquellos gestos que nos hagan más convincente. Si nos enfrentamos a un “lobo” y transmitimos inseguridad o miedo, insistirá hasta conseguir su objetivo.

Lo primero, como ya hemos visto, es sonreír… pero nada de sonrisas forzadas, risas nerviosas o dientes apretados porque transmite tensión e inseguridad. La sonrisa debe ser leve y serena, sin ir acompañada de ruiditos ni risa.

Cuando sonreimos, los ojos también deben sonreir. Ya dice el dicho que “los ojos son el espejo del alma”: si nuestra mirada no acompaña a nuestros labios, nuestra sonrisa transmitirá falsedad, ironía o sarcasmo.

Como veíamos en mi post “Manos que hablan por sí solas”, las manos son una de las partes del cuerpo que más apoyan nuestro mensaje cuando hablamos. Por ello, es importante cuando declinamos una petición, no hacer nada que transmita inseguridad como sería jugar con los dedos u otros objetos (papeles, bolígrafo, etc), tocarnos la cara o el pelo o hacer movimiento nerviosos.

Además, podemos reforzar la franqueza de nuestro mensaje mostrando las palmas de la mano al hablar o mostrar determinación si optamos por dejarlas hacía abajo.

Para transmitir seguridad, la postura de nuestro cuerpo debe ser natural, sin forzar. Lo mejor es que mantengamos la postura que teníamos antes de iniciar la conversación con la otra persona pero si la cambiamos, debemos relajarnos un poco, nunca adquirir tensión. La espalda debe estar recta sin arquear, los hombros relajadas y los brazos sueltos (o sobre la mesa), sin cruzarlos por delante del tronco ni colocarlos sobre la cadera «en jarra», pues ambos casos nos nos hacen parecer poco receptivos o en “alerta”

Y para terminar, lo más importante, hay que mirar a los ojos ¡Nada de dejar la mirada perdida, buscando moscas en la pared o piedras en el suelo! Mirar a los ojos es una muestra de interés hacía la otra persona y transmite seguridad y franqueza. Evitar los ojos de quien te habla es una falta de respecto además de que nos hace parecer «infantiles».

¿Tenéis espejo en casa? Pues, hala, a practicar cómo decir que «no» usando la comunicación de vuestro “cuerpo serrano”… y ¡que se preparé el próximo “lobo” que quiera aprovecharse de vosotros!

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

¿Por qué las empresas contratan gente «diferente» para hacer «lo mismo»?

Los procesos de selección. Qué mundo, eh? ¿Quién no se ha visto involucrado en alguno a la hora de buscar empleo? La verdad es que como trabajadores potenciales es una tarea que no solemos afrontar con la efectividad que debiésemos – de ahí, en parte, el alto porcentaje de fallo que tenemos que asumir (me lo apunto para tratarlo otro día) -pero las empresas no lo hacen mejor. Y precisamente hoy quiero hablar de ello porque me da mucha rabia que la mayoría de las empresas desaprovechen sus recursos humanos… lo cual es un perjuicio no solo para la compañía, sino para el propio trabajador.

¿Os habéis parado a pensar en todo lo que invierten las empresas cuando requiere buscar un empleado? Por una lado, está el tiempo que la persona o personas responsables de RRHH dedican a definir el perfil al que debe ajustarse el candidato. Pocas empresas pequeñas –y no tantas medianas como debiese- preparar dicha información de forma “proactiva”, es decir, antes de ser requerido. En España somos especialista en trabajar de forma “reactiva”, cuando no tenemos más remedio, de modo que los imprevistos y gastos extras difícilmente se controlan salvo suerte o mucha experiencia. Además, está el tiempo dedicado en revisar curriculums, realizar entrevistas y seleccionar al candidato final… vamos, mucho “curro”.

¿Qué es lo que las empresas pretenden con tanto trabajo? Obviamente, incorporar a su empresa al mejor recurso humano que haya en el mercado: el más capaz, más inteligente, el que mejor encarne las virtudes de la empresa… en resumen: quieren incorporar a su empresa a alguien que genere dinero. No nos escandalicemos. Las empresas no son ONG; son entidades con ánimo de lucro y todo lo que hacen, los hacen con un fin económico.

El que una empresa se mantenga competente en el mercado no es solo cuestión de marketing y dirección, sino de que sus empleados sean personas que, por su experiencia y valía, desarrollen su trabajo de forma efectiva. Por ello, es muy habitual que en una entrevista de trabajo nos pregunten aquello de “qué podemos aportar a la empresa”.

En la teoría, las empresas están deseosas de contar entre “sus filas” con empleados que den valor añadido a su ya existente equipo de trabajo… pero, luego ¿qué hacen con esa persona capaz de aportar frescura y una visión distinta del Know-how? ¡Pues le ponen a trabajar como a un autómata! A pensar lo justo, cuestionar poco y a obedecer mucho ¡Y ojito con “sacar los pies del tiesto”! que las normas existen para algo y si llevan tanto tiempo funcionando ¿Por qué cambiarlas?

La empresa española, generalmente, contrata gente “distinta” para ponerles a hacer “lo mismo” que llevan siglos haciendo… Sí, hay excepciones pero yo he visto muy pocas.

CONTRATAR GENTE INTELIGENTE PARA QUE NOS DIGAN

En los paises centroeuropeos el “jefe” es un entrenador de futbol que dirige a su equipo hacía un objetivo pero dejando que cada uno desarrolle aquellas capacidades por las que se le ha contratado. Delegar en el trabajador es lo habitual. En nuestro país, sobre todo en el caso de empresas medianas y pequeñas (especialmente las familiares), el “jefe” es un director que no solo dirige hacía el objetivo, sino que marca hitos a plazo corto o inmediato, define el protocolo de trabajo “al milímetro” y controla casi todas las tareas: delegar en los empleados no es muy habitual y casi todo el interés que haya de innovación o mejora es más teórico que práctico.

Por muy deseoso que esté un trabajador de hacer «algo más” por su empresa, raro será que se enfrente a su jefe si precisamente fuese él quien limitase sus capacidades. Esto ha sido así siempre (tememos la confrontación) pero ahora, con la terrible crisis que hay y la falta de empleo de calidad, aún más.  Y ¿qué ocurre cuando una persona “capaz” ve coartadas sus posibilidades de crecimiento profesional o se siente infravalorado?  Pues que se desmotiva y deja de ser 100% efectivo a medio/largo plazo…. o, en el peor de los casos, se marcha a la competencia en busca de “aire fresco”, lo que supondrá un perjuicio para la empresa que lo ha estado formando.

La verdad es que este post es un poco un “toque de atención” a todas esas empresas que tienen esta política de gestión y dirección – lamentablemente, no pocas-. Les animo que valoren lo que aquí comento y que no solo apuesten por personas con valía, con ideas diferentes, sino que las escuchen activamente. No se trata de aceptar sin más todo lo que propongan pero tampoco de cerrarse “en banda” a todo lo que huela a “nuevo”: el que algo lleve años funcionando no quiere decir que se esté haciendo con la efectividad que debiese ni que no existan otros caminos para funcionar mejor.

No hay éxito sin riesgo, ni empleados que conviertan a una empresa 100% competitiva si se les cortan las alas”

Nota: Dedico este post a un profesional como “la copa de un pino” que espero que encuentre trabajo pronto y no pierda jamás ese espíritu emprendedor y de superación que le caracteriza.

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Normas y usos para participar en foros. La netetiqueta.

En mi post «Como mejorar nuestra identidad virtual”  quedó pendiente el profundizar en la participación de foros. La verdad es que la educación y protocolo en la web es una asignatura pendiente para muchos usuarios: a veces por desinterés y otras por falta de conocimiento o experiencia. En el primer caso, poco puedo hacer… pero en el segundo, espero poder ayudaros con el post de hoy.

Internet y la netetiqueta

En Internet existe lo que llamamos netetiqueta que no es sino el protocolo social aplicado a la red. Dicho protocolo se compone de una serie de normas o reglas que, por hábito o acuerdo, se deben aplicar a las relaciones virtuales. La verdad es que, más que reglas, debería decir que son consejos para lograr una comunicación efectiva en la red. Vamos a comentar alguna de las normas más importantes pero si os interesa el tema, podéis leer más sobre ello pinchando aquí.

Personalmente, como me pasa con el protocolo social y la urbanidad, creo que querer establecer normas inflexibles es ilógico. Por un lado, en la mayoría de los casos, no hay mejor protocolo social que el sentido común; por otro, no tiene sentido convertir las normas que aplican a las relaciones sociales (ya sean en la vida real o la virtual) en una cuestión inalterable al paso del tiempo cuando el objeto sobre el que tratan (las personas) sí evolucionan.

Con esto no estoy diciendo que el protocolo esté mal ni no tenga sentido – Dios me libre de morder la mano que me da de comer- pero sí defiendo que lo realmente importante no es aplicar “a pies juntillas” el protocolo y los usos sociales, sino conocerlos para tener capacidad de valorarlos, cuestionarlos y, si procede, mejorarlo. Al fin y al cabo, somos personas con capacidad de raciocinio, no un rebaño de ovejas.

El protocolo en su faz más estricta tiene sentido solo en ambientes institucionales, no en situaciones privadas – donde lo que prima es el objetivo a lograr y el deseo de los anfitriones. Por ello, si lo extrapolamos a Internet donde cualquier blog o foro tiene carácter privado (siempre que no lo administre una institución pública) no es lógico querer establecer normas inflexibles.

Los foros se pueden entender como una reunión de participantes en el “ciberespacio” por lo que muchas de las normas que aplican a la vida real se pueden llevar a la virtual. En términos generales podemos decir que son básicas las siguientes normas:

  • El usuario se debe comportarse siempre de buena fe.
  • El usuario debe participar según la naturaleza del foro o del sitio.
  • Está prohibido el uso de  descalificaciones, insultos o argumentos ofensivos.
  • El usuario no debe fomentar provocaciones ni insultos a terceros.
  • Los usuarios no deben hacer apología de actos delictivos o contrarios a la ética y política del sitio.
  • Los usuarios no deben hacer uso de imágenes o expresiones de mal gusto o con falta de ética y moral.

En la mayoría de los foros estas normas son comunes y sirven de base para crear una normativa específica del sitio. Generalmente, no cumplir con esta normas, o las que apliquen, suele ocasiones la eliminación de comentarios o, si hay reiteración, la censura de algún participante. Respecto a la eliminación de comentarios, quiero aclarar que muchas veces se trata del propio administrador del sitio (o representante) quien lo hace de forma intencionada pero, otras veces, se tratan de motores virtuales que borran intervenciones que incluyen palabras que se han etiquetado como prohibidas.

Se entiende por censura cuando una actuación provoca el cese de una actividad: ya sea cierre de un foro, borrar una web o dar por inválido a un usuario. Si lo que se “borra” no es al usuario (prohibiendo su entrada al foro) si no un comentario, no se trata de censura: es una acción del moderador o arbitro del foro para hacer valer las normas del sitio. No debemos olvidar que casi cualquier foro, no digamos un blog, es un espacio privado (incluso, personal en algunos casos) y existe el llamado “derecho de admisión”. Si yo organizo una cena en casa y uno de mis invitados infringe mis normas o insulta a mis otros invitados, tengo derecho de echarle de mi casa. Si en vez de hablar de mi casa, hablo de mi blog o foro que administro, más de lo mismo.

Yo soy la primera que recomiendo a los bloggers no borrar comentarios salvo que incumplan las normas básicas de netetiqueta o del propio blog. Ante una crítica, lo que hay que hacer es afrontarla de forma asertiva y serena, no dejándose llevar por los nervios, y zanjar lo antes posible la polémica.

Normas sociales

Como comentaba al principio, el protocolo social en Internet es reflejo del de la vida real por lo que muchas de las normas de nuestro “día a día” se pueden aplicar a nuestra actividad en la red, siempre adaptándonos al medio 2.0.

Para empezar, me gustaría hacer énfasis en el hecho de que aunque Internet transforme a los usuarios en identidades impersonales (ahí están os nicks y avatares tras los que nos escondemos), la verdad es que detrás de cada apodo hay una persona. Es importante recordárnoslo porque muchas veces, sobre todo cuando se hacen críticas, tendemos a deshumanizar a los participantes y olvidar las normas de convivencia y relaciones sociales básicas.

… algunos consejos:

Cuando se participa en foros, es fundamente promover debates y conversaciones en un ambiente sano y educativo. No olvidemos que uno de los principales objetivos de un foro es poner el conocimiento y experiencia particular en beneficio del bien común.

Y, puesto que un foro es un lugar de bien común, hemos de intentar no usarlo para beneficio exclusivo nuestro, promocionando nuestra web, nuestros productos, nuestra empresa, nuestro, nuestro, nuestro… una cosa es que  de forma discreta nos demos promoción, otra cosa es bombardear al foro – lo mismo, incluso nos pueden echar por “pesados”.

Si nuestra participación en un foro tiene un fin promocional hay que medir cómo y cuántas veces nos referimos a nuestra web o sitio de contacto. No olvidemos que la mejor forma de mejorar nuestra reputación on line no es «bombardeando» con información sobre nosotros, sino haciendo gala de lo que sabemos hacer: ofreciendo soluciones a problemas que propongan otros usuarios, colaborando «desinteresadamente» en temas comunes, etc. Dejad que vuestro conocimiento hable de vosotros.

Del mismo modo, no debemos monopolizar una conversación, contestando una y mil veces incluso a nosotros mismos. Un foro es un sitio para que la gente mantenga una conversación ¡en ningún caso es un monólogo! Quien tenga afán de monologuista siempre puede escribir un blog.

Hay que respetar al máximo la privacidad del resto de usuarios. Con ello no me refiero a que no nos metamos con “la familia” del susodicho, que por supuesto, sino que si conocemos la identidad real de algún participante, nunca se comparte con el resto. Cada uno de nosotros somos la única persona con capacidad legal para aportar información personal. Y no es solo educación, es un tema de legalidad. La ley de protección de datos, que también afecta al entorno 2.0., protege el derecho a la privacidad de cada persona y como datos privados se entienden, en primer grado, nombre y apellidos, teléfono, dirección, sexo, religión y orientación sexual.

Hay que tener mucho cuidado a la hora de escribir nuestro mensaje para no crear malinterpretaciones. La falta de información complementaria como gestos, entonación, pausas, tono, etc hace que nuestro texto se interprete en base al estado de ánimo y suceptibilidad del receptor. Precisamente por ello, es importante tener cuidado con las bromas, sarcasmos e ironías.

Cuando existe un enfrentamiento con otro usuario, se deben rebatir o criticar los actos, nunca a las persona. Igual que a un niño no se le debe decir “eres malo” sino “has hecho esto mal”, es mejor reivindicar que “tal comentario es racista”, antes de llamar “racista” al usuario.

Comunicación escrita y cortesía en internet

Una de las cosas que se han perdido con las comunicaciones por carta son las “buenas maneras”. Ya en los mails tendemos a olvidar toda formula de cortesía lo que, a mi parecer, queda fatal. Por no hablar del móvil, donde por hacer, ni somos capaces de escribir las palabras enteras ¡Más de uno se las ve y se las desea para descifrar algunos mensajes!

No seré yo quien emprenda una cruzada en “pro” de la lengua de cervantes pero sí creo que es importante que los usuarios de los foros (lo cual perfectamente puede llevarse a la escritura de mails) tengan en cuenta algunos consejos:

  • Saludo, despedida y agradecimiento. Hola. Adiós. Gracias. Yo animo a los usuarios “remolones” a retomar el uso de dichas fórmulas de cortesía. Prometo que no hacen daño, que nadie se ríe de uno ni tampoco le expulsan de ningún foro por ser educado.
  • Hay que participar de forma breve y concreta. Muchas veces hay comentarios más largos que el propio artículo al que hacen referencia o participaciones en foros que tardas en leer cinco minutos. No olvidemos que Internet en el medio de la inmediatez y que cualquier acción que emprendamos debe ser lo más ágil posible.
  • Por la contra, ser breve no significa que hablemos en plan telégrafo o «indio apache» chapurreando castellano. La brevedad no implica no desarrollar frases completas con su sujeto, verbo y predicado.
  • Hay que evitar el uso de abreviaciones, como si escribiésemos un mensaje de móvil, salvo que estemos 100% seguros que todo el mundo nos va a comprender.
  • Del mismo modo, hay que cuidar el vocabulario y la «jerga» que se usa a fin de ser comprendido y no pecar de sobervio.
  • No se abusa de las mayúsculas que serían el equivalente en la comunicación verbal a gritar.
  • De hecho, no se abusa en general, de ninguna decoración, ya sea mayúsculas, negritas, colores, emoticonos, etc… salvo que sean imprescindibles. Hemos de ser consciente que en el medio escrito la claridad es fundamental para facilitar la lectura y que un texto lleno de “florituras” cansa muchísimo la vista.
  • Igual de importante, o más, que el uso correcto de la gramática, está el uso de la ortografía. No olvidemos que acentuar correctamente y colocar bien los puntos y comas son fundamentales para que nuestro mensaje se comprenda.

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Camino al éxito: actitud, hitos y meta.

Tengo que empezar este post confesando que es la segunda vez que lo voy a escribir. La primera, después haber terminado el texto, desapareció como por “arte de magia” y tuve que improvisar mi post “Como poner al mal tiempo buena cara y aprender algo por el camino”. Si no lo leisteis entonces, os invito a hacerlo ahora pinchando aquí.

El tema del que voy a hablar hoy es uno de los muchos que se me van quedando pendientes en el blog. La verdad es que me he propuesto de cara al “nuevo año” (para mí los años no empiezan en enero sino en septiembre), hacer un listado con todos esos asuntos que algún momento os prometí que trataría y que, de momento, no he hecho. Y como mi intención es firme y en seria, empezaré por la importancia de marcarse hitos para lograr nuestros propósitos.

La importancia del papel

Todos los sueños que queremos que se hagan realidad tiene que estar en papel. Por ello, cuando queremos alcanzar un objetivo, lo primero que tenemos que hacer es comprarnos un cuaderno donde escribir qué queremos lograr de forma concreta, cuándo queremos que se haga realidad y qué estamos dispuestos a hacer (y sacrificar por ello).

No vale «quiero ser rico», sino «quiero ganar 600.000 euros». No vale «quiero abrir una cafetería», sino «quiero abrir una cafetería con tal nombre, en tal barrio, con tales características…»: si queremos cumplir nuestro objetivo de forma concreta, tenemos que ser igual de concretos a la hora de definir nuestro objetivo.

¿Por qué es importante marcarse hitos?

Está claro que muchos sueños son,  en primera instancia, “montañas infranqueables” pero como dice la canción de Marvin Gaye y Tammi Terrell  “Ain’t no mountain hight enoguh” no podemos permitir que nada nos aparte de nuestro destino. La clave está en transformar nuestra particular escalada al Everest es tramos más asumibles y para ello hemos de crear hitos (o pequeñas metas) que podamos ir alcanzando.

Los hitos por sí solos seguramente no representen grandes avances pero hemos de aprender a verlos de forma global: son los peldaños de nos llevan al final de la escalera. Además, cada hito conquistado van aumentando nuestra autoestima que es realmente lo que nos empuja “hacia delante”.

Miedo al fracaso, nuestro primer obstáculo.

El fatídico miedo al fracaso. ¿Y si no lo logro? ¿y si no soy capaz?…

Para empezar quiero animar a todo el mundo a que luche por sus sueños, grandes o pequeños, porque son los que dan sentido a la vida. Pueden ser objetivos personales o profesionales ¡lo importante es que nos hagan sentir realizados!  Así que, si tan importante son ¿Por qué no intentar luchar por ellos? Pero, obviamente, hemos de luchar desde el convencimiento de que lograrlo es posible: si uno no cree en sí mismo ¿Quién lo hará?

Si crees que eres capaz de lograr algo con todo tu corazón,  eres capaz; si estas convencido de que no eres capaz de lograr algo, no eres capaz”

Está claro que la “gasolina” que nos moverá  hacía nuestro sueño está dentro de nosotros mismos – ni se puede comprar ni pedir prestada.

A mí, cuando me fallan las fuerzas (porque todos tenemos días que nos gustaría “tirar la toalla”) tiro de mi «Agenda de la Inspiración” – soy así de cursi, que se le va a hacer! -. En ella voy apuntando todas aquellas anécdotas, citas o ejemplo que me sirven de “combustible” – desde el “Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño” de Paulo Cohelo hasta el “Solo hay dos formas de fallar en el camino hacia nuestro destino, no empezar a andar o abandonar a mitad de la ruta” de Buddha –  y todas aquellas cosas que me hacen feliz (fotos de mis hijas, un recuerdo de un viaje bonito con mi marido, la imagen de mi helado favorito…). Puede parecer una tonteria pero leyéndola me pongo de mejor humor… y precisamente es la falta de buen humor y optimismo lo que muchas veces nos lleva al desfallecimiento. Cada uno debéis encontrar qué cosas os “cargan las pilas” y ¡escribirlo en papel! para revisarlo de vez en cuando.

7 claves para lograr nuestro objetivos

Lograr un sueño siempre implica un gran esfuerzo. Al fin y al cabo, para conseguir cosas diferentes, hay que actuar de modo distinto… y eso supone, como poco, un cambio en nuestra actitud y forma de funcionamiento. No infravaloremos el trabajo que habrá que realizar porque esa es precisamente una de las piedras más grandes que podemos encontrar en el camino: no analizar de forma correctamente nuestro objetivo y darnos de «bruces» con la realidad sin estar preparados para ella.

Toda experiencia y conocimiento previo será de  gran ayuda (incluso, a veces, condición indispensable – porque dífcilmente podremos abrir nuestro propio centro veterinario sin haber pasado por la correspondiente facultad-). Por ello, a continuación os detallo siete cuestiones que son importantes de ser valoradas:

  1. No dejemos que nuestros prejuicios condicionen nuestro objetivo. No podemos empezar nuestra lucha poniendo “peros” a nuestro sueño, prejuzgando si es posible o no llegar hasta nuestro objetivo. Qué duda cabe que nuestro mayor obstáculo casi siempre somos nosotros mismos, nuestro prejuicios y nuestros miedo ¡Daros la oportunidad de tener éxito!

Nadie es demasiado pequeño como para no poder alcanzar su sueño – hasta el roble más grande del bosque empezó siendo una semilla. Pincha en esta imagen y descubre un  Gran Ejemplo de superación y de que si «se quiere», «se puede».

TIM'S PLACE

  1. Cada hito, incluyendo el hito final (o meta), tiene que ser especifico y exacto. ¿ Por qué cuando sales de Madrid para llegar a Sevilla, llegas a Sevilla y no a cualquier otro pueblo cercano? Porque origen, destino y ruta son exactos. Puede que a lo largo de la marcha tengamos que variar la ruta por obstáculos varios, pero si tenemos claro cuál es nuestro destino exacto no será difícil redirigirnos: para alcanzar una meta, esta debe ser concreta.

 Cuando surge un obstaculo en el camino, cambiamos nuestra ruta pero nunca la decisión de alcanzar nuestro destino” – Zig Ziglar

 Me gusta poner como ejemplo a la hora de marcar hitos a Dora, la exploradora…. Sí, esa niña un poco “insufrible” que tanto gusta a los más pequeños. Ella en cada capítulo tira de un mapa (lo que sería nuestra agenda de viaje o planificación) que le indica los tres hitos que tiene que superar progresivamente para llegar a su meta. Ya hable de ella en mi post “Dora La Exploradora, inspiración para los emprendedores” –  puedes volver a leerlo aquí.

  1. Para llegar a nuestra meta tenemos que desarrollar un plan de acciones ¡y el minuto uno de dicho plan es en AHORA! Aquí, como en las dietas, es mejor no dejarlo para el próximo lunes o el próximo mes: nuestro plan de acción tiene que empezar HOY.
  1. Para cada hito  hemos de marcar un plazo máximo de cumplimiento. Tim Ferriss, en su libro “The 4-hour work week”, hablaba de la necesidad de concretar hitos a corto y medio plazo pues el problema de marcarnos hitos a plazos muy largos (por ejemplo, a 5 o 10 años vista) es que no podremos medir nuestro progreso. Cuanto más grandes sean los hitos y más separados estén en tiempo, más difícil será chequear nuestro avance y, por lo tanto, cumplir con nuestro plan.
  1. Hemos de crear una agenda de trabajo diaria y no dejar que haya ni un solo día (salvo los reservados para nuestro descanso) que este en blanco: sirve hacer una sola llamada o leer un solo artículo, pero está terminantemene prohibido no «mover ni un dedo». Un día “en blanco”, propicia un segundo día “en blanco” y dos días “en blanco”, propician una semana sin hacer nada… y esa “dejadez” es ¡el principio del fin!  Pensemos en nuestro camino hacía el éxito como una maratón: tomemos un ritmo que podamos asumir, superémonos a cada paso y no abandonemos jamás… porque reanudar la carrera es casi imposible cuando mentalmente ya hemos abandonado.
  1. Revisemos diariamente el estado de nuestro plan. Es una buena forma de cerrar cada día. Nos sirve como punto y aparte (hasta el día siguiente) y nos permite chequear si estamos cumpliendo con nuestros propósitos (hitos), si no lo estamos haciendo analizar el por qué, plantear nuevos hitos o rutas alternativas, analizarlas dificultades del día para anticiparnos a ellas en fechas futuras, etc… Es un pequeño ejercicio que si se lleva al día solo nos ocupará unos minutos. Seamos el primer critico de nuestro trabajo… pero, ojo, solo con intención de mejorar ¡no de boicotearnos!
  1. Debemos marcarnos tiempos para trabajar y para descansar. Cuando uno pone en marcha un sueño, parece que le faltan días y horas para dedicarle… pero la realidad es que nadie es capaz de trabajar al 150% los 365 día del año y quien lo intenta, termina agotando su energía antes que después. No os olvidéis de incluir en vuestra planficación tiempo para aquellas cosas que, quizá ahora os parezcan secundarias, pero en realidad son las que os darán equilibrio a largo plazo: tiempo de descanso y tiempo para uno mismo y las personas que importan.  Si os olvidais de esto último, puede que igualmente logreis vuestro sueño pero ¿merecerá la pena todo lo que has dejado en el camino?

¿De qué sirve lograr un sueño si no se es feliz?

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

Manos que hablan por si solas: estética, proxemia y kinesia.

Si preguntásemos a cualquiera qué es en lo primero en que se fija cuando conoce a una persona, habrá quien diga que en los ojos, otros en la sonrisa… y muchos inventaran cualquier otra posibilidad para ocultar una realidad menos cortes. Pero, lo cierto es que una de las primeras cosas en la que nos fijamos son las manos… aunque muchas veces no seamos conscientes de ello.

Las manos son la parte de nuestro cuerpo que más utilizamos a la hora de expresarnos pues sirven, entre otras cosas, para apoyar nuestro mensaje. Además, son capaces de hablar por si solas ¡sin necesidad de que pronunciemos una palabra! Por ello es muy importante prestarles mucha atención desde su faceta más estética, hasta la más figurativa.

Las manos nos las llevamos constantemente a la altura de la cara, para tocarnos la barbilla o la nariz, rascarnos los ojos, colocarnos el pelo… Además, son nuestra principal herramienta física a la hora de saludar: ya sea para apretar la mano o para apoyarla en la otra persona a la hora de dar dos besos. Precisamente por ello, debemos cuidar mucho su aspecto

La estética de nuestras manos

No hay nada que me cause peor impresión que conocer a alguien que lleva las manos descuidadas, con las uñas sucias. Obviamente, no hablo de que sea un mecánico u obrero de la construcción que durante su jornada sería difícil que tuviese las manos limpias. No. Hablo de gente oficina, cuya actividad no obliga a que tengan las manos como una “zona catastrófica”.

Es importante que la uñas estén arregladas… y con ello me refiero a que estén pintadas, en el caso de las mujeres, sino que las uñas deben estar limpias, cortadas y limadas (sin irregularidades ni picos que puedan arañar cuando demos la mano ¡a mí me lo han hecho!). Si además, en el caso de ser mujer, decidimos llevarlas pintas, la pintura debe ser uniforme y sin estar desgastada o cuarteada, especialmente en el caso de colores oscuros que hacen mucho más obvios los desperfectos.

Además, añadiría -aunque sea cuestión de moda-, que salvo que nuestro ambiente laboral lo permita (hay sectores muy flexibles e innovadores), las uñas se llevan arregladas de forma discreta: nada de largos tipo garra, ni colores demasiado estridentes (o diseños excesivamente vanguardistas). No queremos que la atención de nuestro interlocutor en vez de centrarse en nuestro mensaje, se distraiga con la purpurina morada de nuestras manos.

En el caso de los hombres, también es importante cuidar las uñas: limpias, cortas y limadas. El hecho de ser hombre no es excusa para llevar las manos totalmente desatendidas. Las manos dicen mucho de uno mismo, da igual el sexo.

manos aregladas www.1001consejos.com

 

En cuanto a la piel de las manos, es importante que este en estado óptimo, por lo que una hidratación regular es importante y si tenemos heridas o erosiones es mejor cubrirlas. Dependiendo del caso, no es agradable tomar una  mano con aspecto sucio o enfermo. Pensemos que, sin entrar en lo banal y puramente estético, nosotros sabemos que las “ronchas rojas con escamas” de nuestras manos no son contagiosas… pero quien nos saluda ni lo sabe ni tiene que entrar a valorarlo. Sé que hablo de casos excepcionales pero me he encontrado de todo en esta vida.

Si llevamos guantes, aprovecho para decir que el guante se quita para dar la mano. Si el guante se lleva para cubrir cualquier dolencia de la piel, se debe dar una disculpa de cortesía “Disculpe que no me quite el guante, pero tengo una quemadura” (no hace falta que sea una quemadura de verdad…. insisto en que es solo una disculpa de cortesía).

En cuanto a los complementos, durante nuestra jornada laboral es importante recordar que “menos es más”, salvo que seamos representante de bisutería y nuestras manos hagan las veces de muestrario de piedras y metales.

Las comunicación no verbal de nuestras manos

Más allá de la cuestión estética que, insisto es algo muy importante en la comunicación personal, está el tema de la comunicación no verbal. Como comentaba al principio, las manos son una herramienta muy potente a la hora de transmitir información no hablada, ya sea apoyando nuestro mensaje o “hablando por sí solas”.

Dos de las ciencias que se ocupan de la comunicación no verbal son la kinesia y la proxemia. La kinesía estudia la comunicación no verbal a través del movimiento del cuerpo y la proxémica estudia la utilización del espacio físico con el mismo fin. Ambos son temas muy interesantes que todos deberíamos tener presente.

EL SALUDO

El saludo es una de las formas de expresión más habituales a la hora de relacionarnos con los demás y las manos constituyen el principal elemento físico que usamos (secundario, en el caso de los “dos besos”).

apreton

Saludo y proxemia

En importante contemplar el espacio interpersonal que creamos a la hora de saludar y dar el apretón de mano. Si el espacio es excesivo, transmitimos frialdad, falta de interés o desconfianza. Si el espacio es demasiado poco, corremos el riesgo de invadir el “espacio intimo” de la otra persona y que esta se sienta intimidada u ofendida.

No es cuestión de que saquemos un metro a la hora de saludar, entre otras cosas porque la experiencia será nuestra mejor cinta métrica, pero a modo de curiosidad os diré que el saludo debe desarrollarse en el llamado “espacio social” (usamos cuando no conocemos a la otra persona o en ambiente laborales) y que se corresponde con unos 120 y 360 centímetros entre ambas partes. Luego estaría, según cercanía, el “espacio personal” (aplicado cuando tenemos confianza con la otra persona) que son 46 y 120 cm. Por debajo de esta distancia, está el considerado “espacio intimo” que no debemos invadir salvo en el caso de una relación personal estrecha (amigos, familiares, etc). Ante la duda, siempre hay que mantenerse en el “espacio social”.

proxemia

La distancia a la hora de situarnos frente a los demás es una cuestión cultural y si bien los países mediterráneos tendemos a acortar las distancias, los países centroeuropeos y orientales las amplían. Del mismo modo, ciertas culturas y religiones coartan, limitan u obstaculizan cierto tipo de contactos.

En el caso de saludar con dos besos, obviamente es imprescindible entrar en el espacio intimo por ello es importante que el tiempo que permanecemos en dicho espacio sea el imprescindible, sin dar besos o abrazos excesivamente largos (salvo que nuestra relación con la otra persona y sentido común nos diga la contrario). Además, quiero recordar que cuando saludamos con dos besos ¡en ningún caso se plantan los labios en la mejilla ajena (como hace la tía del pueblo cuando te ve)! Del mismo modo, también causa mala impresión que no lleguemos ni a rozar las mejillas, dejando los besos en “el aire”.

Saludo y kinesia

Es importante ser conscientes de la fuerza que usamos al apretar la mano de otra persona y duración del saludo.

La intensidad: Un apretón demasiado fuerte, comúnmente llamado de “macho cowboy” –sobran la explicaciones- no solo puede llegar a hacer daño, si no que demuestra deseo de superioridad y exceso de seguridad. Del mismo modo, un apretón demasiado flojo, expresa falta de personalidad o inseguridad respecto a la otra persona o la situación; peor aún si damos la mano “muerta” – floja y sin apenas levantarla- o entregando solo los dedos.

La duración: Los saludos demasiados cortos (menos de 2 seg) pueden entenderse como falta de interés o desagrado hacia la otra . Si son demasiado largos (más de 4 segundos) se entiende como intención de control sobre la otra persona. Esta misma intención de control, pero incrementada varios grados, es la transmitimos si en vez de saludar con una sola mano, usamos la otra a modo de “cepo”.

El sudor es una cuestión que transmite inseguridad y nerviosismo. A de evitarse a toda costa no solo por su significado si no porque puede resultar muy desagradable- es mejor hacar un gesto rápido como de colocarnos la ropa para secar el sudor de nuestras manos.

Otras cuestiones a tener en cuenta

Aunque no es un tema que tenga que ver con kinesia o proxemia, sí me gustaría aprovechar que hablamos de saludos para comentar que quien ofrece la mano (y por lo tanto inicia el saludo) es la persona que se presenta. En el caso de que la presentación la ejecute un tercero, la mano la ofrece quien es presentado como símbolo de “quedar a  disposición” de la otra persona. En ambiente más solemnes o ambientes más clasistas, según el protocolo, el saludo lo inicia la persona de más jerarquía o edad.

Puesto que el tema del saludo es una cuestión cultural, podéis ver más características dependiendo del país donde se saluda pinchando aquí.

Las manos mientras conversamos

Al margen del saludo, nuestras manos pueden hablar de nosotros en muchos otros casos. Aquí van algunas curiosidades que por su relevancia es interesante que tengamos en cuenta:

  •  Mostrar las palmas de las manos al hablar, transmite sinceridad y honestidad.
  •  Si al pedir algo a otra persona, dejamos la palma de la mano hacia arriba (como pidiendo), transmitimos deseo de colaboración. Si dejamos la palma hacia abajo, el contrario entenderá que estamos dado una instrucción. Si cerramos la mano (y/o señalamos con el dedo), transmitiremos una orden. Nuestro tono de la voz puede transmitir por si solo estos mismos mensajes pero, ante un tono de voz neutro o si hubiese interferencia entre el tono y el gesto, tiene mayor peso la interpretación del gesto.
  •  Entrelazar las manos o dedos se interpreta como una actitud hostil o negativa; cuanto más altas estén las manos, más negativa será nuestra actitud – Por ejemplo, estando sentados y de menor a mayor negatividad: brazos apoyados en el tronco y manos cruzadas sobre el estomago, dedos cruzados con antebrazos apoyados sobre la mesa y dedos cruzados bajo o delante de la cara, con los codos apoyados en la mesa. Según alzamos la posición de las manos, nuestra espalda también va adquiriendo una posición menos relajada, aumentado la sensación de alerta, hostilidad o, incluso, encrespamiento; aquí estamos hablando de las manos pero, obviamente, nuestras manos se ven apoyadas por los movimientos y posición de otras partes de nuestro cuerpo.
  •  Si colocamos la mano en forma ojival, apoyando los dedos pulgares entre ellos hacía abajo y el resto también encontrados, hacia arriba, implica seguridad y confianza en nosotros y nuestro discurso.
  •  Si movemos las manos al ritmo de nuestro discurso, hacemos una llamada de atención sobre lo que estamos diciendo. Si además, señalamos con el dedo, lo resaltamos aún más.
  •  Tocarse la barbilla transmite duda o reflexión.
  •  Jugar con las manos, ya sea llevándola a la boca, tocandonos el pelo o rascarnos la cara o jugar con otros elementos (bolígrafo, papel, etc), implica inseguridad.
  •  Golpear los dedos contra la mesa, u otro objeto, haciendo ruido, transmite impaciencia. Si el golpe es seco, trasmite autoridad o reafirmación.
  •  Si las cruzamos nuestra manos por detrás de nuestra espalda, demostramos superioridad y cierta arrogancia.
  •  Las manos en los bolsillos implican desinterés (cuando más atrás, mayor desinterés) pero si dejamos fuesa algún dedo (generalmente pulgar) trasmite un estado de contención (la persona intenta disimular un actitud dominante o de superioridad) que generalmente se acompaña de un leve balanceo que transmite estado de alerta.
  •  Frotarse las manos mientras hablamos transmite expectativa positiva.
  •  Las manos a la cadera, es una señal de estar expectativa, preparada para la acción.

Interesante ¿no?

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

 

La sonrisa alimenta el alma. Historias para aprender.

Lo confieso! Me he convertido a la temprana edad de 38 años en abuela cebolleta…. Por qué? Porque ya he empezado a contar historias de cuando era joven… así, sin más, de un día para otro… Mismamente el otro día, iba en el coche con una amiga y se acercó a nuestro coche un señor que pedía dinero en un semáforo. Ella mantuvo la vista al frente, haciendo que no le veía, pero yo le sonreí ¡y me regaño! “No le sonrías que entonces se queda ahí insistiendo”. Y ahí es dónde saqué mi vena “cebolleta”. “Te voy a contar una historia….”

Cuando tenía 19 o 20 años trabajaba de azafata de imagen y durante la Feria del automóvil, el cliente para el que trabajábamos nos ofreció a mí y mi compañera trabajar cuatro días repartiendo en la calle la publicidad de un taller que iba a abrir en  Moncloa – ¿¿Perdona?? ¿¿repartir publicidad en la calle?? Pero todos los reparos se nos acabaron cuando nos dijo lo que nos iba a pagar. La cuestión es que el día acordado, allí nos plantamos las dos con nuestros monos-chic a repartir la publicidad en la calle Cea Bermúdez de Madrid – para más señas, en el semáforo que hay justo enfrente de la Fundación Jimenez Díaz.

La cuestión es que a nuestro lado había un chico vendiendo pañuelos de papel. No debía tener más de 40 años pero le recuerdo muy envejecido, no sé si por el deterioro de vivir en la calle o la perspectiva que daba tener 20 años menos que él. El hombre nos contó (ocho horas al día en el mismo punto, dan para hablar mucho) que lo peor de estar en la calle es que la gente te ignora “te haces invisible para la sociedad”. Se me grabo su frase sobre todo porque me chocó una expresión tan “culta” para una persona con aspecto de no serlo tanto… está claro que, al menos entonces, la “inculta” era yo y no me daba cuenta que la cultura y la clase social no van de la mano. Al principio me pareció una exageración pero según pasaron las horas me di cuenta de cuánta razón tenía!!! A pesar de tener 20 años, ser mujer, vestir “guay” y intentar tan solo dar un folleto, la gente me ignoraba, hacía como que no me veía, ni me miraba, ¡incluso había quien al acercarme subía la ventanilla!… ¿me estarían confundiendo con una prostituta? ¡Fue humillante! Me alegro que el trabajo durase solo unos pocos días porque de haber sido más, me hubiese tenido que gastar el dinero del trabajo en el psicólogo.

¿Qué aprendí de la experiencia? Qué al margen de que quien se acerca al coche sea un farsante o realmente un desdichado, no cuesta nada mirarle y decirle que no con la cara ¡incluso devolviendo una leve sonrisa! No podéis imaginaros lo mucho que puede significar para la otra persona.

Por ello, yo procuro siempre mirar a la cara de quien se dirige a mí. Obviamente soy una tía prudente y no voy abriendo ventanillas a gente cuyo aspecto me hace desconfiar ni les subo al asiento del copiloto… pero sí que les miro para decirles que no (o que sí) y sonreír. Y esto lo extrapolo a cualquier otra situación distinta de la de la ventanilla del coche: miro a los ojos y sonrío a quien me cobra el combustible en la gasolinera o el pan en el supermercado, a quien entrega publicidad a la entrada del centro comercial o al guardia de seguridad del ZARA de turno… Os animo a hacer lo mismo y que os fijéis que la otra persona suele devolvernos la sonrisa ¡Sonreír es una moneda de cambio muy agradecida porque vale mucho aunque no cuesta nada!

sonrisa

Es muy triste que siempre vayamos corriendo como locos, sin tiempo para fijarnos en las otras personas con quienes nos cruzamos, sin saludar cuando llegamos a un sitio (o despedirnos cuando nos vamos) e ir por la vida como las vacas en el pasto, mirando al suelo para evitar cualquier contacto visual. Fijaros si nos es extraño el habito de mirar a los ojos que ¡nos da vergüenza! Por ello os animo a que empecéis a hacerlo ¡ya! Eso y que probéis a dirigiros a la gente que os atiende en los comercios por su nombre (casi siempre llevan un chapa identificativa) y valoréis su reacción ¡La respuesta no puede ser más positiva!

Mirar a la gente a los ojos hace que se sientan reconocidos como un igual, la sonrisa crea empatía y facilita las relaciones y  usar el nombre propio para dirigirnos a otra persona, demuestra interés.

Una mirada y una sonrisa pueden ser una gran diferencia… siempre que estas sean francas y transparentes. Por un lado nos hace sentir mejor: si sonreímos, cada vez estamos más predispuestos a sonreír, mejorando nuestro estado de ánimo. Por otro lado, nos reporta beneficios: las cosas se logran mejor cuando se piden con educación y cortesía. Y para terminar, hacemos el mundo un sitio un poco mejor… al fin y al cabo, no podemos pretender cambiar al mundo si no somos capaces de mejorar nuestro espacio más inmediato!!!

Me acuerdo de un amigo de mis padres – ahí va otra historia de “cebolleta” – que cuando era pequeña y se acercaba a saludarme, debía recibirle con un mohín y él me decía “Anda, sonríeme que hace frío”…  me parecía tonto él y tonta la frase ¡También ahí estaba equivocada! Ahora me parece una frase memorable.

INFOGRAFIA

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

 

Mejorar nuestra identidad virtual. Reputación 2.0. (2)

En inglés existen dos palabras para definir lo que es español sería la publicidad. Para la publicidad que se paga, usan el término “advertisement” (publicidad en prensa, por ejemplo) y para la publicidad por la que no pagas, si no que es causa directa de nuestra imagen y nuestros actos, usan “publicity”. En Español solo existe un término que engloba ambas acepciones y quizá precisamente por ello, las empresas, tan preocupadas en su publicidad pagada, tienden a olvidar la que es gratis.

Digo yo, que lo mismo es que en un mundo tan materialista, precio y valor se confunden con lo que si algo no cuesta ni un euro ¡es porque no vale la pena! Pero en el caso de la publicidad, esto no es así! La publicidad indirecta es muchísimo más potente que la pagada, aunque pueda tener menor radio de acción. ¡Anda que no hay empresas que tienen verdaderos problemas por una mala publicidad!: por usar mano de obra recriminable, por discriminación en su política laboral, por un mal servicio prestado que se vuelve viral… de hecho, precisamente es esta publicidad, aunque no solo, en la que se empeñan los comunity manager.

Y es que, a día de hoy, Internet se ha convertido en uno de los principales focos de clientes de cualquier empresa o autónomo. Por ello es tan importante, no solo estar en Internet, sino hacerlo de una forma que nos beneficie. Es lo que llamamos la reputación on line, es decir, lo que los demás perciben de nosotros y transmiten directa o indirectamente a terceros. El tema de la reputación on line ya la traté en mi post “No me engañes, que te veo” donde explicaba brevemente qué era la reputación on line y os daba algunos consejos para cuidar vuestra identidad virtual. Si no lo leísteis entonces, os animo a hacerlo ahora pinchando aquí.

blog.educalab.es

Si bien es cierto que “el hábito no hace al monje”, también lo es que “además de ser bueno, hay que parecerlo” ¡y más en entorno como Internet donde la interactuación personal es limitada! Cuando buscamos un servicio en Internet nos dejamos seducir más por la imagen que tiene (en su faceta más estética) y lo que los demás comentan que, muchas veces, por el contenido que el interesado ofrece. Internet es el espacio de la inmediatez y todo lo que transmitamos a nuestros clientes en los primeros 30-60 segundos tiene mucho más peso del que podremos controlar a posteriori. No obstante, es necesario generar información sobre nosotros y nuestros servicios para crearnos una identidad virtual beneficiosa.

A la hora de promocionarnos en la red hay que cubrir al menos dos etapas. La primera de ellas es crear focos de información, donde puede acudir quien esté interesado en conocernos, y la segunda, es la promoción de dichos focos.

Focos de información

Crear una web profesional o un blog donde nuestros contactos puedan conocer de primera mano la información que queremos transmitir es algo fundamente para poner en marcha nuestra actividad. Muchas empresas sustituyen dicha web o blog por una página profesional en FB. Todo es válido si estudiamos los pos y contra de cada opción y elegimos coherentemente.

  • Web profesional – Da más trabajo su creación y ofrece la posibilidad de crear un diseño más complejo (en cuanto a la estructura del sitio), con pestañas, álbumes sitio de descargas, etc. Aunque debemos estar trabajando en ella continuamente -estudiando las visitas, buscando mejoras, etc- el trabajo más duro es el que se hay que hacer antes de publicarla.
  • Blog – Su creación es mucho más sencilla pero su mantenimiento es más costoso en tiempo. El blog debe ser un site que se actualice continuamente y de forma regular. Podemos publicar cada día, cada semana o cada mes…. ¡pero siempre de forma regular! Si acostumbramos a nuestra audiencia a una periodicidad, hemos de mantenerla porque es un reflejo de nuestro compromiso profesional. Además, del mismo modo que haríamos si cerramos una tienda por vacaciones, si vamos a cesar por un tiempo nuestra actividad en el blog, hemos dejar constancia de ello informando de cuando está prevista nuestra vuelta – periodo que limitaría a menos de 4 semanas-.
  • Perfil en redes sociales generalistas, como Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, Tuenti, etc. Es importante crear perfiles diferenciados para el uso personal y el profesional. Hemos de ser muy escrupulosos a ese respecto no solo para preservar nuestra vida privada si no para no perjudicar a nuestra vida profesional con aquellos asuntos destinados a nuestro círculo más cercano: un cliente no tiene porque entender nuestros “chascarrillo” ni estar de acuerdo con nuestras opiniones sobre temas espinosos. Os vuelvo a recomendar leer mi post “No me engañes, que te veo” a este respecto.

          fb      LOGO TWITTER PINTEREST TUENTI

Hay muchos casos que la web profesional se sustituye con un perfil profesional en una red social como Facebook. Esta posibilidad limita mucho más la posibilidad de incorporar información escrita pero integra algunas de las características del blog (periodicidad, publicidad, actualización de información visual… etc), además de facilitar el contacto con nuestros clientes.

A mí me gusta más que el perfil de la red social complemente una web profesional o blog, pero obviamente, como a mayor cantidad de herramientas utilizadas, mayor será la cantidad de tiempo que habremos de invertir, deberemos valorar nuestras posibilidades y recursos para no caer en eso de que “quien mucho abarca, poco aprieta”.

  • Perfil en redes sociales profesionales, como LinkedIn o Xing. Deben estar continuamente actualizadas y hemos de mantener un actividad regular en ellas para que no de la impresión de ser una red que no tenemos en uso. Las redes sociales profesionales no son un mero “corcho” dónde colgar información y agregar contactos ¡es una red dónde se debe interactuar!: compartiendo información de otras personas, comentando posts, aportando información sobre temas de interés o nosotros mismos, participando en foros, seguiendo grupos, etc… es casi más importante nuestra interactuación con el resto de usuarios que los datos curriculares. En este caso, es un complemente ideal a nuestra web profesional porque incluye información amplia no solo de nuestro curriculum y trayectoria, sino sobre nuestra actividad.

             LOGO LINKEDIN       LOGO XING

  • Tarjetas virtuales, que como vimos en mi último post La tarjeta de visita, son un resumen visual de nuestra identidad profesional. Por sí solas, no son demasiado efectivas aunque son una herramienta perfecta para completar nuestra tarjeta tradicional (por ejemplo, incluyendo en ella un código BIDI que dirija a nuestra tarjeta virtual) y, por supuesto, a nuestra web principal, blog o perfil social.

Las tarjetas virtuales no suelen tener aplicación de empresa sino personal y, como en el caso de los foros sociales, también existen posibilidades de contactar con otros profesionales que nos interesen. Algunas de las más importante son about.me, Social Card, Identyme o Dooid.

De todas estas (y otras) fuentes de información, es fundamente que identifiquemos cuál de todas ellas es la más importante. Generalmente, este site principal será dónde ofrezcamos de forma más detallada y directa nuestros servicios. ¿Por qué es importante esta identificación? Porque debemos orientar nuestra promoción a conseguir el máximo posible de visitas en dicha web; el objetivo, obviamente, es que nos contraten.

Cada uno de nuestros sites conformarán las distintas faces de nuestra identidad virtual y por ello, todos han de estar interrelacionados: en nuestro blog vendrá nuestra dirección web (y viceversa) y nuestro contacto en las redes sociales; en las redes sociales promocionaremos nuestra web, nuestro blog y nuestro perfil en otras redes, etc. De este modo, generaremos un flujo de visitas constante entre los distintos focos de información, haciendo hincapié en aquel que más nos interesa que sea visitado.

Promocionar nuestra información

Todo este trabajo de crear focos de información no tiene ningún sentido si luego no vamos a obtener visibilidad o, lo que es lo mismo, si cuando googlean nuestro nombre o el de nuestra empresa no aparecemos en el primer pantallazo del buscador. Poca gente pasa a la página dos del buscador para recabar información. Por ello, es muy importante todo lo que tiene que ver con el posicionamiento y optimización de nuestros sites – cosa que trataremos otro día por ser un tema demasiado extenso para tratar ahora-.

click

En segundo lugar, para promocionarnos es super-importante generar una lista de contactos efectivos en nuestra redes sociales. Y por contacto efectivo me refiero no a vuestro padre, primo y amigo de la universidad… si no a gente interesada en vuestros servicios (clientes potenciales) o que tienen a su vez contactos que pueden serlo (y que sabrán de nosotros si conseguimos que los primeros compartan nuestra información). También son contactos efectivos las personas que sin ser clientes, pertenecen a nuestro sector y son potencialmente un foco de publicidad para nosotros.

Está claro que para que nuestra lista de contactos sea buena, hemos mantener nuestro perfil actualizado y compartir información que sea de interés para ellos. A este respecto es importante no pasarse de egocéntricos y no estar todo el día hablando de nosotros (lo que hacemos, lo que vamos a hacer, lo que hemos vendidos, lo que nos gusta, lo que pensamos, etc) si no también hablar de servicios o personas que aporten un valor añadido a lo que nosotros ofrecemos, compartir información que otros cuelgan que creemos de interés para nuestros contactos, etc… en Internet lo importante es hacer que la información fluya de forma constante.

Otra de las formas más potentes y con mayor más repercusión para promocionarnos en la red es la participación en foros especializados. No se trata de darnos simple “autobombo” en uno (o más) foros si no de ayudar a quienes lo necesiten gratuitamente, aportando nuestros conocimiento y experiencia a quien lo solicite. Y digo gratuitamente que no desinteresadamente porque, desinteresado no puede ser nada que tenga que ver con un negocio: nuestro objetivo siempre es generar beneficio (si no, seríamos una ONG).

foule contente

A este respecto es importante saber vendernos de forma elegante. Hay que mostrarse predispuesto a ayudar a los demás, ser resolutivos y orientadores, pero dando “una de cal y otra de arena” y colar de vez en cuenta el nombre de nuestra empresa,  nuestro blog o nuestro perfil en una red social. Nuestro objetivo es crearnos una buena reputación por lo que es importante dirigir a los otros participantes y lectores del foro hacia nuestra web… pero de forma que no sea ni ofensiva (que no moleste al administrador el foro para quien el site será seguramente su propia herramienta de promoción) ni invasiva (siendo “pesados” hablando de nosotros cada “tres por tres”). Hay que ser comedidos y discretos pero c-o-n-s-t-a-n-t-e-s. La verdad es que el comportamiento de muchos internautas a la hora de participar en foros es una “asignatura pendiente”… así que me lo apunto en la agenda y otro día hablamos de ello!

En esa misma línea está el elaborar y compartir documentos formativos o informativos en la red de forma gratuita. Pueden ser “aperitivos” para otros documentos que sí venderemos o simplemente una herramientas para nuestro reconocimiento profesional. Todo el trabajo que compartamos en Internet debe estar encaminado hacia nuestro beneficio: ya sea económico o de promoción profesional y debe publicitarse correspondientemente en nuestra web, blog o perfil social. Por supuesto también está el colaborar con publicaciones, escribiendo artículos o colaborando con ellos, que no es sino otra forma de compartir información.

Portada El arte de regalar4  Pusteblume

(Pinchar en imagenes para descargar gratuitamente los documentos)

Hemos de asumir que una vez generada una buena reputación virtual ¡en ningún caso podremos cruzarnos de brazos!! Estas dos etapas son el comienzo de todo el trabajo posterior que habrá que hacer para mantener actualizada nuestra identidad virtual y controlar nuestras reputación 2.0. Como podéis intuir, el trabajo no es poco ni fácil pero siempre da resultado a medio plazo! En el reino de la inmediatez, los éxitos no se recogen tan rápido como nos gustaría. C’est la vie!!!

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

 

Recetas fáciles para quedar como una reina o rey

Ya he comentado en alguna que otra ocasión que me gusta cocinar y tengo la suerte de contar con un marido y unos amigos que me dejan experimentar con ellos  como si de cobaya se tratasen ¡Y  así da gusto! Al fin y al cabo, cocinar es cuestión de práctica….

La verdad es que me gusta más organizar una comida o cena en casa que a un tonto un lápiz… pero eso sí, igual que me gusta hacer de “cocinera” antes de que lleguen los invitados, también me gusta hacer de “señora de la casa” cuando cruzan la puerta!! Para mi es importante que la comida no requiera de mi presencia durante el aperitivo porque creo que tan importante como dar de comer “bien” es atender a los invitados como ellos se merecen… y no dejarles solos en el salón la mitad del tiempo!!

A veces sueño con esas cocinas americanas, con una isleta para más señas, que están comunicadas con el salón… de este modo podría estar cocinando y atendiendo a los invitados. Pero no es el caso. La verdad es que es curioso que algo que el EEUU es un valor añadido (salón y cocina comunicados en un único espacio abierto) en España es un contra.

Pero bueno, a lo que íbamos… que como creo que la cocina es una cosa que se me da bien y como no pocas veces me han pedido recetas, me he animado a compartir con vosotros seis recetas muy fáciles que seguro os harán quedar muy bien sin demasiado esfuerzo.

recetas para quedar como una reina

He elaborado un pequeño menú que bien podría servir como cena tipo coctel, con varios platos de degustación. Son seis platos que se pueden preparar de forma anticipada pues, como he comentado, lo importante no es solo hacer una cena rica, sino poder disfrutar de nuestros invitados cuando llegan. Los menús con “cosas de picar” pueden dan algo más de trabajo que un menú tradicional pero también es mayor el porcentaje de éxito por la variedad de platos.

menu

 

QUESO FRITO CON MERMELADA DE PIMIENTOS ROJOS

brie frito brie frito_ingredientes

Mermelada de pimientos rojos:

Se pone a cocer a fuego medio durante media hora pimiento rojo con agua. El agua debe ser la justa para cubrir y si vemos que se nos seca, añadimos más.

Cuando los pimientos estén blandos, se añade el azúcar que con el calor se disolverá en un momento; es mejor no echar el azúcar antes pues aumentamos las posibilidades de que la mezcla se agarre al fondo de la cazuela. Cuidado que no se pegue porque daría un sabor amargo a nuestra mermelada.

Luego se trituran los pimientos y se cuela con ayuda de una cuchara o almirez para eliminar la piel. La textura, debe quedar un poco más espesa que un “potito”, por eso es importante que no nos pasemos con el agua.

Se conserva en la nevera varios días.

Queso frito:

Se parten porciones de queso (si no viene ya en porciones), se reboza en huevo y pan rallado (y se repite la operación en caso de queso sin corteza, como el queso de cabra) y se fríe en aceite de girasol caliente.

Los quesos que tienen corteza (tipo brie o camember en pociones o barra) son menos arriesgados a la hora de freir pues es más difícil que se rompa la costra que forma del huevo y el pan rallado y se salga el queso durante la fritura. Mi favorito para esta receta es le brie en barra.

Se conserva en la nevera.

HOJALDRE DE SALMÓN Y HUEVO HILADO

hojaldre salmónhojaldre salmón_ingredientes

Esta receta es tan fácil como colocar una lamina de hojaldre, extender encima una capa ligera queso filadelphia (ojo! Hacerlo cuando el hojaldre este recién sacado de la nevera pues enseguida pierde consistencia y podemos romperlo), el pescado ahumado y, encima, una capa generosa de huevo hilado. Se cubre con otra lámina de hojaldre y se cierra como un tenedor (como se cierran las empanadillas) o haciendo un pliegue a la masa (como se cierran las empanadas).

Se mete al horno, que previamente hemos precalentado a 180ºC, sobre papel de cocina y se deja unos 15-20 minutos. Cuando empieza a tomar color la masa (a mitad de horneado), se pinta con huevo crudo batido para que le hojaldre brille; si el huevo se unta al principio corremos el riesgo de que se queme . Lo único que hay que conseguir es que la masa se cocine (pues lo de dentro ya está cocinado) y quede crujiente.

Ojo  no pasarnos con el tiempo de horneado pues nos arriesgamos a que la masa se queme y/o que el salmón se seque (cosa que ocurre cuando pasa de color naranja vivo por otro más apagado) y pierda jugosidad, que es un punto muy importante en el caso de esta empanada.

Se conserva un día a temperatura ambiente aunque si hace calor, yo aconsejo dejarlo en la nevera.

PIRULETAS DE HOJALDRE

piruleta saladapiruleta salada_ingredientes

Se rehoga cebolla en trocito muy pequeños y se añade el bacón. Cuando está cocinado, se añade la nata, la sal, la pimienta blanca y la nuez moscada. Se apaga el fuego y se añade la mozarella y se mueve hasta que quede fundida e incorporada a lo anterior. Debe quedar una crema espesa.

Se extiende la lamina de hojaldre y  se coloca encima el relleno. Luego se enrolla.

Lo ideal es volver a meterlo en la nevera un rato para que la masa, que con el calor ambiente se ha ablandado, se endurezcan de nuevo lo que facilitará su manipulado.

Despues, se cortan las rodajas poniendo un palillo, haciendo de cierre.  Si la masa está muy blanda, las piruletas se achatarán.

Se colocar papel de cocinar en la bandeja del horno y se pinta ligeramente  con aceite para que los rollos no se peguen. Se colocan encima los hojaldres tumbados y se pintan también con aceite por encima.

Se mete la bandeja con los rollitos de hojaldre en el horno, precalentado a 180 ºC, durante unos 15 minutos o hasta que el hojaldre se vea tostado ligeramente. Nunca meter el hojaldre cuando el horno esta sin calentar pues la masa no sube igual.  Es importante dejar suficiente espacio entre ellos pues el hojaldre aumenta de tamaño. Cuando estén tostados por un lado, voltearlos para que se tuesten por el otro lado.

Enfriar fuera del horno a temperatura ambiente.

SALMOREJO CON BERENJENAS Y PARMESANO

salmorejoberenjenas delokos.orgsalmorejoberenjenas_ingredientes

(imagen sacada de delokos.org)

Salmorejo:

Se ponen el ajo y el tomate y se tritura. Se añade el vinagre, la sal y el pan y se vuelve a triturar. A más pan, más espeso queda. Con un robot de cocina, la crema queda más ligera pero si no lo tenéis, se hace con una batidora de toda la vida, trabaja más tiempo para que quede uniforme y sin grumos. El aceite se puede añadir al final (y batir unos segundos) o cuando el vinagre. En el primer caso, el salmorejo quedará rojo; en el segundo caso, el aceite emulsiona y el salmorejo quedará anaranjado. A mi me gusta más la opción naranja.

Berenjenas a la andaluza:

Se cortan las berenjenas en láminas finas (también se pueden cortar tipo patata paja), se salan ligeramente y se meten en el micro durante un minuto. Se que no parece muy ortodoxo pero es una forma de que suelten el amargor y se ablanden ¡que no hay nada peor que comer una berenjena cruda!. Luego se lavan ligeramente y secan.

Se mete en una bolsa de plástico un poco de harina, se meten las laminas de berenjena secas, se cierra la bolsa y se sacude como si fuese una maraca. De esta forma, cada berenjena se impregna de la cantidad justa de harina. Se sacan los filetes de berenjena y se tira la harina sobrante.

Se bate un huevo y se le añade un pizca de sal y una cucharada generosa de miel que, si es muy espesa, ablandaremos en el micro durante unos segundos. Se pasan las berenjenas en el huevo aliñado y, seguidamente, en el pan rallado.

Se fríe en abundante aceite (sin que las berenjenas toquen el fondo ni entre ellas) y se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Dejar enfriar ¡sin cubrir por film! para que sigan crujientes cuando las metamos en el salmorejo.

Montaje:

Se coloca el salmorejo en un bol pequeño, se espolvorea con lastas que queso tipo parmesano, aunque la opción tradicional del jamón también vale. Se pone dentro un par de láminas de berenjena (como se ponen los barquillos en los batidos) en el momento antes de servir (si no, se quedarán muy blandas y corremos el riesgo de que se vayan al fondo del bol).

 

CRUJIENTE DE MORCILLA Y COMPOTA DE MANZANA

rollo morcillas ilovetapas.comrollo morcillas_ingredientes

(Imagen sacada de www.ilovetapas.com)

Compota de manzana:

Se corta la manzana en trocitos pequeños y se rehoga con una gota de aceite hasta que ablande y se le añada un poco de miel y agua (lo justo para que no se queme). También sirve hacer las manzanas al horno con azúcar. En ambos casos, luego triturar la pulpa con un tenedor (para que quede con tropiezos)

Rollo de morcilla:

Se saca la morcilla de la tripa y se calienta en una sartén para que sea más manejable. No hace falta echar aceite ni que el fuego este alto… basta con dejar que la grasa de la morcilla se funda y haga su trabajo en la sartén. Se añade la compota en un proporción de 1 cantidad de morcilla 1/3 de compota y se mezcla y reserva en un bol para que enfríe

Se extiende la masa filo y se cortan rectángulos generosos. Es importante conservar en la nevera las lamitas de filo con las que no estemos trabajando pues se secan en seguida con el contacto del aire y luego se rompen al trabajar con ellas.

Se pone en un lado del rectángulo una cucharada de morcilla con manzana fría o templada (¡nunca caliente!) y se cierra como si fuese un rollito de primavera,  una samosa o un barquillo. En internet podréis ver muchos tutoriales.

Se fríen los rollos en aceite muy caliente y se colocan sobre papel absorvente.

Se presentan los rollos con un poco de miel por encima y/o se espolvorea un poco canela opcionalmente. Se sirve compota de manzana por separado.

 

ALCACHOFAS RELLENAS DE FOI

alcachofas rellenas es.paperblog.comtalcachofas rellenas_ingredientes

(imagen sacada de es.paperblog.com)

Se pueden usar alcachofas frescas o congeladas pero nunca en conserva. Si son frescas, hay que limpiarlas bien para  lo cual se corta la mitad superior y se eliminan las hojas más duras para quedarnos solo con el corazón. Los rabos de la alcachofas no los  vamos a usar pero ¡no los tiréis! Que los podéis cocer y comer por otro lado.

Se hace un sofrito con ajo, cebolla y se rehogan un par de minutos los corazones de la alcachofas. Se cubre de agua y un chorro generoso de vino, se añade sal y se pone a cocer. El tiempo de cocción son unos 20 minutos es una olla normal o unos 6 en una olla rápida. Lo importante es que queden tiernas pero no se deshagan.

Una vez cocidas se sacan y cuando estén frías, con una cucharilla se saca el centro de la alcachofa que tienen unos “pelillos” muy desagradables de comer. Algunas congeladas no los traen.

A continuación se rellenan. Si lo hacemos con foi, hay que marcar el taco de foi a la plancha y luego cortar en trozos más pequeños que será los que coloquemos dentro de la verdura.  Si usamos paté, bastará con que cortemos trozos del boque que previamente estará en la nevera (o incluso en el congelador) para facilitar el corte. Se reservan.

La salsa donde hemos cocido las alcachofas, se le retira el laurel y se tritura. Si hay demasiado agua, se pone a reducir antes. Dicha salsa se pone de base en un recipiente que pueda meterse al horno (a mí me gustan los típicos de barro para asado), sobre ella se ponen las alcachofas y se meten al horno a gratinar a 180ºC-200ºC durante 5-10 minutos para el que paté haga una pequeña corteza. También se puede usar un soplete de cocina.

Se sirven calientes o tibias porque lo que si lo hemos hecho antes, dejaremos el tiempo de gratinado para el último momento o, simplemente, se calientan en el mismo horno (a unos 150ºC o el microondas).

Se pueden servir  con una línea de crema de vinagre de modena y de Pedro Ximenez aunque mi opción preferida es poner encima un poco de cebolla confitada.

 

¿Qué os parece la propuesta? ¡Ya me contaréis!

Hasta la próxima semana que os traeré un artículo muy interesante sobre promoción on line ¡Imprescindible para quien quiera triunfar en el mercado laboral!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro

 

La tarjeta de visita ¿en papel o electrónica?

El otro día encontré mi viejo tarjetero, uno que debe tener unos diez o quince años ¡Madre mia! Cuantas tarjetas perdidas en el fondo de una cajón. Las estuve revisando y me dió mucha alegría al encontrar algún que otro nombre que en el pasado fueron contactos habituales. Las horas que he podido pasar reunida o hablando con ellas!!!

La verdad es que mi tarjetero actual está bastante más vacio. No es que tenga menos contactos si no que ya no recaudo tantas tarjetas. La verdad es que desde hace unos seis años aproximadamente mi Outlook y la agenda de mi móvil son mi nuevos tarjeteros.

Lo cierto es que a día de hoy, casi todos manejamos mejor nuestros contactos desde nuestras agendas electrónicas, ya sean las de nuestro PC o móvil. Parece que el papel se está quedando obsoleto… aunque aún queda mucho para ello!! Puede que ser que las demos menos uso que antes, o al menos un uso distinto, pero yo recomiendo a todos mis clientes, reales y potenciales, que tengan una tarjeta corporativa. Sin tarjeta corporativa, ante cualquier encuentro, no eres nadie: una cara y un nombre que en cinco minutos seguramente todos hayan olvidado y ¡no se pueden desaprovechar las oportunidades que nos llegan!

Tarjetas de visitas física y virtuales

Una tarjeta corporativa no es elemento costoso en sí pero, en cualquier caso, es un dinero que tendréis que invertir si queréis hacer que vuestro negocio funcione. Una buena tarjeta será vuestra mejor huella personal y hablará en vuestro nombre cuando ya no estéis delante.

Hay muchas empresas que se dedican a imprimir tarjetas y pueden ser  una buena opción si ya tenéis una imagen corporativa y un diseño previo que queréis conservar. Si no, yo os diría que “zapatero, a tus zapatos”: delegad en algún profesional porque la tarjeta profesional no es una cuestión en la que merezca la pena escatimar.

Tarjeta INOX general

Y aquí es donde me voy a tomar la libertar de autopublicitarme, cosa que sabéis que no hago casi nunca. Pero por supuesto, si queréis tener una tarjeta profesional www.pymecom.net os ayudará con ellos desde solo 50€ -o menos, si se trata de un emprendedor-. Y yo misma me comprometo a ocuparme de vuestra cuenta (que es como en agencia se llama a los clientes) si en el asunto del mail ponéis “Esther Morillas” o “Comunicación para dummies”. Ah! El mail de contacto es pymecom@pymecom.net.

Con la llegada de la tecnología a nuestro “día a día” ya hasta las tarjetas personales en papel tiene su réplica en formato electrónico. Para mí, aún no están a la misma altura (y no sé si lo llegarán a estar), está claro que la tarjeta electrónica es un buen complemento a nuestra tarjeta tradicional y, en cualquier caso, una magnifica herramienta de promoción on line.

Tarjetas de visita físicas

Si me preguntaseis que cosas son fundamentales a la hora de tener una buena tarjeta os diría que lo que más importa son el papel y el diseño.

EL PAPEL

El tipo de papel que tiene una tarjeta profesional es un reflejo de la calidad que transmitimos como empresa. Por ello mi primer consejo es que, a la hora de imprimir vuestra tarjeta, elijáis un sitio donde el papel tenga calidad porque no es solo cuestión de imagen, sino también de durabilidad.

Muchas de esas “superofertas” que veis en Internet de 300 tarjetas a 50€ lo que hacen es ahorrar en calidad de papel (la impresión digital vale “dos duros”). Nadie vende duros a pesetas y, como en cualquier otro sector, creo que deberíais tener en cuenta lo que se llama “baja temeraria” que es que si alguien da a mitad de precio lo que todos los demás dan al doble (si estamos seguro que los demás no nos están engañando), en algo está escatimando aunque jure y perjure que no.

Respecto al grosor, una tarjeta de menos de 200 gr es demasiado fina y no solo da peor imagen sino que se deteriora con más facilidad. El grosor suele ser similar a una cartulina gordita pero no tanto como para acercarse al cartón, por hablar en términos comunes. Lo recomendable es que la cartulina sea suficientemente resistente para que aguante el manipulado continuo pero no tanto como para perder flexibilidad.

papeles lisos

Hay papeles satinados o naturales. Una tarjeta con un acabado satinado es menos duraderas porque al tratarse de un papel menos permeable hace que con la humedad de las manos (al manipularlas) la tinta tiende a correrse. A mi me gusta más el papel sin satinar pero obviamente será la imagen corporativa quien mande en el papel que más “le va” a nuestra tarjeta: los acabados satinados trasmiten lujo y refinamiento mientras que las de acabado natural, reflejan eso mismo, naturalidad.

tipos papel

Respecto al acabado, los papeles pueden ser lisos (con el tacto de una cartulina) o verjurados (que son esos que tienen como estrías); elegir uno u otro es más cuestión de diseño y estética aunque es cierto que el papel verjurado es más resistente.

papel-verjurado

También existen papeles rústicos, con acabado rugosos, como de papel sin trabajar que se usan para ocasiones muy concretas y siempre teniendo en cuenta que suelen ser papeles muy permeables (“chupan” mucho la tinta) y no se recomiendan para diseño muy complejos porque la tinta puede emborronarse.

Otra opción que ahora esta de moda, si la empresa lo justifica, es el papel Kraft (que es papel industrial sin blanquear), que queda muy bien con diseños minimalistas o dibujos tipos esbozo.

tarjeta kraft

Y no solo tenemos por qué trabajar sobre papel, hay otros soportes mucho más sorprendentes como puede ser el vinilo (u otros plásticos), el aluminio, en corcho, etc. Al fin y al cabo, si sorprendemos en nuestro primer encuentro, recordarán mucho mejor a nuestra empresa o a nosotros mismos.

Tarjeta metálica

tarjeta metal

Tarjeta de corcho

tarjeta perforada

Tarjeta de vinilo

tarjeta plastico

EL DISEÑO

Hablar de diseño siempre es complicado porque no se pueden dar pautas generales. Cada empresa es única y los imagen profesional también debe serlo. Así pues, no puedo dar muchos consejos generales respecto al logotipo, por ejemplo, pero si respecto a su aplicación en la tarjeta.

Lo primero que una tarjeta debe ser es el reflejo de su imagen corporativa, tanto respecto al logotipo (que debe estar incluido para fomentar una imagen de empresa sólida) como respecto a la disposición de los distintos elementos.

El logotipo debe tener un lugar destacado dentro de nuestra tarjeta y en ningún caso debe quedar camuflado por el resto de elementos. Quien reciba nuestra tarjeta debe ver a primer golpe de vista nuestra marca. Si la tarjeta está impresa a dos caras, normalmente una de las caras se deja en exclusiva para el logo y algún elemento aislado.

TARJETA2Print

Si está impresa en una única cara, suele estar en el centro o en el margen superior izquierdo (que es hacía donde se nos van los ojos siempre, pues culturalmente leemos siempre de arriba abajo y de izquierda a derecha).

tarjetas corporativa

El resto de elementos, deben disponerse de forma sencilla y equilibrada. Una tarjeta con exceso de diseño o muchos tipos distintos de letras “hacen daño a la vista”. Las tarjetas ganas enteros con la sencillez. No confundamos un diseño rompedor (con elementos distintos o colores vibrantes) con un diseño “excesivo”. Una tarjeta nunca debe estar recargada.

Hemos de hacer que los textos sean claros e intentar que la información que contenga la tarjeta sea concreta y muy sencilla. Muchas tarjetas están llenas de texto con ofertas, lo que hacemos, lo que no hacemos y un mapa de dónde estamos. La tarjeta no está para eso y, si contamos con un buen asesoramiento, nos dirán como transmitir toda esa información extra de otras formas muchos más afectivas y que no “arruinen” nuestra tarjeta.

Del mismo modo que hemos de ser capaces de presentarnos y definirnos profesionalmente en 30-60 segundos, nuestra tarjeta no debe necesitar más de 10-15 segundos en ser leída y comprendida de forma clara e inequívoca. Si nuestra tarjeta ocasiona preguntas cuando la damos, no está bien diseñada.

Respecto a la legitibilidad es muy importante el tamaño de las letras. Pensando en un tipo Arial, lo normal es que vaya en un tamaño entre 7,5 y 9,5. Las letras demasiado grandes “saturan” el diseño de la tarjeta y las que son muy pequeñas, dificultan la lectura.

Generalmente las tarjetas tienen el tamaño extandar de 80mm x 50mm aunque no es la única opción. Las hay más pequeñas (p.ej. la mitad 80 mmx25mm) o en formatos dobles, tipo díptico, (80mmx100mm o 160mm x 50mm).

Tarjeta 80mm x 50mm

TARJETA 80X50

Tarjeta de 80mm x 25 mm

TARJETA 80X25

Tarjeta díptico

tarjeta-de-visita-en-diptico

Respecto al diseño, habría otras muchas cuestiones que se podrían valorar, siempre dependiendo de nuestra empresa, sector y la imagen que queramos transmitir, como son el corte de la tarjeta  (en ángulo o con las esquinas en redondo), los  hendidos o resaltados (que dan relieve), los perforados o troquelados, los barnices, las pinturas metalicas, etc… pero ¡ojo! muchas de estas opciones solo pueden hacerse en una imprenta, no en tiendas de offsett, y por lo tanto hablamos de cantidades de tarjetas mucho más elevadas que las podríamos pedir en una tienda de impresión laser.

Tarjeta con esquina redondeada y tinta plata

tarjet redonda

Tarjeta con barniz

tarjeta barniz

Tarjeta con hendido

tarjeta hendido

Tarjeta troquelada

tarjeta perforada2

 

Contar con buen asesoramiento profesional permite definir mejor las necesidades de cada caso. Obviamente, a mayor complejidad, la inversión será mayor pero, lo que está claro, es que una tarjeta corporativa adecuada a nuestra empresa y producida por un profesional, será una de las mejores inversiones que hagamos. Pero si por ahorrar unos pocos euros elegimos mal, convertiremos nuestra “gran inversión” en un “gasto tonto”.

Para un empresario, saber diferencia entre gasto e inversión es fundamental.

Tarjeta de visitas virtuales

En estos últimos tiempos (y por tiempo, no me refiero a años… pues no lleva tanto), se han empezado a extender el uso de tarjetas virtuales que son pequeñas web personales que contienen la información condesada de nosotros mismos. Se trata de un perfil tipo LinkedIn pero mucho más resumido o visual. Es una herramienta de promoción on line que, de momento,o es complementaría a otras herramientas más potentes e implantadas como puede ser LinkedInn, por mencionar una red social de uso profesional, o nuestra propia web.

Una de las más extendidas y que más me gustan es About me (https://about.me/). Os aconsejo que os creeis un perfil e investiguéis porque es realmente interesante y es mucho más orientador verlo directamente (son webs muy sencillas de gestionar) que si yo me pongo a explicarlo aquí.

ABOUTME1

ABOUTME2

ABOUTME3

Generalmente tienen un uso más personal que de empresa… es decir que habla de una persona en concreto (de un profesional) que de la empresa como entidad global.

Otras webs similares a «About me» donde hacernos nuestra tarjeta virtual son Social Card, Identyme o Dooid. Tengo pendiente hablaros un día sobre las herramientas de promoción y reputación on line… me lo apunto en la agenda y en breve “nos tiramos al ruedo”.

Los códigos BIDI

Una forma de aplicar un elemento virtual a las tarjeta de papel es la utilización de un código BIDI o código QR (quick response code). No son exactamente lo mismo pero como su diferencia no aplica al diseño, nos limitamos a decir que ambos son un código en forma de dibujo, que incluye información: ya sea nuestra dirección web o nuestro propio contacto para facilitar que nuestros datos se guarden en la agenda de un móvil, por ejemplo.

tarjeta BIDI

tarjeta BIDI2

Lo tradicional y lo electrónico pueden convivir en paz y con total éxito!!!

…  Si os surge cualquier consulta a este respecto, no dudéis en comentarlo conmigo!

¡Hasta pronto!

Esther Morillas

Colaboradora de pymecom

Os recuerdo que podéis seguirme en www.facebook.com/Esther.Morillas.5 y en twitter @emorillaslazaro